Sony BRAVIA AG9 Master, análisis: una de las mejores Android TV que puedes comprar
Analizamos la Sony Bravia AG9 Master, uno de los televisores más tope de línea de la firma japonesa. Conclusión: es quizás el mejor Android TV del mercado.
25 noviembre, 2019 19:00Noticias relacionadas
¿Qué significa ser lo mejor en algo? Ha quedado más que evidente (especialmente en el mundo tecnológico) que lo mejor no tiene por qué ser siempre lo más adecuado. Podemos gastar miles de euros en un electrodoméstico que puede incluso no llegar a gustarnos. Por lo tanto, ¿qué parámetros podemos usar para determinar, sobre todo en el caso de la tecnología, que algo es mejor que el resto?
A mi parecer es la polivalencia. Es decir, que no cumpla su cometido, y ya está. Que un aparato pueda aportarnos más que lo que esperamos de él. Esto suele darse en las gamas más altas de los productos tecnológicos más usuales y eso por supuesto suele conllevar un precio. Si nos ceñimos a los televisores (de nuevo, a mi parecer) esto es todavía más importante, ya que no dejamos de tener un televisor que simplemente debería reproducir imagen.
Hoy os traemos el análisis del que bajo nuestro parecer es un ejemplo claro de lo que queremos plasmar: el mejor televisor con Android TV del mercado (dentro de su rango de precios). Por su polivalencia, por su calidad y por demostrar que un televisor puede ser algo más. Analizamos el televisor Sony BRAVIA AG9 Master, todo un pata negra que viene a ser el centro multimedia de tu salón.
Sony BRAVIA AG9 Master: lujo y oropel por todos sus poros
Antes de empezar, repasemos por un momento las características técnicas de este televisor.
- Panel OLED 4K HDR 3.840 x 2.160 de 65 pulgadas, con un diagonal de 163.9 centímetros. Compatibilidad con HDR 10, HLG y Dolby Vision.
- Dimensiones de 144,7 x 83,4 x 25,5 cm (con soporte).
- Sistema operativo: Android TV 9 Pie.
- Puertos: 1 x RF, 2 x IF (satélite), 1 x de vídeo compuesto, 4 x HDMI HDCP 2.3, canal de audio HDMI eARC, salida para auriculares, 2 x puertos USB A, 1 x RJ-45, puerto de audio óptico, puerto AV.
- Conectividad y añadidos: Bluetooth 4.2, WiFi 802.11a/b/g/n/ac, Chromecast integrado y Video & TV SideView.
- Añadidos en tecnologías de pantalla: Procesador de imágenes X1 Ultimate, 4K X-Reality PRO, Dual database processing, Object-based Super Resolution, Pantalla TRILUMINOS, Super Bit Mapping HDR, Tecnología Live Colour.
- Potencia de altavoces integrados: 20 W + 20 W + 10 W + 10 W en configuración de 2 accionadores y 2 subwoofers con DTS Digital Sorround.
- Almacenamiento: 16 GB.
- Consumo: Nominal: 490 W, estándar: 169 W
En otros análisis de televisores anteriores (como los de este televisor LG NanoCell o este televisor Grundig) usualmente hemos pasado de puntillas por el diseño. La tendencia en este sentido en lo referente a televisores suele seguir el mismo patrón; marcos extremadamente reducidos con un pequeño borde inferior con apenas "atrevimientos" estéticos. Estos se suelen concentrar en la peana y aunque en este caso pasa algo igual, hay una vuelta de tuerca algo importante.
Hablamos del modelo de 65 pulgadas, con un tamaño que como comentamos en modelos de la competencia es bastante grande. Este televisor Sony BRAVIA AG9 impone; será el centro de atención de vuestro salón, sitio idóneo donde debería estar para ser el rey de vuestro centro multimedia. Además, hilando con el diseño, este será uno de sus puntos más sorprendentes: el minimalismo y lo ingenioso de su estética.
Una vez sacamos el televisor de la caja, nos damos rápidamente cuenta de varios detalles. Primero, rezuma premium por todos sus poros; sabemos de inmediato que estamos ante un aparato caro, muy bien diseñado y que está pensado por y para el minimalismo. Esto es debido a que salvo una protuberancia en la parte trasera, toda la parte del panel es extremadamente fina, dando una sensación a la hora de verla desde según qué angulos de que es un televisor ultra-delgado.
