El mundo de la aviación ha realizado un hito muy importante de la mano de otro campo importantísimo para el sector: la inteligencia artificial. Un avión militar de la Fuerza Aérea de los EE. UU. ha conseguido volar usando únicamente una IA como copiloto, aunque con supervisor humano. Algo que no se ha conseguido ni en España ni en el resto del mundo.
El despegue de prueba tuvo lugar el día 15 de diciembre, y se usó el avión de reconocimiento U-2 Dragon Lady adjunto a la 9th Reconnaissance Wing. El piloto principal y supervisor de la prueba fue el Mayor apodado "Vudu", y despegó de la Fuerza Aérea de Beale, California.
El algoritmo conocido como ARTUµ proporcionó asistencia durante la prueba de vuelo, aunque se le permitió tomar el mando en algunos aspectos del vuelo, haciéndose cargo de los sensores de navegación táctica en simulaciones de ataque.
Un algoritmo de IA de copiloto
Esta prueba llega después de 3 años de desarrollo. El algoritmo fue diseñado y entrenado en el Laboratorio Federal U-2 del Comando de Combate Aéreo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. El objetivo del desarrollo era permitir que esta IA llevara a cabo tareas específicas que en una situación normal atendería el piloto. Esto, en combate, no siempre puede ser así.
En el vuelo de prueba ARTUµ realizó varias tareas. Anteriormente, había estado realizando hasta medio millón de simulaciones por ordenador, y las puso en prueba junto a "Vudu". Ambos trabajaron en conjunto, mientras el piloto volaba el avión buscando enemigos y la IA buscando lanzadores de misiles antiaéreos enemigos para notificárselo al piloto. Ambos usaron el mismo sistema de radar.
La idea detrás de esta prueba es demostrar que el algoritmo es funcional y que puede cooperar con un piloto humano y liberar de carga de trabajo al mismo para que pudiera concentrarse en asuntos más importantes, especialmente en terreno de batalla. El proyecto busca perfeccionar esta tecnología basándose en estos mismos vuelos de demostración y en los datos que se recogen de los mismos, haciéndola transferible a otros sistemas.
Aún necesita supervisión
El software había sido duramente entrenado antes, completando más de un millón de testeos antes. Este no ha sido el primer paso hacia una era de vuelo computacional, pero con un peso especial en la estrategia militar. Si bien el algoritmo estuvo al mando en algunas de las maniobras más importantes, se busca que sea más un refuerzo que una dependencia, algo imposible con la tecnología actual.
No obstante, en los EE. UU. son optimistas. Barbara Barret, Secretaria de la Fuerza Aérea estadounidense, aseguraba lo siguiente: "Combinando la experiencia de un piloto con capacidades de aprendizaje automático, este vuelo histórico responde directamente a la necesidad de la Estrategia de Defensa Nacional de invertir en sistemas autónomos. Las innovaciones en IA transformarán los dominios aéreos y espaciales".