Actualmente, existe una grandísima oferta de dispositivos de limpieza al estilo 'roomba' en España. El mercado de estos dispositivos es mayoritario, y firmas como iRobot, Xiaomi o Roborock dominan. Dos exingenieros de la división Nest de Google han diseñado un robot que lejos de ser uno más, destaca por ofrecer un acercamiento algo distinto. Así es el robot Matic, desarrollado durante 6 años.
Este robot ha sido diseñado por la compañía fundada por Navneet Dalal y Mehul Nariyawala, ingenieros que abandonaron ya hace un tiempo Google Nest, la división de Alphabet para desarrollar dispositivos de domótica. Y es que uno de sus titulares reside en su forma de ver el hogar, ya que en vez de detectar elementos de forma espacial, los detecta de manera visual.
De esta forma, el robot se comporta como lo haría un humano. Es decir, que en vez de procesar la casa de forma espacial como el resto de hogares, usa un conjunto de cámaras para procesar los elementos de forma completamente visual. Así se consigue una experiencia con menos problemas a la hora de limpiar, según recogen en IEEE Spectrum.
Un robot diferente
El Matic es un dispositivo que sale al mercado por 1.495 dólares, o lo que es lo mismo, poco más de 1.400 euros en España, aunque de momento no se ha lanzado en Europa. Este producto equipa una serie de hasta 5 cámaras RGB que sustituyen los ya clásicos sensores y láseres que usan el resto de modelos. Esto hace que su comportamiento sea distinto de base.
Y es que uno de los grandes problemas de los robots aspiradores convencionales es que debido a que se valen de los sensores y tecnologías como el LiDAR para orientarse tienden a ser erráticos en ciertas situaciones. Por ejemplo, no se manejan bien ante cables, espacios pequeños o alfombras que sean especialmente frondosas.
Los dos exingenieros de Google opinan que esto está causado por el uso de un mapa escaneado del hogar, que no tiene en cuenta estos elementos. Ambos usaron sus años de experiencia en Nest y sus conocimientos en sus respectivos campos, tales como la detección de gestos y el reconocimiento facial. Definen a su robot Matic como el primer robot verdaderamente autónomo.
En una entrevista a The Verge, ambos detallan el proceso de desarrollo del Matic. En lugar de crear un mapa de la casa basado en sensores, crea un mapa similar a la vista de una calle en 3D. Algo parecido a lo que hace Google Maps con Street View, sin ir más lejos. Combinando este mapa con la visión computacional del propio robot, consigue que Matic se mueva por la casa como si estuviera recorriendo, de verdad, una ciudad.
Así, Matic esquiva los elementos directamente, deslizándose alrededor. Y decimos elementos porque normalmente, los robots normales esquivan lo que ellos consideran obstáculos. Matic puede esquivar, sin ir más lejos, el desorden del hogar y los elementos que se crucen en su vista que puedan ser problemáticos. No hace falta, por lo tanto, quitar los 'trastos' antes de poner el robot a funcionar.
El factor de forma del Matic así lo demuestra. No es retaco y circular como el resto de dispositivos; tiene un cuerpo cuadrado, con ruedas grandes y con un cabezal superior que alberga el motor de la aspiradora como tal. Además, se vale del aprendizaje automático, ya que usando sus cámaras y una serie de redes neuronales, aprende del reconocimiento de imágenes para tomar decisiones.
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Esto evita que el Matic tenga que ir equipado con fuertes protecciones como sí hacen otros tantos robots aspiradores, que dependen en gran parte de que su factor de forma esté bien protegido contra los obstáculos. Gracias a esta comprensión basada en IA, el Matic es capaz de esquivar más objetos (al menos sobre el papel). Sus creadores afirman que pueden detectar muchos más elementos que la competencia, pudiendo discernirlos entre sucios, no sucios o desconocidos.
Es capaz de limpia tanto líquido como superficies secas y es capaz de identificar, de nuevo gracias a sus cámaras, distintos tipos de suelo y elementos como alfombras. También admite comandos por gestos, ya que equipa tanto altavoz como micrófono. Es decir, el usuario puede darle órdenes dichas y este responder, aunque como decimos, aprenderá de nuestros hábitos para disponerse a limpiar a determinadas horas.
Este enfoque de inteligencia artificial no se limita al marketing. Es capaz de adaptarse al tipo de suciedad y actuar en consecuencia, por lo que no aplica la misma metodología con todo lo que tiene que eliminar. Existen ejemplos; si detecta elementos como palomitas de maíz, reducirá la velocidad del cabezal para que al recogerlos, no se esparzan granos blancos que puedan desprenderse.
La tecnología encargada de ello se llama SLAM (localización y mapeo simultáneos, por sus siglas en inglés) pero con una implementación mucho más mejorada, gracias de nuevo a la comprensión semántica promovida por las redes neuronales y los algoritmos incorporados en Matic.
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Si bien no tiene función de autovaciado, sí que se estaciona junto al depósito de suciedad de su base y avisa al usuario de que debe vaciarlo. Puede almacenar hasta un mes de polvo o una semana de elementos secos y líquidos. Por otro lado, presume de ser tremendamente silencioso, sin superar los 55 decibelios, gracias a su enfoque en la capacidad del cepillo para recoger la suciedad y no tanto en la potencia bruta.
Es capaz de barrer y fregar gracias a su depósito de 600 mililitros y tanto el líquido como la suciedad van a la misma bolsa. Unas bolsas que absorben todo el líquido para evitar que este se filtre ni a la bolsa de basura ni al propio robot. Para conseguir bolsas, será necesario pagar una membresía opcional que proporcionará garantía adicional, accesorios, etcétera. No se sabe si acabará en Europa, pero de momento, se puede reservar en territorio estadounidense.