El diseño también se reserva varios detalles bastante inteligentes. En la parte inferior nos encontramos con los altavoces del televisor (de los cuáles hablaremos más adelante) y estos están a ras de la mesa una vez ponemos la enorme peana. Puede parecer una tontería, pero el hecho de que el televisor esté pegado a la superficie en la que se encuentra evita que desentone, reforzando la idea de que es un mueble más.
Ni que decir tiene que al ser un televisor de alta gama podemos disfrutar de adiciones importantes, como unos marcos extremadamente ínfimos y unos acabados de altísima calidad. No hay discusión; la inmersión de este panel (sobre todo al tener un tamaño tan considerable) es de las mejores que hemos tenido en mucho tiempo. Desde el primer momento en el que estás jugando, viendo contenido o usando el televisor el diseño consigue que te olvides de todo lo demás, centrándote en el televisor sin unos marcos grandes que te distraigan.
Junto al televisor vienen varios paneles para hacer una gestión del cableado. Un añadido que no resta y que es de agradecer por parte de Sony; con un par de estos paneles podremos esconder toda la miriada de cables por detrás del mueble de tal forma que estos queden totalmente escondidos y no se rompa la estética del televisor.
¿Es por esto por lo que decimos que el televisor es uno de los mejores Android TV en su rango? Ni mucho menos. El diseño ha sido solo el inicio, porque la experiencia multimedia que ofrece este televisor es quizás una de las más sorprendentes que hemos tenido en mucho tiempo.
El efecto wow! que hará que no te quieras despegar de la BRAVIA AG9
En mi análisis del televisor de LG NanoCell quedé muy impresionado por la calidad del panel. Fue una experiencia muy satisfactoria, definida bajo mis propias palabras como "apasionante". Respecto a este televisor BRAVIA hay un detalle importante; mientras que el panel NanoCell de LG era impresionante, no tenía un efecto wow! que me hipnotizara. ¿Era un panel increíble? Por supuesto. Pero pecaba de falta de inmersión, de un efecto que hiciera que se te derritieran los ojos hablando de forma coloquial.
En este caso sí lo hemos tenido. Anécdota: nada más acabar de instalar el televisor en la mesa me puse a configurarlo, como era de esperar. De primeras, quedé increíblemente soprendido por un sonido (sed pacientes, ya hablaremos de él más adelante) alucinante. Pero cuán sorpresa fue la mía que, al iniciar el televisor, quedé inmediatamente prendado de su calidad de imagen.
Esto es sorprendente ya que hablamos de la pantalla de inicio, de configuración. Me apresuré a configurarla lo antes posible para poder ver, en un vídeo o en un juego, el efecto real del panel. Y las sensaciones fueron más que excelentes. Los colores eran vibrantes, la definición del panel era exquisita y, sobre todo, el HDR del panel le daba un efecto wow! que hacía que no quisiera despegarme del televisor.
Tanto es así que, incluso teniendo cosas que hacer ese día, no tardé ni 2 minutos en ponerme a consumir multimedia y a jugar a videojuegos. El panel 4K HDR Dolby Vision TRILUMINOS era extremadamente vistoso y atraía la mirada de quién lo ve. El color era hipnotizante, los ángulos de visión eran increíbles y la calidad de imagen estaba a la altura de lo esperado. Me vi, sin quererlo, pasando horas delante del aparato disfrutando de contenido multimedia.
Por supuesto lo hemos comprobado consumiendo tanto contenido en alta calidad (4K HDR) como jugando a juegos en plataformas capaces de exprimir ese jugo. Hemos consumido series en Netflix a máxima resolución, vídeos en YouTube a 4K y hemos jugado a videojuegos en una PlayStation 4 Pro, con títulos capaces de aprovechar esta resolución.
Solamente basándonos en la calidad de su panel, podemos afirmar que estamos uno de los mejores paneles OLED del mercado, al menos en su línea de precios. Un efecto vibrante sin ser exagerado, un contraste profundo pero bien calibrado y sin duda una experiencia de inmersión, de nuevo, que pocos rivales igualan. Cuán fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que la configuración del televisor no era la correcta.
