Transgénicos ¿la salvación de la agricultura europea?
Hay dos tendencias muy claras en lo que a la agricultura se refiere.
Hay quienes apuestan por los productos naturales, sin ningún componente artificial, ni químico, ni biológico, haciendo de dichos productos, género ecológico.
Hay otros que apuestan por productos que están “mejor” adaptados a las condiciones cambiantes del medio ambiente actual, haciendo de los transgénicos, u organismos modificados genéticamente (OGM en siglas), la bandera de dicha tendencia.
¿Qué novedades hay?
Tal y como ha sido publicado en la revista Trends in Plan Science, científicos liderados por la Universidad de Lérida, afirman que la Unión Europea no puede cumplir con los objetivos que se han marcado en política agraria sin el cultivo de organismos genéticamente modificados.
Han estudiado la distinta regulación en productos transgénicos producidos en la Unión Europea y productos transgénicos importados, e informan que no hay coherencia interna.
Proponen armonizar la política agraria con principios racionales basados en estudios científicos, ya que si no se potencia el uso de transgénicos, el grupo científico indica que la Europa socava su propia competitividad en el sector agrícola, se daña así misma y a las actividades humanitarias que se desarrollan en países subdesarrollados.
¿Atraso sin transgénicos?
Parece que según el punto de vista de este grupo científico, sin transgénicos no hay futuro, Europa entrará en un declive económico mayor que el actual, y el estándar de vida europeo se perderá.
La gran pregunta que nos tendríamos que hacer sería si los transgénicos son la única solución posible y viable, porque hay que tener en cuenta el siguiente dato.
Se estimaba en 2007 que el potencial energético de biomasa para el 2050 de América Latina y el Caribe, puede representar entre el 17% y el 26% del total mundial de energía. La base de esa energía era la explotación de tierras agrícolas. Este dato nos viene a decir, que en muchos casos ya se contempla el hecho de producir para combustibles (echar de comer a nuestro coche), en lugar de emplearlo para producir alimento para el ser humano.
Según Paul Christou, investigación de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) de la Universidad de Lérida afirma que Europa, a excepción del resto del mundo, no ha adoptado la tecnología de los transgénicos. El resto del planeta se ha dado cuenta de que es la única forma de lograr una agricultura sostenible.
Las políticas europeas se basan según Christou en intereses políticos a corto plazo en vez de evidencias científicas y modelos económicos a largo plazo.
Problema, doble rasero de Europa
Como informan el grupo de científicos, en las políticas de la Unión Europa se discrimina activamente a aquellos agricultores que deseen cultivar transgénicos, pero exactamente los mismos cultivos son aprobados para la importación.
Por este motivo, indican que se deben eliminar las incosistencias que envuelven el cultivo e importación de los transgénicos, así como establecer unos niveles aceptables de plaguicidas y micotoxinas. Esto haría, según los científicos de Lérida, que la agricultura europea fuera competitiva a nivel mundial.
Conclusión
Todos los que somos de ciencias, para indicar que tenemos evidencia científica de algo, es porque lo hemos probado el suficiente número de veces para llegar a la conclusión de que es un resultado válido, es el método científico.
Los transgénicos son productos que nunca han estado sobre nuestro planeta hasta hace nada (según los científicos leridanos, 15 años de agricultura de OGM en todo el mundo). La pregunta sería cómo se puede afirmar que un producto que nunca ha estado en nuestro planeta, no será a largo plazo perjudicial, no sólo para el ser humano sino para el medio ambiente, con tan sólo 15 años de pruebas.
Se indica que el modelo agrario basado en transgénicos se basa en un modelo económico a largo plazo, pero ¿cómo se puede hacer esa previsión llevando muy poco tiempo sobre la Tierra dichos organismos modificados?
En artículos posteriores dedicaremos un amplio reportaje al análisis (con distintos puntos de vista) de los transgénicos.
Fuentes: Trends in Plant Science y CEPAL
Imagen: Alimmenta