El Apple Watch consiguió ponerse por delante del resto de relojes inteligentes por una sencilla razón: la cantidad de funcionalidades, especialmente aquellas relacionadas con la salud.
Con el tiempo, otras marcas han conseguido ponerse a la altura, e incluso adelantándose en sensores como el medidor de oxígeno en sangre; sin embargo, eso puede durar poco. Apple quiere renovar su apuesta en el sector de los wearables de salud.
Según ha filtrado The Telegraph, el próximo Apple Watch ganaría una serie de sensores que le permitirían ofrecer mucha más información sobre nuestro cuerpo y especialmente, nuestra sangre.
Nuevo Apple Watch
La lógica detrás de esta filtración es que se ha revelado que Apple es el mayor cliente de la empresa británica Rockley Photonics, especializada en el desarrollo de sensores ópticos no invasivos, capaces de obtener información para la que, normalmente, es necesario equipamiento médico avanzado.
Ya se rumoreó que el Apple Watch iba a tener medidor de glucosa en sangre gracias a esto, pero la última filtración apunta a algo mucho más grande. En concreto, Rockley habría desarrollado ya sensores ópticos para medir la presión sanguínea, la glucosa en sangre e incluso los niveles de alcohol en sangre.
Para conseguir esos datos, los sensores usan luz infrarroja, que pasa a través de la piel del usuario igual que los usados por el Apple Watch actual para detectar el ritmo cardíaco y los niveles de oxígeno en sangre.
Los ingenieros habrían conseguido usar esta tecnología para obtener información muy completa sobre la sangre del usuario; las apps de Apple podrán usar esos datos para informar al usuario sobre sus costumbres, como es habitual.
En efecto, eso significa que nuestro reloj podría informarnos si hemos bebido demasiado, o si estamos superando el nivel de alcohol en sangre permitido; sin embargo, hay que tener en cuenta que esta información no tiene peso legal alguno, y que al final, es el medidor de la Guardia Civil el que tiene la última palabra. Por lo tanto, este sensor no puede servir de excusa para beber y conducir.
Está por ver si estos sensores llegarán con el próximo Apple Watch Series 7, cuya presentación se espera para este año; las últimas informaciones de Rockley indican que el lanzamiento de estos sensores se podría retrasar para el 2022, por lo que llegarían con la siguiente generación.
Otra opción es que primero lleguen los sensores más avanzados, como el medidor de glucosa en sangre que el próximo reloj de Samsung también tendría.