Esta es la forma de saber si tus AirPods son falsos: las diferencias con las que pueden reconocerse

Es indudable que los AirPods de Apple han generado una marca distintiva en el mercado de los auriculares inalámbricos. Cualquier usuario o firma entiende cómo son estos dispositivos y, por ende, no son pocos los fabricantes que intentan desesperadamente copiar estos productos y vender falsificaciones. Un experto ha expuesto las diferencias fundamentales entre los AirPods verdaderos y los falsos usando rayos X.

Hablamos de Jon Bruner, de la compañía Lumafield, una firma de diagnóstico de dispositivos de ingeniería a nivel industrial. Básicamente, se trata de una empresa de inspección industrial para ingenieros y comprobar mediante técnicas avanzadas los problemas que soluciones de ingeniería puedan tener. Bruner expuso hace poco fotografías de tomografías computerizadas de AirPods de Apple.

Más concretamente, Bruner comparó un par de AirPods Pro auténticos de Apple con otros dos pares falsos. También comparó cargadores de MacBook originales y falsos. Las diferencias que recogen los rayos X son tremendamente notorias, tal y como expone Bruner.

AirPods falsos en rayos X

En un extenso hilo de Twitter, Bruner habla de las principales diferencias de estos productos. Analizando los AirPods oficiales, Bruner se deshace en halagos; "Es una maravilla de la miniaturización. Todo está almacenado de manera eficiente en una carcasa curva con PCBs flexibles estrechamente integrados".

De base, las diferencias visuales son más que obvias, pero la cuestión va más allá. Bruner pasa de los halagos a la crítica dura en el caso de los AirPods falsos. "Los componentes están conectados mediante cables, no mediante PCB flexibles". De hecho, da a entender no solo que los cables son de menor calidad, sino que las soldaduras llegan a ser incluso malas. "Puedes ver algunas gotas de soldadura salpicadas dentro de la carcasa".

Es decir, que ya no tratamos con una cuestión de calidad, sino de seguridad, ya que evidentemente la presencia de restos de soldadura dentro de componentes eléctricos puede ser problemática. No obstante, sigue con la comparación, con diferencias de calidad y composición clamorosas y quizás ilegales para ciertos estándares de calidad.

Otro de los puntos clave de los AirPods Pro reales se encuentra en los micrófonos. Mientras que los oficiales tienen tres micrófonos MEM (uno de ellos controla el ecualizador adaptativo en tiempo real), los falsos solo tienen uno y además, de muy mala calidad. De hecho, las zonas en las que supuestamente están marcados los micrófonos están vacías en el caso de los falsos.

Hay más. Las baterías también son increíblemente distintas; los AirPods Pro oficiales usan baterías de iones de litio de tipo botón y los falsos, simplemente usan baterías de tipo bolsa. En cuanto a la carga, ocurre lo mismo. El estuche de los AirPods oficiales tiene una bobina para carga inductiva, e incluso tienen imanes que encajan el estuche en el lugar cuando se usa un cargador de un Apple Watch. Los falsos son mucho más simples, y de hecho, solo uno de ellos tiene dicha bobina.

Esto hace que además sean estuches mucho más ligeros, ya que no tienen imanes y disfrutan de baterías más pequeñas. Eso sin contar el plástico que envuelve el conjunto, que es de una calidad muy inferior. Tanto es así, que Bruner define las diferencias en la calidad de construcción general como "dramáticas". 

Este hecho llega a límites difícilmente justificables. Por ejemplo, uno de los estuches falsos incluyen pesos cuyo único fin no es otro que el de imitar el peso de los estuches oficiales. Esto además sirve para camuflar el uso de materiales más baratos, aunque entraña un problema de seguridad para con el producto. "El uso de materiales de calidad inferior afecta a la experiencia táctil y también compromete la integridad estructural y la vida útil general del producto", dice Bruner.

Todas estas fotos han sido tomadas usando la tecnología TC de rayos X industrial, que según la propia Lumafield, se encarga de capturar una serie de imágenes de rayos X en 2D desde varios ángulos. Es ahí cuando se usan estas imágenes para construir los objetos en 3D, usando una reconstrucción por TC y creando estas representaciones visuales.

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