Mientras las principales compañías tecnológicas compiten por ofrecer nuevas funciones en las pulseras de actividad y smartwatches con gran tirón en España, como las que incorpora el último Apple Watch, los fabricantes de relojes 'tradicionales' no dejan de superarse a sí mismos. Ya sea el reloj de lujo que tiene turbinas motorizadas y escudos retráctiles o el reloj más delgado del mundo, de lo que se trata es de desafiar los límites. Y Rolex lo acaba de hacer con la profundidad submarina: su nuevo lanzamiento, Deepsea Challenge, está preparado para funcionar a 11 kilómetros bajo el mar.
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Eso supone casi el doble que su más directo rival, el Seamaster Ultra Deep Pro de Omega, con una calificación de profundidad de 6.000 metros. Y también una mejora considerable con respecto al anterior modelo de Rolex para gran profundidad, el Deepsea Sea-Dweller, que tiene capacidad para resistir a 3.900 metros. Eso sí, el precio no es apto para todos los bolsillos: el Deepsea Challenge ya está a la venta por 25.750 euros.
Teniendo en cuenta que la mayor profundidad lograda por un buzo de saturación es de 534 metros, ¿qué sentido tiene aumentar la resistencia de los relojes hasta varios kilómetros de profundidad?
La respuesta estriba en que, al enfrentarse a estos desafíos de ingeniería, los técnicos de Rolex pueden seguir incorporando mejoras tecnológicas a sus futuros diseños y, de paso, reclamar su liderazgo en un mercado muy disputado.
Fosa de las Marianas
En 2012, el cineasta James Cameron realizó una histórica inmersión en la fosa de las Marianas en el océano Pacífico, el lugar más profundo del Tierra. Conectado al exterior de su sumergible iba un diseño experimental de Rolex, que mostró su capacidad para resistir a 10.911 metros de profundidad y ha sido la base de este Deepsea Challenge.
El modelo cuenta con un bisel giratorio unidireccional de 60 minutos, que permite a los buceadores controlar con precisión y seguridad sus tiempos de inmersión y descompresión. Además, está equipado con un inserto de bisel negro Cerachrom patentado y fabricado por Rolex en una cerámica a prueba de arañazos y golpes, cuyo color no se ve afectado por los rayos ultravioleta.
Por su parte, la elegante esfera negra cuenta con grandes marcadores horarios y agujas Chromalight, provistos de material luminiscente que emite un brillo azul de larga duración. Eso permite consultar todos los datos en condiciones de oscuridad, como las que reinan en las profundidades marinas.
Pruebas de récord
Otra de las especificaciones del reloj es un clásico de Rolex: la válvula de escape de helio, integrada por primera vez en un reloj en 1962. Esta válvula libera helio dentro de la caja del reloj cuando este se encuentra en una profundidad extrema para que este no estalle durante la descompresión.
La gran innovación para el desarrollo del Deepsea Challenge, más allá de su cuidada construcción y diseño, está en las rigurosas pruebas que ha tenido que pasar para garantizar su resistencia.
Para ello, Rolex ha colaborado con los especialistas en tecnología sumergible Comex, con los que ha diseñado un nuevo tanque de ultra alta presión, que le permitió someter al dispositivo a un margen de seguridad adicional del 25 por ciento.
Eso implica que el Deepsea Challenge ha sido sometido a una presión equivalente a una profundidad de 13.750 metros, más allá de lo que cualquier ser humano ha podido descender. James Cameron ya puede ir preparando el submarino.
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