Esta ola de frío que ha llegado a España ha dejado estampas llenas de nieve, provocando que los ciudadanos se animen a hacer fotos. Una imagen para el recuerdo que tiene cierta ciencia, aunque no lo parezca. Es cierto que sin muchas complicaciones podemos llevar a cabo una buena foto de la nieve, pero puede que te salga mal muy fácil.
¿Cómo evitarlo? Hay ciertos trucos a tener en cuenta a la hora de fotografiar la nieve. Parte de ellos te servirán para hacer mejores fotos en general, ya que dependen de ciertos valores que usualmente solemos olvidar cuando hacemos fotos en automático.
Detalles como controlar la exposición, usar la inteligencia artificial de tu smartphone o aprovechar la hora dorada, es decir, la mejor hora del día para sacar fotografías con la luz perfecta.
Sacar muchas fotos y revisarlas
Salvo en el caso de los iPhone de generaciones más actuales, todos los smartphones Android son diferentes entre sí. Incluso aunque dos modelos tengan el mismo procesador y la misma cámara, el procesado será diferente dependiendo del fabricante y de la gama del dispositivo. La clave está en que el teléfono sepa interpretar el dinámico.
El margen dinámico es el equilibrio entre luces y sombras que debe conseguir el teléfono. Prácticamente todos pueden disparar y grabar vídeo con HDR, es decir, High Dynamic Range, que en teoría debería mejorar los resultados de la luz de nuestra foto. Pero como decimos, hay fabricantes y smartphones que lo hacen mejor o peor.
Los teléfonos modernos son muy buenos tomando fotos con un buen rango dinámico disparando en automático. Pero hablamos de una superficie blanca que además refleja muchísimo la luz, y corremos el riesgo de que la foto salga quemada, por culpa
Por lo tanto, si vamos a disparar en automático (es decir, como siempre) es idóneo que antes de dar por finalizada la foto la revisemos, y comprobemos que el móvil ha sido lo suficientemente inteligente como para llevar a cabo la toma.
Usa el modo manual
Prácticamente todas las aplicaciones de cámara tienen un modo manual. Es lógico que no se use; presenta todos los parámetros que tendríamos en una cámara en el móvil sin contexto alguno, y muchos usuarios no saben qué significan. No toques lo que funciona, dicen. Pero no hay que ser un profesional de la fotografía para manejar este modo, menos con este truco.
Si notas que la imagen está quedando muy quemada, un buen recurso es bajar la exposición. Este es el principal valor de la luz de una fotografía, y se suele representar con un símbolo "+" acompañado de un "-" en un círculo. No hay que ser un experto; simplemente tenemos que reducir un poco ese valor.
Si bajamos un poco la exposición, tendremos una foto más oscura pero con menos quemazón. Otros parámetros útiles pueden ser el contraste para hacer más planos los tonos de la foto o cambiar el balance de blancos (representado con un WB) para cambiar el color de la foto a uno más azulado, por ejemplo.
Usa toda tu cámara
Es irónico que en la gran mayoría de teléfonos ya nos encontremos entre 3 y 5 sensores distintos. No es un misterio que una parte de ellos no suelen servir para nada, como suele ser el caso del macro y del sensor de profundidad. Pero muchos usuarios no conocen siquiera las propiedades de los otros sensores, que pueden ser muy útiles.
Esto depende principalmente del smartphone, pero en algunos teleobjetivos para hacer zum, grandes angulares para hacer tomas amplias e incluso en algunos casos sensores infrarrojos para hacer fotos con tonos de color distintos. Hurgando en los ajustes de la cámara y en sus modos, accederemos a ellos.
Por ejemplo, todos los iPhone de nueva generación (los XS, 11 y 12) montan un sensor gran angular que nos dará mayor amplitud para la fotografía. Además, matamos dos pájaros de un tiro; los grandes angulares suelen recoger menos luz, por lo que nos aseguramos que la fotografía no saldrá por lo menos quemada.
Usa la inteligencia artificial
Una buena parte de los teléfonos actuales vienen equipados con una inteligencia artificial para fotografía. Esta suele ser inútil en muchos casos, ya que tiende a sobreexponer o a exagerar los colores y tonos de una foto. Pero en otros casos, nos sirve para controlar la luz de una fotografía, ya que reconoce el objeto principal de la misma y ajusta los parámetros a su parecer.
Quizás usando la IA de tu Android o el Deep Fusion de Apple (es decir, su método de procesado de fotografías) obtengas unos buenos resultados sin tener que hacer más que darle al disparador.
Usa la hora dorada
Mucha gente cree que las fotos se han de realizar en las mejores condiciones de luz posibles. Y en cierta manera es cierto, pero las horas más duras de la tarde (especialmente en estaciones de verano) suelen ser nefastas para nuestras fotos, ya que la luz incide de forma muy directa y el rango dinámico puede llegar a ser un problema. Sobre todo para hacer fotos a nieve.
En la fotografía se conoce el concepto de la hora dorada, que dictamina que las mejores horas para sacar fotos es al atardecer o al amanecer. No solo nos darán una luz uniforme, sino bonita, ya que cambiará el color de la nieve dándonos tonalidades únicas. Por ejemplo, en el atardecer, podremos fotografiar nieve naranja o incluso roja, aunque todo dependerá del sitio y el momento de hacer la fotografía.