¿Qué pelotas rebotan más: las de goma, las de acero o las de vidrio?
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La respuesta va a sorprenderos muchísimo más de lo que creéis. Pero como es muy posible que, si entráis desde la web, esta parte se vea en el avance de la noticia, voy a entreteneros antes un poco para obligaros a entrar a leerla para saber qué ocurre realmente y como funciona. Porque la verdad, el artículo perdería gran parte de su gracia si os revelara el secreto ya en la primera frase.
No obstante, os puedo asegurar de que escribir cosas sin demasiado sentido es más difícil de lo que parece, así que voy a daros un pequeño adelanto: contrariamente a lo que posiblemente todos pensamos, la que menos rebota es la de goma. Y ahora sí que voy a ponerme serio con la noticia.
La propiedad en que se basa todo esto es la dureza (y no me refiero a la dureza técnicamente hablando, sino a la dureza en el sentido de que resiste mejor las deformaciones). Una pelota blanda que golpee el suelo va a aplastarse, haciendo que mayor parte de su superficie entre en contacto con el suelo. Y el problema viene en que, al impactar, la pelota pierde parte de la energía del movimiento de dos formas: o bien es absorbida por su superficie cuando se comprime o bien es liberada en forma de calor. Por lo tanto, cuanto más dura sea una pelota menos energía perderá, y por tanto, con más energía rebotará.
El término técnico para esta capacidad de rebote de un objeto es el conocido como “coeficiente de restitución” o COR. Se trata de una escala que mide la energía que pierde un material al sufrir un impacto y que puede tomar valores desde 0 (pierde toda la energía) a 1 (no pierde nada).
Por tanto, como ya habréis supuesto, la pelota que más rebotará será aquella que posea más COR. En la goma, que como os he revelado ya es la “perdedora” de esta competición, este coeficiente vale 0,8. Pero lo que ahora nos interesa saber es… ¿en cuál es mayor, en el acero o en el vidrio?
Voy a dejar claro algo que posiblemente debería haber dicho al principio del artículo: en este “experimento” vamos a suponer que el vidrio no se rompe al chocar contra el suelo. Si así fuera, esto perdería toda su gracia.
Y ahora sí, sin más dilación, os dejo con la respuesta a la pregunta que titula la noticia: como ya os dije, os va a sorprender bastante. Y es que la que más rebota sería nada más y nada menos la de vidrio
El acero tiene un COR de 0.9, mientras que el del vidrio es de 0,95, cinco centésimas más alto y muy cerca de una pérdida de energía nula. Pero claro, esto tiene una “pequeña trampa”, y es que como es obvio no podemos lanzar una pelota de vidrio al suelo sin que se rompa, cosa que sí podemos hacer con la de acero (aunque tal vez lo que romperíamos serían las baldosas). No obstante, siempre es curioso ver como a veces las cosas que más parecen mostrarse frente a nuestras narices son precisamente aquellas a las que menos caso tenemos que hacer.
Fuente: XatakaCiencia