En el sector de los drones para uso civil, pocas compañías pueden hacer sombra en España a DJI. Su amplísimo catálogo de dispositivos tiene múltiples funciones, desde las meramente recreativas hasta ayudar a los agricultores a analizar sus cultivos o facilitar el reparto de mercancía. Entre sus soluciones industriales, hace un par de años sorprendió con el dron Matrice 30 y una estación de aterrizaje con carga autónoma, el DJI Dock.
Ahora llega al mercado global una nueva generación de estos dispositivos, los drones Matrice 3D y Matrice 3TD y la estación DJI Dock 2, diseñados para optimizar las operaciones diarias de topografía, inspecciones, gestión de activos y seguridad en grandes instalaciones, como estaciones eléctricas o macrogranjas de paneles solares.
"A lo largo de los años, los drones industriales de DJI han ayudado a los héroes cotidianos a salvar vidas, mejorar la seguridad de los trabajadores en muchas industrias y conservar ecosistemas en medio de cambios climáticos", aseguró Christina Zhang, directora sénior de estrategia corporativa de DJI, en un comunicado de prensa. "Hoy en día, demasiados trabajadores deben realizar tareas repetitivas, pero complejas y peligrosas. Con DJI Dock 2, ofrecemos una solución aérea autónoma y rentable para realizar eficientemente estos trabajos desde una distancia segura".
Vuelos autónomos
Para esta nueva versión de su estación portátil de aterrizaje, los técnicos de DJI han diseñado dos nuevos drones que comparten algunas características. Ambos cuentan con antenas RTK integradas y detección de obstáculos omnidireccional, lo que mejora la tasa de éxito de cada tarea de vuelo autónoma. Gracias a la gran capacidad de su batería, tienen un tiempo de vuelo de hasta 50 minutos y un alcance de cerca de 10 km, además de contar con protección IP54 para viento y polvo.
A pesar de esas especificaciones compartidas, sus funciones son distintas. Matrice 3D está diseñado para misiones autónomas de cartografía y topografía, para las que dispone de una telecámara con un sensor de 1/2 pulgadas, formato equivalente a 162 mm y 12 MP. También cuenta con una cámara gran angular (CMOS 4/3, formato equivalente a 24 mm y 20 MP) con un obturador mecánico, para realizar tareas cartográficas de alta precisión a escala 1:500.
Por su parte, Matrice 3TD está diseñado para operaciones de seguridad e inspección. La telecámara es la misma que la del Matrice 3D, pero su cámara gran angular es más potente, con un CMOS de 1/1.32 pulgadas, formato equivalente a 24 mm y 48 MP de resolución. Entre las mejoras también incluye una cámara infrarroja adicional con zoom digital 28x que puede mostrar tanto imágenes de luz visible como térmicas.
Estación DJI Dock 2
Ambas aeronaves han sido diseñadas para adaptarse a la Dock 2, un 75 % más pequeña y un 68 % más ligera que la generación anterior y con mejores prestaciones. Entre otras cosas, esta estación permite usar el software DJI FlightHub 2 para crear modelos 3D de alta precisión basados en los datos de vuelo recopilados por los drones. Con esta información, las aeronaves se pueden programar para ajustar automáticamente el ángulo de la cámara y capturar la misma área en vuelos posteriores.
Con un peso de 34 kg, está pensada para que dos adultos puedan transportarla a mano, lo que hace su instalación más sencilla y económica. Una vez terminado el trabajo, puede recogerse y ocupa un pequeño espacio en el maletero de un coche o furgoneta.
Para evaluar el espacio en el que se pretende operar, DJI Dock 2 utiliza sensores de visión antes de desplegar el dron, para asegurarse de que la ruta de vuelo y el destino tengan buenas señales GNSS. Así se puede acelerar el proceso de selección de una zona para la instalación de una gran infraestructura, que de 5 horas puede reducirse a sólo 12 minutos.
Esta estación de aterrizaje permite realizar operaciones a distancia estables y rentables incluso en climas y entornos adversos. Se puede programar para realizar misiones de forma autónoma, aunque los operadores también pueden controlar el vuelo y el ángulo del estabilizador en cualquier momento y desde cualquier sitio. En este pequeño hangar, la batería del dron se puede cargar de forma inalámbrica del 20 % al 90 % en unos 30 minutos.
La otra gran ventaja de Dock 2 para las operaciones remotas es su mínimo mantenimiento, que se realiza cada seis meses. En caso de una interrupción de energía, es capaz de funcionar de manera independiente durante 5 horas gracias a su batería interna, tiempo más que suficiente para que el dron regrese y aterrice.