Exacto: no tenía activado el HDR ni las opciones para sacarle todo el jugo al televisor. Además, obvié los diferentes modos del televisor (Vívido, Estándar, Cine, Juegos, Gráficos, Fotografía, Personalizado, Dolby Vision Bright, Dolby Vision Dark, calibración de Netflix). Es decir, el preset del televisor no estaba exprimiendo todo el potencial de la pantalla. Por supuesto lo activamos y... la sorpresa llegó a otro nivel.
La experiencia que nos devuelve este panel hace honor al nombre del televisor: es vibrante, es increíble, es todo un espectáculo. De hecho, el Sony BRAVIA AG9 triunfa donde, por ejemplo, el televisor de LG fracasaba: la calibración de sus modos. Unas opciones que, por primera vez en mucho tiempo, sí me he visto usando.
Usualmente estos modos ni los toco, sinceramente. Como ya pasaba en el caso de LG, estos modos suelen ser totalmente contrarios a la calibración pensada para el panel, sobresaturando los tonos o agregando demasiadas variaciones de color para ajustarse a los gustos del usuario. Aquí sin duda sirven: el modo vívido no sobresatura la imagen como sí ocurría en el televisor de LG, el modo juego sí realza la imagen para que se vea más tímida y el resto de modos, simplemente, cumplen con su trabajo.
Por supuesto contamos con todo tipo de tecnologías a nivel de pantalla. El 4K HDR es la gran protagonista, pero Sony trata sus paneles con tecnologías como TRILUMINOS y añade complementos imprescindibles como Dolby Vision o tecnologías de corrección de imagen; veásen algunos ejemplos como Super Bit Mapping HDR o Tecnología Live Colour. Incluso disponemos de un procesador independiente para procesar las imágenes mostradas en el dispositivo, el Procesador de imágenes X1™ Ultimate.
Es cierto que no estamos ante un panel 8K y, refiriéndonos a este tipo de gamas de fabricantes como Samsung, quizás estemos lejos de alcanzarlas (sobre todo en televisores todavía más caros). Pero decimos que será el rey de vuestro centro multimedia por algo, ya que su calidad de imagen es indiscutible. En su sector de precio hemos visto pocas alternativas que le igualen y Sony ha conseguido echar el resto en un televisor que simplemente te atrapa. Y no solo por la parte de la imagen.
¿Barra de sonido? ¿Qué es eso?
Si hay un aspecto en el cuál suelen cojear los televisores, sin duda son los altavoces (incluso en modelos caros). La compra de uno de estos aparatos suele venir acompañada casi obligatoriamente de la compra de una barra de sonido. La idea tras estos televisores es conseguir la mayor calidad de imagen posible junto a una experiencia auditiva sobresaliente. Es decir, montarse un cine en casa, prácticamente. Sony ha sabido entender que esto no tiene que ser siempre así.
Contamos con un sistema de 4 altavoces, 2 accionadores y 2 subwoofers de 20 + 10 + 10 + 10 W. Sony siempre ha sabido aplicar un buen apartado sonoro a sus dispositivos multimedia y este no solo no es una excepción, sino que es una sorpresa. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que no necesitaréis una barra de sonido ni un sistema de sonido externo salvo que queráis una experiencia todavía más de alta gama.
Los altavoces están integrados en la parte inferior del dispositivo y hemos de admitir que hemos quedado gratamente sorprendidos. El sonido es rico en matices, con unos buenos graves y unas frecuencias medias muy bien llevadas a cabo. El sonido es envolvente, está bien ejecutado y no tiene ningún tipo de problema que sí suele encontrarse en otros televisores, como sonidos metálicos o falta de frecuencias bajas.
Es cierto que en cuanto a las frecuencias altas el televisor no es capaz de darlo todo de sí, quedándose corto en ciertos tipos de sonido (como el sonido agudo de un látigo, por ejemplo). Pero si hablamos de frecuencias bajas y medias, el sonido está también a la altura. No es decente: es más que bueno para todo aquel que quiera una experiencia de audio acorde a la que ofrece la imagen. Salvo que queráis una experiencia similar al de un cine en casa, con los altavoces integrados del televisor tendréis más que suficiente.
Android TV, el sistema que todos merecemos
El software, lo parezca o no, es un tema importante a la hora de comprar un televisor. Todos tienen sus alternativas, como LG y su sistema webOS. No obstante Sony ha optado por Android TV, el sistema propietario de Google que se basa en aplicaciones como si de un smartphone Android se tratara. De hecho, podemos descargar apps desde la Google Play Store gracias a sus 16 GB de memoria interna.
