La explicación evolutiva del Efecto Placebo
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El efecto placebo es de sobra conocido, tanto por la “gente de ciencias” como la “gente de pseudociencias”. Los primeros lo usan muchas veces en determinados individuos (por ejemplo los médicos con algunos pacientes, para ensayos clínicos voluntarios o cuando no responden al tratamiento), y los segundos los usan más con afan de vender. No entraremos en el tema homeopatía y mi creencia de que solo es un efecto placebo vendido a precio de milagro, pero yo os lo dejo caer.
En resumen, el efecto placebo es conseguir que una sustancia simple, sin ningún efecto curativo, consiga tener tal efecto, o incluso un efecto más potente, que el que tendría cualquier medicamento. Y aún sabemos poco sobre esta situación, pero de momento os contaré una de las últimas teorías.
Según una nueva evidencia descubierta gracias a un modelo informático, habría una explicación evolutiva para este efecto. Según esto, nuestro sistema inmune tiene un “interruptor de encendido y apagado” controlado por nuestra mente. Y, como bien sabéis, engañar a nuestra mente es mucho más fácil de lo que parece.
Esta evidencia se empezó a tener en cuenta al ver que había otros animales con los que también funcionaba el efecto placebo, como bien explica Peter Trimmer, biólogo de la Universidad de Bristol, en Reino Unido:
Los hamsters siberianos no intentan combatir una infección si las luces que tienen encima de su jaula de laboratorio imitan los días cortos y las noches largas del invierno. Pero, si se cambia este patrón de luz para simular la estación de verano, con días más largos y noches cortas, se consigue que estos hamsters tengan una respuesta inmune completa.
De la misma forma que el ejemplo que explica Trimmer, los seres humanos reaccionamos igual al creer que lo que estamos tomando es realmente un medicamento, y no un simple placebo, llegando a provocar una respuesta incluso el doble de potente (podéis leer estudios al respecto en Annals of Family Medicine). Este “engaño” a nuestra mente, igual que en los hamsters
siberianos, provocaría una respuesta inmune totalmente completa.
Pero, ¿cuál es la explicación para que pueda suceder esto?
Según Trimmer, se debe a que el sistema inmune es muy costoso de activar, es decir, una respuesta potente y sostenida en el tiempo podría agotar nuestras reservas de energia. Por tanto, siempre que una infección no es letal, nuestro sistema cree que vale la pena esperar algún tipo de señal para actuar, en lugar de hacerlo directamente.
Por otra parte, Nicholas Humphrey, antiguo psicólogo de la London School of Economics, y primero en proponer esta idea sobre el efecto placebo, cree que el subconsciente del hamster siberiano actúa de esta forma en verano porque en esta época el suministro de comida es abundante, al contrario que en invierno. Nosotros, los seres humanos, respondemos inconscientemente al tratamiento, ya que creemos que viene con garantias de que superaremos la infección, sin afectar al suministro energético de otros órganos, algo que provoca una buena respuesta inmune con garantias de éxito. Curioso, ¿verdad?
Finalmente, esta la opinión de Paul Enck, de la Universidad de Tübigen, en Alemania. Él opina que es una teoría interesante, pero que no soluciona por completo nuestro desconocimiento sobre el efecto placebo, porque existen muchas respuestas diferentes en diferentes enfermedades para este efecto, y es muy poco probable que solo exista un mecanismo para explicarlos todos.
Particularmente, opino que Enck tiene razón, pero basándonos en esta nueva evidencia, puede que sea un buen punto de partida para poder encontrar los siguientes mecanismos y desengranar por fin otro de los grandes misterios de nuestro organismo.
Vía: New Scientist.