Los altavoces inteligentes han llegado para quedarse. Han comenzado a conquistar los hogares españoles gracias a la posibilidad de reproducir música al instante con sólo un comando de voz, a estar conectados con los servicios de streaming así como por poder coordinar varios a la vez para que la misma canción suene por toda la casa.
Sin embargo, ante este auge tecnológico ha pasado a un segundo plano los equipos de toda la vida. Auténticas joyas del sonido que costaron auténticos sueldos a los entusiastas del sonido de hace unos años y que, en su gran mayoría -y con un poco de cariño- siguen funcionando como el primer día.
A éstos hay que sumarle el vinilo. Una forma especial de escuchar música que, pese a ser el formato físico de mayor tamaño, sigue conquistando a fieles por la calidad de sonido, las ediciones especiales que jamás llegarán al streaming y una cierta magia que los servicios digitales no pueden igualar.
Sin embargo, este apego por los aparatos con más tiempo tiene un verdadero problema de convivencia con el auge de los altavoces inteligentes. Es complicado que todos hablen el mismo idioma. Sonos lo sabe y por eso a finales del año pasado lanzó el Port, una forma de conectar equipos y tocadiscos tradicionales a su ecosistema de altavoces inteligentes.
Conectar dos mundos
La idea del Sonos Port es sencilla: conectarlo todo. Es un pequeño receptor que funciona en dos sentidos. Por un lado podremos usarlo para llevar nuestros vinilos o CDs al ecosistema de altavoces de Sonos, mientras que por otro lado podremos utilizar nuestros equipos de música de toda la vida para reproducir en ellos Spotify, Amazon Music, Apple Music o podcast.
Port sirve de pasarela entre el mundo digital y el analógico, un puente que se maneja siempre a través de la aplicación de la compañía. A través de nuestro móvil podremos controlar y regular el contenido que se manda a los equipos, tanto a los altavoces de Sonos como a las cadenas de sonido tradicionales.
En el Port, que llega para sustituir a Connect, encontraremos una entrada de línea de audio para integrar el tocadiscos, el reproductor de CD u otra fuente de audio en el ecosistema de Sonos. Una salida de línea de audio (analógica -RCA- o digital -coaxial-), para conectar el equipo de música amplificado. Así como un interruptor que enciende tu equipo de música o receptor automáticamente cuando recibe la señal, clave para no tener que estar encendiendo y apagando cada vez que se quiera usar. Con la aplicación es más que suficiente.
Asimismo, Port cuenta con controles de ajuste de graves y agudos pensando en optimizar la calidad del sonido. Se podrá ajustar el volumen por habitación o por grupo de habitaciones. Eso sí, a diferencia del Sonos Amp, el Port no tiene capacidad para potenciar un equipo de audio, lo que significa que necesita un amplificador adicional. Tampoco está pensado para conectar a la televisión, con lo que podríamos tener el audio descoordinado si lo hacemos.
Port no es para todos
Pese al planteamiento inicial que puede suponer comprar un Port para desempolvar equipos de sonido, tocadiscos y actualizarlos a los altavoces inteligentes, hay que tener en cuenta que el Port no es para todos los usuarios, sino que está centrado en un público muy concreto.
El primer inconveniente para adoptar el Port es su precio. Este receptor cuesta 449 euros, una cantidad que hará que muchos se lo piensen dos veces antes de meter el nuevo dispositivo de Sonos en casa. Por ponerlo en perspectiva, es 50 euros más caro que el Sonos Move, su altavoz sin cables pensado tanto para el hogar como para llevar a cualquier lado; o bien que una pareja de Sonos One, dos altavoces de alta calidad para el hogar con los que poder tener un buen ecosistema de sonido. Por tanto, aquí las intenciones de Sonos quedan claras: Port no es para todos.
Por otro lado, la otra gran exigencia de Port es que sólo funciona con otros altavoces conectados de Sonos. No podrá usar Port con otros altavoces inteligentes como los Echo de Amazon o la familia Nest o Home de Google, son completamente incompatibles ya que Port se maneja únicamente desde la app de Sonos. Esto implica que Port está pensado para aquellos usuarios que ya cuentan con un ecosistema de Sonos en casa y quieren subir el nivel.
En suma, Sonos Port no es un producto para todos los públicos, sino que está centrado en aquellos que buscan un sistema de música de alta exigencia y fidelidad, que esté conectado por completo, al mismo tiempo que puedan seguir usando los equipos y vinilos a los que ha ido guardando especial cariño con el paso de los años.