Por mucho que exista cierto marketing alrededor de todo producto que lleve a sus espaldas el calificativo "gaming", es innegable que estos cuentan con algunas prestaciones que son perfectas no tanto para los mortales como para los jugadores de videojuegos más extremos. Y si algo sabe hacer Razer, famosa marca de periféricos gaming, es explotar esta idea.
Analizamos el Razer DeathAdder V2, una revisión de uno de los ratones más famosos de Razer, el cuál ha tenido varias versiones a lo largo del tiempo y que se caracteriza por ofrecer buenas prestaciones con un importante añadido: la comodidad y la ergonomía. Porque no se necesita un ratón con forma de nave espacial sacada de Star Wars para poder jugar como un auténtico pro.
Pero, ¿realmente esto cuenta? ¿Ha conseguido Razer sacar su DeathAdder V2 del espectro clásico en el que caen multitud de ratones gaming de ser simples mouses con un poco de luz RGB? La respuesta rápida es "sí" pero con matices. La larga viene a continuación.
Diseño sobrio sin sacrificar el estilo Razer
Lo primero de lo que debemos hablar acerca del Razer DeathAdder V2 es acerca de su diseño. La línea estética que siguen los ratones gaming pueden variar enormemente; marcas como Logitech, ASUS o MSI tienen sus propias características. Sin ir más lejos, yo uso como ratón personal el Logitech G502 Proteus Spectrum, un mouse con un diseño agresivo que añade personalización en sus teclas.
Razer sigue otro estilo distinto, y uno que muchos agradecemos: la sobriedad. Por supuesto no deja de ser Razer y tendremos coronando el reposamanos el logo de la compañía además de una buena dosis de RGB, pero esto no arruina el diseño en absoluto. Todo lo contrario; Razer ha sabido entender el equilibrio entre ratón atractivo para las masas sin quitarle su carácter gaming. Porque sí, hay algunas personas en el mundo a las cuáles esta estética les gusta.
Esto tiene su parte buena, y su parte mala. La buena es que nos quitamos algunas "tonterías" de encima que en otros ratones podrían molestar. Tenemos 2 simples botones para cambiar la sensibilidad bajo la rueda, 2 generosos botones al lado del ratón configurables y unos bordes de plástico gomoso en la posición en la que ponemos los dedos. La mala es que el Razer DeathAdder V2 es algo parco en añadidos.
Volviendo al caso del Proteus Spectrum, este tiene LEDs indicadores de perfil, más botones configurables, botones para cambiar rápidamente la sensibilidad e incluso compatibilidad con pesas, para controlar el peso total del ratón y su distribución. ¿Quiere decir esto que el DeathAdder V2 es un mal ratón? En absoluto, pero aquellos que busquéis características únicas no encontraréis mucho que os atraiga en esta propuesta de Razer.
Por lo demás, a nivel de construcción estamos ante un ratón ligero, bien ensamblado y que no da en ningún momento sensación de tener materiales de mala calidad. Es cierto que echamos de menos algo más de "solidez" en el conjunto, ya que al final del día la propuesta archiconocida de Logitech nos parece algo más robusta, pero es perdonable ya que se busca la mayor ligereza posible.
Algo que no nos ha gustado mucho ha sido el botón de abajo dedicado a los perfiles. En el G502 tenemos este botón directamente en los lados del ratón, mientras que aquí lo tenemos bajo el ratón. Quizás a Razer le hubiera convenido poner ese botón en algún lugar del cuerpo del DeathAdder V2, pero no deja de ser una queja algo nimia, para qué engañarnos.
El resumen acerca del diseño es simple: ¿te gustan los ratones ligeros y sobrios? Sin duda alguna, el DeathAdder V2 es toda una delicia, ya que es espectacular en estos 2 apartados y sobre todo es ergonómico (parte a la que iremos más adelante). Si por el contrario buscas un ratón con un toque más agresivo y que tenga añadidos como las pesas del G502, quizás te quedes algo corto. No obstante, "bajo el capó" el DeathAdder V2 promete ser toda una bestia.
¿Uno de los mejores ratones gaming del mercado?
Un ratón no es simplemente un mouse con el que apuntar o mover la cámara. Estos ratones gaming son muchísimo más precisos y rápidos que sus alternativas más estándar, por lo que es imposible hablar de esta clase de periféricos sin revisar qué hace grandes a estos a nivel de características. Puede sonar raro hablar de "especificaciones" técnicas en un ratón, pero tendremos que repasarlas una a una:
- Sensor óptico Focus+ de 20.000 DPI.
- Precisión del 99.6% con 650 pulgadas por segundo.
- Switches ópticos con una vida útil de 70 millones de clicks.
