Las mejoras en las baterías de los dispositivos electrónicos están permitiendo cosas hasta hace poco impensables. Desde móviles que duran varios días de uso intensivo sin cargar (o que llegan al 100% de su capacidad en apenas 10 minutos) hasta una cafetera portátil para tomar café recién hecho en plena acampada. Si hay una marca a nivel internacional especializada precisamente en herramientas y dispositivos inalámbricos, esa es la japonesa Makita.
En su catálogo se pueden encontrar desde distintos modelos de taladros y motosierras hasta neveras, cafeteras, ventiladores y hervidores de agua, todos alimentados gracias a potentes baterías para poder usarlos sin depender de tomas de corriente. El último producto de esta centenaria compañía va un paso más allá: es un microondas inalámbrico, pensado inicialmente para los trabajadores de la construcción, pero muy útil también en acampadas o en caso de apagón.
Makita, que ha desarrollado la tecnología XGT de baterías recargables, diseñadas para soportar una gran exigencia de herramientas que consumen mucha energía, ha aplicado estos avances en un producto como el MW100G. De momento, sólo estará disponible en Japón a un precio de 71.500 yenes, algo más de 500 euros.
Potencia y autonomía
Los microondas necesitan una considerable potencia para funcionar de manera óptima, lo que suponía todo un desafío para los ingenieros de Makita, que debían buscar una solución ligera y versátil pero que fuera capaz de calentar platos precocinados, bebidas y hasta cocinar comida congelada.
Así llegaron a este MW100G, que utiliza dos baterías recargables XGT de la propia marca para alcanzar hasta 500 W, no tan potente como los modelos más habituales de microondas pero todo un logro teniendo en cuenta que este es inalámbrico. Además, tiene unas reducidas dimensiones (8 litros de capacidad) y peso (unos 9 kilos sin baterías), que permiten transportarlo gracias a su asa en la parte superior y la banda para colgarlo del hombro.
El aspecto a mejorar para futuros modelos es el de la autonomía, ya que el microondas de Makita sólo puede usarse a máxima potencia durante 8 minutos. Llegado a ese punto, reduce su potencia hasta los 350 W hasta que se agoten las baterías. Según los cálculos de la marca nipona, el rendimiento del dispositivo permite calentar hasta 11 comidas o 20 bebidas, aunque estos datos variarán dependiendo de los alimentos y su estado previo (cuanto más fríos, más potencia necesita el microondas).
Pese a su portabilidad, el aparato no está pensado para ser utilizado en marcha. Dispone de un sistema de seguridad que lo desactiva al abrir la puerta y un sensor de inclinación que tampoco permite usarlo mientras lo llevas colgado al hombro.
Quizá haya soluciones más económicas, como un microondas normal y una batería externa como las que comercializa EcoFlow, pero la solución de Makita es más ligera y, sobre todo, puede abrir el camino para que otras empresas se lancen al atrevido mundo de los microondas portátiles.
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