Ya es prácticamente sabido que Apple habría firmado un acuerdo con OpenAI para llevar ChatGPT al iPhone con iOS 18. Unos rumores que han ido apareciendo en España de forma paulatina, y que demuestra por enésima vez el vuelco a la inteligencia artificial que Tim Cook ha prometido para Apple. Una voz bastante peculiar asegura que dicha unión entre ambas firmas es temporal, y que no durarán en el tiempo.
Así lo asegura Dag Kittlaus, el cofundador y director junto a otros empresarios de nada menos que Siri, el actual asistente virtual que se espera sufra una auténtica revolución con iOS 18. Kittlaus, que por el año 2007 era CEO del grupo SRI Venture Group, creó Siri junto a Adam Cheyer y Tom Gruber. Ahora, ha hablado para Mark Gurman, periodista de Bloomberg, y ha vaticinado cómo acabará el acuerdo entre Apple y OpenAI.
Kittlaus es tajante al respecto, y especifica que la asociación entre estas empresas es "una relación de corto a mediano plazo", y cree que ambas firmas "trabajarán duro para desarrollar sus propias competencias aquí". En este sentido, la predicción de Kittlaus recuerda enormemente a la duradera pero finiquitada relación entre Apple e Intel, la cual proporcionó procesadores para Mac hasta el año 2020 con Apple Silicon.
El acuerdo no será amplio
Prácticamente todo el mes de mayo ha estado marcado por este supuesto acuerdo para integrar la IA de OpenAI en los iPhone. Unos rumores que detallan cómo Apple revelará este acuerdo en la próxima WWDC 2024 que se celebrará el próximo 10 de junio. Una conferencia en la que no se verán nuevos dispositivos, pero sí muchas funciones de IA.
Mark Gurman, periodista especializado en Apple y filtrador usual de sus novedades, explica en un informe que Apple estaría forjando un importante acuerdo con OpenAI, la empresa que actualmente tiene la voz cantante en el sector de la IA generativa. El acuerdo, dice Gurman, será clave en la WWDC de la semana, y se producirá básicamente por necesidad de Apple.
Por supuesto, eso no ha impedido que Apple desarrolle sus propias funciones de inteligencia artificial que se ejecutarán tanto en los servidores de Apple como en el propio iPhone. Incluso está el caso de Ajax, el chatbot rival de ChatGPT que Apple lleva desarrollando y en el que ha invertido miles de millones de dólares diarios. El problema es que "no está a la altura", según Gurman.
Es aquí donde entra Dag Kittlaus, uno de los miembros clave en la creación de Siri. Cabe recordar que Siri fue adquirida por Apple en 2010, lo que causó que el asistente estuviera presente desde entonces en todos los dispositivos de la compañía. Con el auge de la IA, Siri ha demostrado quedarse atrás y por ello Apple desea vitaminarla con las últimas novedades en inteligencia artificial.
Kittlaus, preguntado por Gurman, cree que la asociación entre Apple y OpenAI no será duradera, esencialmente por la competitividad y la necesidad de ambas empresas por liderar la carrera de la IA. De hecho, Apple está increíblemente inmersa en este nuevo mercado; la conferencia de la WWDC con Tim Cook a la cabeza será una de las más importantes.
Pese a la negativa de Kittlaus de creer en un futuro duradero de este acuerdo, el veterano directivo cree que esta asociación será la oportunidad perfecta de que Siri exprese todo su potencial. "Ya no existen limitaciones técnicas para hacer realidad la visión original de Siri", dijo el directivo, que aspiraba a crear un asistente inteligente de grandes capacidades.
Uno de los argumentos que Apple ha esgrimido para posicionarse en esta carrera, en la que Google, Microsoft y Amazon han presentado sus propias propuestas, es usar lo que Cook llama "una combinación única de integración perfecta de hardware, software y servicios". El caso es que los chatbots y la potencia de las IAs de Google y OpenAI están por encima, lo que ha llevado a Apple a explorar numerosos acuerdos.
Lo cierto es que Apple ya ha recogido bastante fama de mantener acuerdos durante años y luego desecharlos en pos de potenciar sus propios servicios. En 991 IBM se alió con Apple para impulsar sus procesadores PowerPC en los Macintosh de Apple, y posteriormente los de Cupertino se aliaron con Intel para este mismo fin. En 2020, con la llegada de Apple Silicon, Apple decidió usar sus propios procesadores, los Apple M para Mac e iPad.