Ya estamos en “pleno” 2019 y esto implica aguantar una costumbre que a muchos les da por realizar en estas fechas: recordar las predicciones que hicieron algunos acerca de este nuevo año. Sin duda hay algunas predicciones de personas que por cuestiones que no alcanzamos a comprender aciertan, pero como siempre ocurre, hay muchos que lo hacen con una puntería algo más que cuestionable.
Este es el caso de Isaac Asimov, conocido por ser el creador de las leyes de la robótica que tan famosas se han hecho. Hace 35 años, en 1983, hizo unas cuantas predicciones al diario The Star para el 2019. No estamos hablando de un cualquiera, por lo tanto ¿en qué ha acertado? Veamos en qué pensó este escritor, bioquímico y prolífico autor.
Las predicciones del genio Isaac Asimov para 2019
Estamos hablando de los años 80 así que el tema de la Guerra Fría y el temor a un conflicto nuclear iban a salir a coladero. Las predicciones de Asimov se mueven en varios temas principales: la guerra nuclear, la computerización y sobre todo el uso del espacio. Parte de esta guerra estaba claramente marcada por la Carrera Espacial en la que se enzarzaron EE.UU y la entonces URSS.
Asimov por supuesto teoriza sobre el conflicto nuclear, pero es inteligente y habla de un escenario en el que no se produzca como ha sido el caso (aunque aún es muy temprano para decirlo). En caso de que no lo haya, Asimov asegura que la informatización de nuestras vidas avanzará más que nunca. Una de sus predicciones tiene razón: los ordenadores son tan comunes que en cualquier hogar hay uno o varios. Lo mismo ocurre con los móviles aunque con un cierto matiz; Asimov los considera un “producto secundario esencial”, y al final han sido el producto estrella de nuestra era superando en amplios aspectos al PC.
Android ya es el sistema operativo más usado superando a Windows
Según el artículo de The Stars, Asimov asevera que “la sociedad hará que sea imposible prescindir de ellos, excepto cortejando el caos; y aquellas partes del mundo que se atrasan al respecto sufrirán obviamente como resultado que sus cuerpos gobernantes clamarán por la informatización como ahora claman por las armas”. En términos coloquiales, Isaac asegura que en un momento dado la informatización se necesitará más que la guerra. También asegura que los hábitos de trabajo cambiarán y desde Omicrono podemos asegurar que eso es cierto, si bien ya lleva siendo así desde hace unos años.
El trabajo por encima de la mente humana y una super población
Isaac va muy lejos con el tema del trabajo. Asegura que el futuro destruirá nuestras mentes y asegura que los trabajos que desaparecerán serán los más simples o los enfocados a una rutina en una oficina. Según The Star en referencia al artículo de 1984, “los trabajos que sean lo suficientemente simples, lo suficientemente repetitivos y lo suficientemente estúpidos como para destruir las mentes finamente equilibradas de aquellos seres lo suficientemente desafortunados como para haber sido forzados a pasar años haciéndolos para ganarse la vida, pero lo suficientemente complicados como para descansar por encima de la capacidad de cualquier máquina que no sea una computadora”.
Y sentencia: los robots y las computadoras que estén “perfectamente diseñados” tomarán el control y nos dominarán. Los trabajos actuales estarán destinados a crear, instalar y mantener robots y ordenadores y habla de la creación de máquinas inteligentes, refiriéndose claramente a la que conocemos hoy como inteligencia artificial. Es fundamental entonces que la educación en la población implique un cambio de naturaleza para que grandes poblaciones sean enseñadas a lidiar con la tecnología y que sean “informadas en computación”.
En 2019 la tendencia de que los millones de personas sin capacitación no puedan encontrar su trabajo acabará. Estas personas que según The Star no podrán ser puestos a trabajar en algo útil serán reeducados y reentrenados además de ser ayudados por “grupos gobernantes menos sabios, y habrán sido apoyados por algún tipo de arreglo de bienestar a regañadientes”.
La población aumentará exponencialmente y los gobiernos serán incapaces de abordar las problemáticas que implica este exceso de población humana. Esto será alimentado por una irresponsabilidad humana acerca de la contaminación y el desperdicio de recursos, y aunque desprecia a los gobiernos en el 2019, asegura que se crearán herramientas para revertir el daño al medio ambiente.
Pero no todo es malo según Asimov. La educación se mejorará gracias a la inclusión de las tecnologías actuales, y los maestros y maestras se esmerarán enormemente para poder ofrecer una educación lo suficientemente entretenida y buena para emular o superar la que podrían recibir en sus casas con sus móviles o PCs. La frase que más muestra este concepto es esta: “la educación se convertirá en diversión porque brotará desde dentro y no será forzada desde fuera”.
Otra de las predicciones de Asimov que podemos considerar como cierta es que los humanos serán ricos en ocio en el 2019. Por ocio, Asimov se refiere a “ocio para hacer algo que uno quiere hacer; ser libre para participar en la investigación científica, en la literatura y las artes, para perseguir intereses fuera de la vía y fascinantes pasatiempos de todo tipo”. No podemos negarlo; aquí Asimov ha acertado de pleno pero de nuevo esto lleva siendo así desde hace algunos años antes de 2019.
Finalmente, sobre el espacio y la utilización de este Asimov es tajante; si no se usa para fines militares (como desea Trump) se usará como un sitio en el que prevalecer. De hecho, asevera que no será un simple espacio de viaje, y rechaza la idea de que únicamente lo usaremos para transportarnos.
Aquí las predicciones se vuelven un poco más estrambóticas. Asimov prevé una estación internacional espacial (como la ISS que tenemos ahora) en la que convivirán humanos de todas las razas y se convertirá en un espacio en el que convivir con un número de personas crecientes. La verdad es que esta predicción aún está lejos de hacerse realidad.
Y sí, no podíamos olvidar la más llamativa: minar la Luna. En el 2019 la Luna se convertirá en un sitio en el que nacerá una fuerza internacional en la que convivirán personas de todas las nacionalidades. Se establecerá una estación minera “que procesará el suelo lunar y lo llevará a lugares en el espacio donde pueda fundirse en metales, cerámica, vidrio y hormigón: materiales de construcción para las grandes estructuras que se pondrán en órbita sobre la Tierra”.
En definitiva, dicha minería serviría para crear una serie de dispositivos como una estación de energía solar espacial con la que captar dicha energía para deshechar definitivamente las más tradicionales o observatorios espaciales. Según The Star: Sería el primero de una faja de dispositivos de este tipo que se ajustan al plano ecuatorial de la Tierra. Sería el comienzo del tiempo en que una parte importante de la energía de la Tierra provendrá del sol en condiciones que no la harán propiedad de ninguna nación, sino del mundo en general”. Además, Asimov asegura que dichas estructuras servirán para crear un clima de convivencia y paz mundial entre las naciones.
Definitivamente, Asimov no iba mal encaminado. Pero digamos que es posible que se haya venido un poco arriba de más.
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