Quitas unos pocos tornillos, cambias unas piezas por otras más modernas, vuelves a colocar los tornillos y en menos de 10 minutos el altavoz que lleva años ofreciéndote tu música favorita está listo para seguir funcionando como si fuera nuevo. Bang & Olufsen se ha propuesto reconvertir su catálogo con productos modulares con tantas vidas como los gatos y España es uno de los primeros países en los que presenta sus nuevos objetivos.
Los altavoces inteligentes, equipos de música o tocadiscos son productos de gran valor, cuyos dueños apasionados por la música y el sonido de alta calidad miman durante años. Pero cuando un componente se rompe, la inversión económica puede ser dolorosa, obligando en muchos casos a comprar uno nuevo que sale más barato. Un derroche que se ha generalizado en toda la industria tecnológica y cuesta toneladas de basura electrónica al año. ¿Y si pudiéramos arreglarlos en casa nosotros mismos y darles una segunda o tercera vida sin ser expertos en ingeniería?
Mirada al pasado
Bang & Olufsen trae a España su propósito personal más ambicioso, unificar pasado presente y futuro de la empresa en una economía circular con la que desechar menos componentes y materiales, además de aportar más valor a la relación entre sus productos y sus clientes. Son tres los enfoques que adopta: crear modelos más longevos y fáciles de reparar, tunear los productos más viejos y convertirlos en nuevos y, por último, reciclar los materiales.
Con esta idea en mente, Mads Kogsgaard nos recibe en un taller improvisado de altavoces. Director Global de Producto de la marca es el impulsor de la iniciativa Los Clásicos de B&O con la que han restaurado el tocadiscos Beogram 4000C del año 1972. Un clásico con el que la empresa estudió su pasado para "aprender de aquello que hacía tan duraderos nuestros productos y mejorar los actuales para el futuro", explica.
A través de las distintas tiendas que tienen por el mundo localizaron a los dueños que aún conservaban esa reliquia y se la compraron para darles una segunda vida. Puliendo las partes de aluminio para darle un aspecto de nuevo, añadiendo detalles en madera y adaptando la vieja tecnología a los nuevos componentes, se actualizaron de forma individual y minuciosa hasta 95 unidades que se vendieron por unos 1.000 euros en poco tiempo. "Se demostró que la gente valora los productos de calidad que tienen una historia detrás" dicen.
Un futuro más modular
Con esta experiencia, ya estaban listos para dar el salto al presente, diseñando nuevos dispositivos modulares como se hacía con anterioridad. Así nace Beosound Level, el altavoz que he tenido el placer de destripar. Se trata de una pieza centrada en facilitar las necesidades actuales de los usuarios y el diseño que impera en los hogares del 2022, pero que también está dispuesto a renovarse en el futuro si es necesario.
Con un precio de 1.249 euros, este altavoz inteligente es portátil gracias a su batería que le otorga unas 16 horas de autonomía. Puede colocarse de la pared, tumbado o de pie en una mesa y el sonido se adapta a cada situación y estancia. Pero lejos de estas cualidades similares a otros modelos del mercado, el altavoz ha sido diseñado para durar lo máximo posible.
Eso es lo que ofrece ahora, pero ¿y dentro de cinco años? Entonces la marca quiere facilitar el recambio de la batería por una más nueva, siendo este el componente que antes se deteriora. Lo podrán hacer los propios usuarios en su casa y doy fe de que es una operación bien sencilla.
No solo es fácil desmontarlo, su disco duro está programado para solo usar el 50% de su capacidad y pasados unos años pasar al otro 50% para seguir manteniendo su capacidad y rendimiento como el primer día. A esto se le suman, las periódicas actualizaciones de software que llegan a través de la aplicación del móvil. Desde la decoración externa, hasta el módulo de streaming interno, Bang & Olufsen promete cambiar con kits caseros o en las tiendas aquello necesario para mantener actualizado el dispositivo durante muchos más años y que no quede obsoleto al ritmo frenético que evoluciona la industria.
De acuerdo, pero ¿cuánto tiempo estará disponible este soporte de componentes y actualizaciones? Kogsgaard asegura que se mantendrá después de que se venda la última unidad de un modelo, durante los siguientes 10 años. Pasado este periodo, la empresa perseguirá darle una segunda vida a esos dispositivos de otras maneras.
El dueño puede mantenerlo por su cuenta, revenderlo a otros compradores como ya ocurre, pero por parte de Bang & Olufsen se ofrecerá la posibilidad de recomprar el dispositivo y reutilizar sus componentes para otros modelos o remasterizarlo en un producto nuevo como ha ocurrido con el tocadiscos Beogram 4000C, a cambio el cliente puede conseguir descuentos en nuevos altavoces o equipos de música de la cadena.
Con estas posibilidades, este es el primer altavoz que consigue el certificado Cradle to Cradle, un reconocimiento que otorga la institución independiente Cradle to Cradle principalmente a productos textiles o de decoración, pero entre sus premiados es difícil localizar dispositivos electrónicos que no suelen llevarse bien con el concepto de sostenibilidad. "A mí no me gusta hablar de sostenibilidad, porque no hay ningún productos tecnológico que lo sea, a día de hoy es imposible por sus componentes, pero sí queremos intentar acercarnos y buscar soluciones para el futuro", afirma Kogsgaard.
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