- Botones dedicados al cambio de DPI en variantes estándar, con números que varían desde los 400 hasta los 3200 DPI.
- Memoria de perfiles híbrida entre nube y local, pudiendo albergar hasta 5 perfiles.
- Luces RGB Razer Chroma.
- 8 botones configurables de forma independiente.
- Cable de 2.1 metros ultra-ligero para ofrecer una experiencia casi idéntica a un ratón inalámbrico.
- 82 gramos de peso.
- 127.0 x 61.7 x 42.7 milímetros.
- Compatible con Xbox One mediante conexión USB.
Dejando a un lado por un momento el tema de las especificaciones, hemos de hablar de quizás el punto más fuerte del Razer DeathAdder V2: su ergonomía. Razer asegura que esta ha sido una de las características más mimadas de este ratón, siendo específicamente diseñado para manos medias y grandes. Existen varios tipos de agarre que varía según el jugador, y este DeathAdder V2 se adapta a las más importantes.
El agarre "palm grip" consiste en dejar la palma descansando sobre el ratón, y el "claw grip" se basa en agarrar el ratón con los dedos en forma de garra. Si bien la forma y silueta del DeathAdder V2 incitan a un uso usando el "palm grip" no es incómodo usarlo con el "claw grip". Es cierto que si tenéis preferencia por el primer tipo de agarre, disfrutaréis mucho más este ratón de Razer.
La idea detrás del diseño del DeathAdder V2 es el confort. No es un diseño en absoluto nuevo; se concibió en 2006 pero se ha refinado y reutilizado para crear ratones que eviten problemas en largas sesiones de juegos. Desde Omicrono le hemos dado mucha caña a este ratón, y sorprendentemente, hemos notado mucha más comodidad en estas sesiones de juego prolongadas con el Razer que con el Logitech G502.
A esto se le añade el recubrimiento en goma de los laterales para evitar problemas de sudoración o arañazos. El ligerísimo peso de 82 gramos y las dimensiones ergonómicas ayudan a que no te canses de usar el ratón (a diferencia de lo que ocurre con el G502). Razer ha clavado su intento por hacer de este DeathAdder V2 todo un confort para la mano.
La única queja que tengo al respecto del diseño es que, bajo mi parecer, los botones laterales izquierdos (los que se suelen usar para adelante y atrás) quedan un poco arriba, y al menos en mi caso particular me cuesta llegar a ellos. No obstante, esto puede variar dependiendo de la ergonomía de la mano de cada jugador.
Ingeniería para ganar a tus enemigos
No son pocos los que piensan que debajo de la "carrocería" de ratones como el Razer DeathAdder V2 no hay más que marketing para vender periféricos muy caros. En palabras de la firma, esto no es así, y hay un importante compendio de ideas para conseguir mejorar lo máximo posible el rendimiento en videojuegos. Porque cada parte del DeathAdder está, al menos en teoría, pensada para sacarle todo el jugo.
Empecemos por el sensor, el nuevo Focus+ óptico que alcanza hasta los 20.000 DPI. Toda una locura que nos dará un impresionante margen de acción, sobre todo para los atrevidos que juegan con sensibilidades altas superando los 10.000 DPI. Pero de nuevo, no estamos ante un simple sensor rápido; tiene 650 IPS (inch per-second) y una precisión de resolución del 99.6%.
Razer se ha unido a Pixart, una empresa dedicada a soluciones basadas en sensores para dotar a este sensor Focus+ óptico de diversas tecnologías: el Smart Tracking, el Asymmetric Cut-Off y el Motion Sync.
El Smart Tracking es una tecnología que permite al sensor autocalibrarse dependiendo de la superficie en la que esté. Los sensores viejos necesitan calibrarse siempre que cambiamos el ratón a otra superficie. En caso de no estarlo, provocará inconsistencias en la distancia "lift-off" del ratón, es decir, la distancia a la que levantamos el ratón para seguir moviéndolo por la superficie. Esto no pasa en el DeathAdder V2.
El Asymmetric Cut-Off intercede directamente en el "landing distance" (la distancia a la que el ratón vuelve a rastrear nuestros movimientos). Esta tecnología nos permitirá controlar esta distancia y favorecerá una muy pequeña, para que el cursor del PC se mueva de forma completamente consistente y no deje de rastrear tus movimientos.
Cuando tu PC extrae la información del sensor del ratón, lo hace con un rango que no se alinea con la señal que el ratón envía al PC. El Motion Sync se encarga de que el sensor Focus+ tenga mayor responsividad y que las señales que el ratón envíe al PC se sincronice a la perfección en intervalos para que tu PC extraiga esta información, desembocando en un trazo del ratón más consistente.
