¿Qué carne de dinosaurio estaría más sabrosa?
Aunque sea una pregunta inútil, en el campo de la paleoherpetología (la ciencia que estudia los dinosaurios a través de sus fósiles) esta pregunta se vuelve mucho más interesante. Al estudiar los dinosaurios en la mayoría de casos a través de sus huesos, no tenemos ninguna prueba física de cómo sería su carne. Sin embargo, aunque ningún humano haya comido nunca dinosaurio sí que podemos realizar deducciones sobre que dinosaurio sería el más apetecible en la cena de Nochevieja.
La mayor parte del sabor de la carne depende de su contenido de grasa, y esta grasa normalmente es obtenida a partir de la dieta. Podemos deducir qué come un dinosaurio gracias a la forma de su dentadura y de sus dientes, pero debemos tener en cuenta que para responder a la pregunta de qué dinosaurio sería el más sabroso, debemos pensar además en los gustos del consumidor carnívoro (humano) medio.
Por ejemplo, los dinosaurios que coman animales marinos no deben ser muy apetecibles, ya que la carne adquiere un ligero sabor a pescado y la gran cantidad de aceite presente en los pescados hace la carne susceptible a la oxidación, dejando un sabor rancio.
La mayoría de personas prefieren la carne que procede de animales herbívoros (piensa en los animales que se ofrecen en tu carnicería: ternera, pollo, conejo, cerdo…). De hecho, cualquier dinosaurio carnívoro no sería muy popular en el supermercado. Esto es debido a que la carne de los animales carnívoros posee una mayor cantidad de grasa animal obtenida a través de la dieta y le da un sabor demasiado fuerte para nuestro gusto.
Además, la dieta tiene especial importancia no sólo en términos de sabor. Se han encontrado fósiles de Tyrannosaurus rex con anormalidades en la mandíbula producidas por comer carne podrida y contagiarse de infecciones a través de sus presas. Probablemente un filete de T. rex estaría bastante lleno de parásitos y comerlo nos pondría enfermos.
Además de la dieta, otro factor importante en el sabor de la carne es el nivel de actividad física del dinosaurio. La carne roja se compone de fibras musculares de contracción lenta, los cuales se forman durante periodos largos de actividad, por lo tanto los animales que estén en constante movimiento a lo largo del día poseerán esta carne roja. En cambio, los dinosaurios pequeños que se basan más en tender emboscadas y moverse rápidamente en periodos cortos de tiempo tienen la carne blanca, que se compone de músculos de contracción rápida que permiten una mayor velocidad de movimientos. Pensemos en la lentitud de una vaca (que tiene la carne roja) y en la actividad frenética de una gallina (que tiene la carne blanca).
Por ese motivo, la teoría de que los dinosaurios deben saber parecido al pollo porque están relacionados evolutivamente con las aves no tienen mucha validez en este contexto. Por ejemplo, el Ornitomimosaurio es un dinosaurio parecido al avestruz que pertenece al suborden de los terópodos, que es la más cercana evolutivamente con las aves modernas actuales. Es tan cercano a las aves que poseen plumas y tienen sangre caliente, pero era muy activo y con unas largas piernas adaptadas para correr largos periodos de tiempo, por lo que es probable que tuviera carne roja. Además, aunque la mayoría de los terópodos eran carnívoros, los Ornitomimosaurios son los únicos que carecían de dientes, por lo que su dieta debe ser principalmente herbívora. Probablemente tuvieran una carne magra y con un sabor ligeramente fuerte.
Tomando en consideración la dieta y los niveles de actividad, hay muchos dinosaurios que podrían haber ocupado las estanterías de nuestra carnicería. Por ejemplo, el Velociraptor, siendo un depredador acostumbrado a realizar emboscadas, es posible que tuviera una carne blanca con un sabor similar a la de un ave carnívora, como un halcón.
Según David Varrichio, profesor de paleontología de la Universidad de Montana, los dinosaurios con coraza solían usar sus colas para defenderse y probablemente esta carne sería una carne blanca ideal. Por otro lado, el Sauropodo, el dinosaurio más alto sobre la tierra tendría una carne roja bastante sabrosa: sus largos cuellos usados para alcanzar hojas de las ramas más altas de los árboles permitirían obtener filetes de carne roja de varias toneladas. El cuello de Sauropodo podría ser un manjar en tu mesa.
Ya sea con un plato de carne de Velociraptor o de Sauropodo, espero que después de leer este artículo ver Parque Jurásico a la hora de cenar despierte tu apetito carnívoro. ¡A comer!
Fuente | Popular Science