Harry Potter tiene el honor de haber influenciado a toda una generación de jóvenes (y no tan jóvenes) españoles y de volver a hacer de la magia algo interesante.
Quien más y quien menos ha querido aprender los hechizos que enseñaban en Hogwarts, o ha querido ganar el partido de quidditch a los mandos de una escoba voladora.
Lamentablemente, la magia no es real, pero ya conocemos el dicho: cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia; así que la solución para hacer realidad nuestros sueños puede estar en las nuevas tecnologías, como en la escoba voladora presentada por Toyota el año pasado.
Escoba voladora
Eso es lo que debe haber pensado el diseñador brasileño Alessandro Russo Silveira, que ha creado una escoba voladora; ahora bien, lo de "voladora" lo tenemos que poner entre comillas, porque si bien puede dar la impresión de que realmente está flotando en el aire, primero tenemos que ignorar la enorme rueda que está justo debajo de la escoba.
En efecto, Russo ha partido de un uniciclo (o monociclo) eléctrico, un tipo de dispositivo de movilidad que está ganando muchos adeptos en los últimos tiempos como alternativa a los patinetes eléctricos.
Ya hemos visto varios modelos; el último monociclo eléctrico nos sorprendió con su potencia de 3.000 W y su capacidad de alcanzar los 50 km/h. Es el tipo de producto que demuestra lo que es posible cuando sólo tienes una rueda.
Harry Potter en carretera
El modelo usado por Russo parece más simple, pero lo realmente interesante son las modificaciones que ha hecho para integrar un conjunto de asiento y controles con la forma de una escoba.
No es una escoba real, sino una estructura de acero al carbono pintada con pintura electrostática, con un pequeño sillín como el de las bicicletas en el centro para que sea más cómodo sentarse (uno de esos detalles que las películas suelen pasar por alto).
Lo interesante es que el uniciclo se maneja igual, pero el aditivo de la escoba puede hacerlo más intuitivo. Para acelerar, lo único que hay que hacer es inclinarse hacia delante como si estuviésemos en una escoba voladora de verdad; y para frenar, levantamos la escoba.
El proyecto, nacido en Brasil, ha llamado la atención de manera internacional y ahora es posible aportar en una campaña de Kickstarter para conseguir una de estas escobas. Dependiendo de la cantidad que aportemos, podemos conseguir el soporte con la escoba si ya tenemos un uniciclo por 220 dólares canadienses (unos 142 euros). La entrega está planeada para marzo de 2021.