Esta semana se celebra el lanzamiento en España del Oculus Quest 2, un dispositivo de realidad virtual que puede cambiar cómo mucha gente aprecia esta tecnología, descubriendo sus posibilidades.
Porque sí, la realidad virtual sirve para mucho más que para disfrutar de algunos videojuegos. El potencial es tremendo en muchas áreas, no solo del entretenimiento sino también en el trabajo o incluso en la investigación científica.
Al fin y al cabo, la realidad virtual nos permite crear un "mundo", en el que podemos ver las cosas desde cualquier perspectiva; eso es útil hasta para los científicos que quieran estudiar sus datos de una manera diferente.
Realidad virtual para ciencia
Eso es lo que piensan investigadores de la Universidad de Cambridge y la empresa especializada en análisis 3D de imágenes, Lume VR; juntos han desarrollado vLUME, una nueva aplicación para visualizar datos de estudios científicos.
En concreto, esta aplicación usa datos obtenidos con microscopios de "super-resolución" y los muestra de una manera mucho más espectacular y visual. Las células capturadas por el microscopio ahora son gigantescas estructuras tridimensionales, que el investigador puede examinar desde cualquier ángulo.
La microscopía de super-resolución permite obtener imágenes a nanoescala, que normalmente no serían posibles por los propios límites de la luz cuando observamos cosas tan pequeñas con un microscopio óptico. En realidad, se trata de un conjunto de varias técnicas, incluyendo el uso de computadoras.
Examinando células
Los datos obtenidos de esta manera son muy útiles, pero no hay una manera práctica de verlos en tres dimensiones; esto es importante porque, a diferencia de lo que podríamos pensar mirando un microscopio, la biología es tridimensional. Un microscopio que muestra una imagen en dos dimensiones no cuenta toda la historia, y hay detalles que se pueden pasar por alto.
De ahí nace la necesidad de mostrar esos datos en tres dimensiones. El programa vLUME interpreta esos datos, mostrando estructuras tridimensionales que se pueden explorar con un visor de realidad virtual. Estos datos se muestran en tiempo real, por lo que el proceso es rápido y directo, sin necesidad de esperar a que el software interprete los datos.
Eso permite a los investigadores "caminar" entre las células que están estudiando, observando todos sus detalles. La experiencia es aparentemente "increíble", según una estudiante que capturó una célula inmunitaria y a continuación la observó "en persona" usando realidad virtual.