Tampoco podemos olvidarnos de los "switches", es decir, los encargados de dar los clicks del ratón. Razer ha estado incluyendo estos "switches" ópticos durante un tiempo ya. La ventaja es clara; mientras que los "switches" mecánicos envían señales eléctricas mediante contacto metálico, los ópticos no tienen ese contacto.
El problema de los mecánicos es que se crea un efecto residual que puede provocar diversos clicks falsos. Estos "switches", para asegurarse de que el click se ha dado, producen un pequeño retardo que repercute en el tiempo de respuesta en el click. La tecnología que usa Razer se basa en rayos de luz infrarroja, los cuáles encienden un disparador que acciona el "switch".
En teoría, gracias a estos "switches" tendremos un tiempo de respuesta mayor, una mayor responsividad, con un retardo ridículo de 0.2 milisegundos (3 veces mayor que el retardo que provocan los "switches" mecánicos tradicionales). Se le añaden los 70 millones de clicks, que nos auguran una muy buena durabilidad a largo plazo.
Por último, Razer asegura que el cable del Razer DeathAdder V2 es tan flexible y ligero que evita lo que se conoce como "drag", es decir, el arrastre del cable por la mesa que hace que notes que está "atado" al ordenador. Esto, en teoría, permite más libertad de movimiento y nos aporta una sensación de "libertad" similar a la de los ratones inalámbricos. Detalle que, hemos de decir, sí hemos notado y con gratos resultados.
Todos estos son datos preciosos que pueden ser más o menos de utilidad para jugadores profesionales. ¿Realmente esto se nota en el día a día? Siendo totalmente justos, hemos de decir que estas mejoras son tan imperceptibles para los jugadores más normales que no sabrían diferenciar entre, por ejemplo, los "switches" mecánicos y los ópticos. Por no hablar de que los problemas como la responsividad no suelen darse salvo en ratones de baja catetgoría.
Sin embargo, el que nosotros, los jugadores más "casuales" no podamos aprovechar estas ventajas, no quiere decir que automáticamente sean inservibles. Recordemos que existe un amplio espectro competitivo que requiere de habilidades increíbles como tiempos de respuesta superiores. Un buen equipo no te garantiza la victoria, pero sí hace más fácil que puedas ganar una partida o que, en su defecto, puedas disfrutarla más a tu gusto. De hecho, el que Razer permita tanta libertad de acción es sin duda un acto que hay que aplaudir hacia la marca.
Synapse 3 y la personalización
Razer permite mucho campo de acción al usuario final, ya que desde el mismo momento en el que sacamos de la caja el producto (y otros de Razer) se instala Synapse, el software de Razer para controlar todos los periféricos de la firma y sus características. Esto de por sí ya es una ventaja que no todos los periféricos del mercado poseen.
La cantidad de opciones que nos permite Razer en su software es apabullante. Podremos cambiar el rendimiento de los DPI a placer, modificar los 8 botones personalizables, editar los 5 perfiles disponibles para poder activarlos sin problemas y gestionar Razer Chroma, su RGB. RGB que, por cierto, si tenéis luces HUE podréis aprovechar.
Como este software se instala en el mismo momento en el que conectamos el ratón al ordenador, este se convierte en un Plug & Play, en el que simplemente tendremos que configurar un par de parámetros sin mayores problemas.
Merece la pena si buscas confort extremo
Existen muchas alternativas de ratones gaming en el mercado, y desde luego las hay más baratas que esta. Razer es famosa por tener costes no especialmente asequibles y este no es una excepción. De nuevo, su mayor problema es que para los usuarios que busquéis algo más, puede que no os compense gastarse el dinero que cuesta este ratón habiendo propuestas de otras marcas, como Logitech. Volviendo (otra vez) al G502, este tiene varias versiones bastante asequibles con un par de opciones más, ya que el DeathAdder V2 cuesta unos nada desdeñables 79.99 euros en la web de Razer.
Sin embargo, lo que más nos ha gustado del Razer DeathAdder V2 ha sido su confort. Hacía tiempo que no me sentía tan cómodo con un ratón, incluso cuando juego a juegos "tilteantes" (es decir, enervantes) como Overwatch o Fortnite. No te enteras que tienes el ratón en la mano, y aunque no notas muchas de sus tecnologías, sí notas el mimo que Razer ha puesto en la idea tras este ratón: la comodidad.
Porque este es un factor importante en tus sesiones de juego. De nada sirve tener un ratón extremadamente caro e increíble si al cabo de las horas vas a tener problemas en la mano, ya sea por dolores o por incomodidad. ¿Priorizas este apartado por encima del resto? El Razer DeathAdder V2 es, sin duda, el ratón perfecto para ti.