Tecnología

Descubierta una nueva especie de gusano comehuesos en la Antártida

14 septiembre, 2013 19:58

 

En MedCiencia hemos tratado en muchas ocasiones de organismos que consiguen el alimento que necesitan de sustancias de las que nosotros jamás podríamos. Muchas bacterias se alimentan de azufre o incluso de óxido y muchos otros organismos lo hacen de sustancias en putrefacción. Hoy vamos a tratar de una nueva especie de gusano que se alimenta precisamente de huesos en putrefacción en la Antártida por un grupo de investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) y del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

El nuevo gusano, al que han bautizado con el curioso nombre de Osedax deceptionensis, ha sido descubierto en el esqueleto de ballenas en putrefacción junto con otra nueva especie descubierta por el Museo de Historia Natural de Londres. La particularidad que presenta es que ha sido descubierto a tan sólo 20 metros de profundidad, a diferencia del resto de gusanos de su mismo grupo.

Cuando he leído el nombre la verdad es que me ha sorprendido bastante y, como casi todo en esta vida, tiene su explicación. El animal fue descubierto durante una campaña de 2010 del proyecto Actiquim-II, en un experimento realizado en isla Decepción así que su nombre responde más a una ubicación que a un sentimiento negativo, como puede parecer en un prinicpio.

Pertenece a un género de gusanos marinos poliquetos con unas características un tanto curiosas. Los machos son microscópicos y viven dentro de un tubo que construyen las hembras por lo que su papel es únicamente reproductivo. Las hembras no tienen boca ni tracto digestivo así que deben el poder alimentarse a una simbiosis con unas bacterias, que son las que permiten al gusano aprovechar la materia orgánica que queda retenida en los huesos de la ballena.

Según palabras de Javier Cristobo, uno de los investogadores del IEO:

Sin duda, las difíciles condiciones de muestreo en la Antártida realzan la importancia de cada descubrimiento. Sumergirse en aguas turbias a -1,5 ºC y fondear experimentos durante un año implica una preparación logística muy cuidadosa

Fuente: Universidad de Barcelona