Sonos, la compañía especializada en sonido de alta fidelidad, ha lanzado un nuevo altavoz: el Sub Mini, un pequeño y potente subwoofer con el que quiere potenciar los graves de sus barras de sonido y lograr así una experiencia más completa. La idea de la compañía es llevar el sonido a otro nivel, complementando así sus sistemas Sonos Ray o Sonos Beam, con un sonido más profundo, rico y equilibrado.
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A diferencia de Sub, el subwoofer de tercera generación que Sonos renovó en 2020, el nuevo altavoz inalámbrico cuenta con un diseño cilíndrico que aprovecha muy bien el espacio para potenciar el sonido, así como cuenta con un precio considerablemente menor: 499 euros. Es decir, 350 euros menos que el único subwoofer que la compañía tenía hasta ahora.
Las menores dimensiones le hacen perfecto para llenar habitaciones pequeñas y medianas. Es decir, es un altavoz que está pensado para ser emparejado con Beam, Ray, una pareja de Sonos One e incluso con los altavoces Symfonisk de IKEA. Aunque también es compatible con Sonos Arc, la compañía explica que su calidad óptima es en estancias no muy grandes y a volúmenes moderados, con lo que para disfrutar de la calidad de gama alta de Arc es mejor ir al modelo superior.
Diseño y sonido
El Sub Mini es realmente pequeño. Cuenta con 30 y 23 centímetros de alto y diámetro respectivamente, al tiempo que cuenta con un peso de 6,35 kilos. Su forma cilíndrica aporta un toque estético innegable al tiempo que logra ser discreto. Viene con dos acabados en mate (negro y blanco) para adaptarse lo mejor posible a casa.
Sin embargo, el verdadero reto de diseño está en su interior. Un preciso puzle en el que encajan dos woofers dinámicos para dar la sensación de inmersión en la película, serie o videojuego, un sistema acústico desde el que sale el sonido de forma potente y contundente, así como un sistema de adaptación del contenido y conexión WiFi de 5 GHz para que la comunicación entre barra y sonido sea impecable.
La obsesión de Sonos es el sonido, y han hecho hincapié en que no se produzca ese molesto zumbido que algunos woofers de pequeño tamaño devuelven. Para hacerlo, tanto la arquitectura de los componentes como el procesamiento digital del audio es clave.
Por un lado cuenta con dos woofers de 6 pulgadas que están orientados hacia el interior, para crear un efecto de cancelación de fuerza que neutraliza cualquier distorsión, también dispone de dos amplificadores digitales de clase D y apuesta por un túnel central mueve el aire de forma eficiente para maximizar los bajos.
Por su parte el procesado de la señal (DSP) maximiza la reproducción de graves generando frecuencias dignas de modelos de mayor tamaño. Al mismo tiempo, hace que los otros altavoces conectados prioricen las frecuencias medias y altas, que de los bajos ya se encarga Sub Mini.
Configuración y precio
Como siempre, el altavoz es fácilmente de configurar y emparejar a cualquier altavoz Sonos (no portátil) que tengamos en casa. La app de Sonos lo detecta al instante y se añade al sistema, un proceso que dura segundos y del que hay que olvidarse para siempre mientras se mantenga emparejado con el altavoz designado. Así pues, si cambiamos el volumen del altavoz, barra de sonido o el televisor, también se hará en el Sub Mini.
El Sub Mini también cuenta con el sistema TruePlay que optimiza la experiencia de sonido y los bajos que emite el altavoz a la habitación en la que estamos. Eso sí, a diferencia de sus altavoces portátiles Roam o Move altavoces portátiles —que no son compatibles con Sub Mini—, el TruePlay no es automático y habrá que usar un dispositivo con iOS para configurarlo.
Con respecto al precio y la disponibilidad, llegará a España a partir del 6 de octubre en dos colores (blanco y negro), con acabado Mate a un precio de 499 euros.