En otras alternativas nos hemos encontrado, al menos de forma usual, con una experiencia de rendimiento mediana. Sony ha optimizado de forma excelente el sistema de tal forma que no solo es responsivo sino fluido. Todo el sistema se mueve genial, responde inmediatamente y la experiencia de Android TV hace que toda la interfaz sea intuitiva y fácil de usar.
Es un software made by Google, lo que implica añadidos interesantes como la integración con Google Assistant. Gracias al mando (y sin él) podremos mandar comandos de voz al televisor y controlarlo sin pulsar una tecla. "Ok Google, abre YouTube". "Ok Google, apaga la tele". Todo con un simple comando de voz, facilísimo de usar.
Aquí no estamos ante apps genéricas que suelen tener otros televisores de bajo rango; apps como Spotify o YouTube funcionan a las mil maravillas y están muy bien diseñadas. Algunas funciones muy interesantes gracias a Android TV es que, por ejemplo, podremos bloquear el televisor como si fuera un smartphone. Es decir, darle al botón de apagado y que una vez le demos de nuevo esté la pantalla justo donde se quedó, sin tener que esperar a que se encienda y apague de nuevo.
Desde luego, Android TV es nuestra opción favorita para añadir software a un televisor. No hay bloatware innecesario como apps propietarias (salvo algunas de Google y Sony) y el hardware del televisor hace que sea todo un gustazo moverse por el sistema, sin tirones. Moverse entre apps, configurar el sistema... todo está al alcance de la mano sin dificultad ninguna. A esto le ayuda un estupendo mando con el que hemos quedado gratamente satisfechos.
Nunca dejamos de lado el mando, ya que un mal mando puede contribuir a que el manejo del aparato sea mejor o peor. Este mando está construido en aluminio y aunque su distribución de botones es buena y lógica, tiene un pequeño pero: no tiene un botón dedicado específicamente a la Google Play Store, sino al catálogo de apps de Google Play en general. Es el que está al lado del botón de Netflix y dado que nos pondremos a instalar aplicaciones, esperábamos que el botón a la tienda de Google tuviera un hueco en el mando.
Por lo demás, el mando también promete ofrecer una buena experiencia. Los botones están bien construidos, la solidez del mando se nota desde el primer momento y el tacto de las teclas es muy bueno. Además, incorpora un micrófono para interactuar con Google Assistant; si bien podemos activar el asistente sin el mando, con este no tendremos que alzar la voz más de lo necesario.
Estamos quizás ante uno de los mejores Android TV del mercado (en su segmento de precio)
Es verdad, estamos hablando maravillas de este aparato. Estas "maravillas" tienen un coste, y no, no es barato. Hablamos de un dispositivo que no cuesta precisamente poco y que se sitúa entre algunos de los televisores más top del mercado. Y esto conlleva un precio: concretamente de unos 2.799,00, precio oficial de Sony.
No vamos a mentir: es un precio que pocos pueden permitirse. Existen alternativas más baratas que nos ofrecen algunas características similares a las del televisor Sony Bravia AG9, como el 4K HDR o el gran formato de 65 pulgadas. Pero este coste implica tener una experiencia de inmersión audiovisual a la altura de lo pagado, al menos en su segmento de precios.
Al menos desde Omicrono creemos que este televisor vale cada euro que cuesta, y nadie quedará insatisfecho con su experiencia. Los aspectos multimedia son extraordinarios en lo que a imagen se refiere, excelentes en el apartado del sonido y notables en lo referente al software. Es un pack que consigue precisamente aquello que hablábamos al principio de este análisis: polivalencia.
Es un televisor con el que no renunciaremos a nada. Tendremos un televisor perfecto para consumir contenido (ya sean series de Netflix o vídeos de YouTube) y poder exprimir la potencia de nuestras consolas, como una Xbox One X o una PlayStation 4 Pro. La idea detrás de la BRAVIA AG9 es que sea el pináculo de un centro multimedia en tu salón, y está a la altura de sobra. El que el coste por obtener todos estos beneficios sea justo o no depende de cada uno. Y si puedes permitírtelo, tenemos buenas noticias: no te equivocarás.
BRAVIA AG9 en la web de Sony.