Expertos en España y en el resto del mundo ya advirtieron de muchos de los peligros de la inteligencia artificial. Uno de los más importantes refiere a los deepfakes, especialmente los usados en política. El caso de la IA que clonó la voz de Biden pidiendo no votar es un buen ejemplo de ello. El problema es mayor cuando personas como Elon Musk, el hombre más rico del mundo, comparten un deepfake con clara tendencia política en su plataforma X.
Esto es lo que ocurrió el pasado viernes por la noche, según recoge el New York Times. Musk, actual dueño de la red social X, publicó un vídeo de campaña de Kamala Harris, actual candidata presidencial tras la renuncia de Joe Biden para presentarse a las elecciones generales, en el que se imita su voz y cambia sus palabras.
Lo más grave es que esta versión, ya compartida previamente por otros usuarios en X, estaba marcada como una parodia. Musk no aclaró nada de esto; simplemente añadió un mensaje sin aclarar si el vídeo estaba editado o no. Por si fuera poco, todo apunta a que el magnate habría incumplido las propias políticas de su red social, que especifican la prohibición de compartir medios falsos que puedan engañar a usuarios de la plataforma.
Elon Musk comparte un deepfake
"Esto es increíble [emoji de risa]". Así titula Musk su publicación de X en la que cita la campaña de una cuenta llamada "MrReaganUSA" y en la que se recoge este vídeo modificado. El metraje totalmente modificado que imita la voz de Kamala Harris y la cambia, elimina a Trump del vídeo original y lo cambia por Joe Biden.
La voz modificada de Harris entra en numerosas teorías conspirativas para criticarse a sí misma, llegando a afirmar que la candidata pertenece al llamado Deep State de Estados Unidos. Mientras que la cuenta original establece que el anuncio es una parodia claramente, Elon Musk no aclara eso en ningún momento. A esto hay que sumarle las impresionantes estadísticas del post de Musk; 56.000 comentarios, 239.000 reposts y casi un millón de Me Gusta.
Por supuesto, varios usuarios han señalado este hecho de forma negativa, llegando a acusar a Musk de haber cometido una ilegalidad. En una respuesta, Musk dice lo siguiente: "consulté con una reconocida autoridad mundial, el profesor Suggon Deeznut, y dijo que la parodia es legal en Estados Unidos". Así, Musk se defiende asegurando haber compartido una simple parodia.
El problema, lejos del hecho intrínseco de la situación, es que el acto de Musk contraviene los términos y condiciones de la misma X en lo que a compartir contenido alterado o manipulado refiere. En una actualización de guidelines de abril de 2023, X estableció que no estaba permitido compartir "contenido multimedia sintético, manipulado o fuera de contexto que pueda engañar o confundir a las personas y causar daño".
Hay más. En la sección que establece qué se considera como medio engañoso, X especifica que estos medios pueden incluir imágenes, vídeos, audios, GIFs y la URL que aloja el contenido relevante. Se deben "incluir medios que hayan sido alterados, manipulados, o fabricados de manera significativa y engañosa". Además, se deben incluir medios "que se comparten de manera engañosa o con un contexto falso".
El punto más conflictivo es el siguiente: para considerarse como medio engañoso, el post debe incluir "medios que puedan generar confusión generalizada sobre cuestiones públicas, afectar la seguridad pública o causar daños graves". X se reserva el derecho a marcar el contenido como engañoso o directamente eliminarlo en los peores casos.
Incluso la legislación estadounidense deja claro que este es un acto problemático. La Ley de Campaña Electoral Federal de los Estados Unidos del año 1971 especifica claramente que está prohibido calumniar tanto candidatos como partidos políticos, o publicar información tergiversada como mínimo. El problema es que esta normativa tiene más de medio siglo, por lo que no contempla el fenómeno deepfake, bastante propio de nuestros días.