Desde que las mascarillas se impusieron en España y en el resto del mundo, su uso ha presentado varios problemas del día a día. Quizás la más importante es la dificultad de las personas discapacitadas, al no ser capaz de leer los labios e identificar las emociones de los otros. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y su empresa Bionicia han creado una nueva mascarilla que soluciona estos inconvenientes.
Esta mascarilla, de frontal transparente pero totalmente higiénica y tiene equipada un filtro viricida en la parte delantera con nanofibras. La idea es que esta mascarilla no solo permita mostrar la parte frontal de la boca de la persona para facilitar la comunicación, sino que lo haga sin renunciar a todas las propiedades antibacterianas y protectoras contra virus.
Han sido el activista proderecho de las personas sordas, Marcos Lechet y la firma Proveil Bionicia ubicada en Valencia las que han presentado esta nueva mascarilla, aunque por el momento esta mascarilla no se comercializará en abierto.
Una mascarilla transparente
El propio CSIC admite que ya hay mascarillas que solucionan el problema de tapar la boca. Existen mascarillas transparentes, con aberturas e incluso las hay con RGB. No obstante, la clave de esta mascarilla apodada Proveil M.L. Inclusiva es que no solo mejora la comunicación con personas con problemas de audición, sino que mantiene todas las propiedades de una mascarilla convencional.
De hecho, va más allá. Esta mascarilla es la primera en incorporar el filtro de Proveil de nanofibra, que sobre el papel es capaz de "desactivar cualquier virus y bacteria", según el CSIC. Uno de los investigadores de Bionicia, Jorge Teno, asegura que su filtro asegura "la protección de quién la lleva" a la vez que facilita "la lectura de los labios".
Esto ha sido corroborado mediante certificados tanto internos como externos, que tasan la eficiencia de filtración frente a aerosoles de la mascarilla en un 90%. Por supuesto, cuenta con capacidad de bloquear todo tipo de virus y además dispone de una función antivaho. En el caso de la filtración de bacterias, el porcentaje asciende a un 98%. De hecho, ha sido certificada por el Instituto Tecnológico Textil AITEX.
No obstante, Jose María Lagaron, investigador del IATA-CSIC, advierte que esta mascarilla solo garantiza esta protección si, primero, se ajusta bien al rostro y segundo "se combina en formatos con ventilación o equipos de limpieza del aire".
Una primera generación
Esta primera versión, tal y como admite el propio CSIC, no es más que "una primera generación". Por ahora se encuentra en una primera fase de pruebas, por lo que por ahora no se comercializará en abierto. El CSIC afirma que se está trabajando "con el colectivo de personas sordas en su mejora y en su automatización para la producción en masa".
Lagaron, que junto a Teno representa al equipo I+D que ha desarrollado la mascarilla, explica que esta primera versión de la mascarilla se hará llegar a instituciones y usuarios específicos para su posterior validación. De hecho, ya se está buscando una segunda versión "que automatice su fabricación, y hasta una tercera fase que nos ayudará a hacerla mucho más sostenible, ya que será compostable".
En relación al funcionamiento de la mascarilla en interiores con ventilación, Lagaron afirma que están trabajando para sacarla en formato EPI, "con más tallajes y así asegurar que todo el mundo pueda leer los labios además de estar protegido", afirma.
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