Bitcoin, a pesar de que es anónimo, no lo es del todo. Las personas están escondidas tras un código alfanumérico de hasta 32 cifras, pero, con ciertas condiciones a favor, podremos conocer a la persona que está detrás o, al menos, investigar su rastro (como todas las transacciones quedan registradas, es muy sencillo seguir el rastro de un monedero de Bitcoin).
Se puede, por ejemplo, seguir el rastro de hackers que aceptan pagos en Bitcoin como forma de pago. Se puede saber qué hacen con ese dinero, adónde va y, con un poco de paciencia, se podría descubrir a la persona. Y, de hecho, esto ya se ha hecho.
Se dice que Bitcoin es anónimo, pero no lo es tanto
Por ejemplo, hace unos meses se robaron lo que por entonces eran 71 millones de dólares en Bitcoin a una casa de intercambio (exchange). Todos esos Bitcoin fueron a parar al mismo monedero (y aunque no, el resultado hubiera sido el mismo).
En ese entonces, ese monedero se convierte en el más observado del mundo. Cualquier cosa que haga se quedará registrada, y se podrá seguir el rastro, aunque use otros cientos de monederos para enredar las transferencias. Pero no todas las criptomonedas son así: Monero, por ejemplo, sí que es totalmente anónima ¿Cuál es la diferencia?
Monero, la criptomoneda totalmente anónima
Monero (XMR) es una moneda alternativa que nació en abril de 2014 y que cuya característica principal es esta de la que hablamos, el completo anonimato. Con Monero, literalmente, no puedes saber desde qué cuenta se emiten las transacciones, ni en qué cuenta se recibe, ni cuál es la cantidad enviada. Es completamente anónimo, opacas totalmente, en su más sentido extricto.
Se basa, básicamente, en la ofuscación de los datos. Por ello es por lo que es usada por los ciberdelincuentes para blanquear dinero o para usarlo sin que nadie pueda saberlo. Convierten los Bitcoin conseguidos en robos o en ataques informáticos (entre ellos, de tipo ransomware) en Monero y desde ahí ya pueden usarlos sin preocupaciones.
Literalmente es como si se reuniesen muchísimas personas y todas metiesen en una caja negra y obscura las monedas de Monero (moneros) que quieren enviar a otra persona. Un vez dentro, se agita la caja y se revuelven todos.
Esta tecnología se llama ‘ring signature’ (‘firma de anillo’ en español) y no es propia de Monero
A la hora de recibirlos, los destinatarios meten la mano en la caja sin saber qué están cogiendo, y se llevarán exactamente los moneros que estaban esperando, pero sin ser necesariamente los que la persona le envió, sino la misma cantidad, pero siendo de procedencia de otra persona. Es decir, que lo que pasa dentro de caja obscura impide saber quién envía qué a quién.