Elegir los componentes de nuestro próximo ordenador no es tarea fácil, sobre todo si tienes un presupuesto del que no te puedes pasar. Una diferencia de apenas unos euros en un componente puede tener grandes consecuencias en el rendimiento del sistema; así que es importante saber dónde hay que gastar más, y dónde podemos ahorrar un poco.

La memoria RAM siempre es un componente complicado en ese sentido. Para empezar, la cantidad de memoria ideal cambia constantemente, sobre todo dependiendo de para qué vamos a usar el ordenador. Hace apenas un par de años, incluir 8 GB era algo normal, pero hoy en día el consenso general es que poner menos de 16 GB no es recomendable. Pero, ¿dónde está el límite? Y ¿realmente lo notaremos?

Capacidad y velocidad, ¿qué es lo más importante en una RAM?

Pero no es sólo la cantidad de memoria; también su velocidad. Puede que te hayas encontrado en más de una ocasión ante dos memorias idénticas, excepto por la frecuencia a la que van. ¿Realmente hay diferencia entre DDR4-2666 y DDR4-3600? Estamos hablando de una diferencia de unos 60 € entre módulos de 8 GB de la misma marca; un dinero que podría dedicarse a un mejor procesador, o a una gráfica más potente.

En PCGamer han intentado resolver el misterio de si merece la pena memoria RAM más rápida, y la respuesta es, como siempre, “depende”. Para empezar, un vistazo a las pruebas demuestra que sí, que una memoria RAM más rápida se nota en el rendimiento del ordenador; pero las diferencias no siempre son igual de notables, ni las mismas en todos los sistemas.

¿Es mejor comprar memoria RAM más rápida, o no?

El efecto que un aumento de frecuencia tiene en cada juego es diferente. En algunos títulos es imperceptible, y en otros puede ser la diferencia entre obtener una tasa de frames estable y no. Por lo general, no se nota tanto en la tasa de frames media (una diferencia de cuatro o cinco frames de media no es importante), pero sí en el “percentil 97”, es decir, la velocidad a la que irá la mayor parte del tiempo sin contar con los molestos “saltos”.

No solo eso, sino que los efectos de una memoria más rápida se notan más con procesadores Ryzen de AMD que con procesadores Core de Intel. Al fin y al cabo, el procesador tiene una gran importancia en la manera en la que se gestiona y se usa la RAM, especialmente en multitarea.

En cuanto al tamaño, la diferencia es más evidente: optar por 8 GB es quedarse corto con muchos juegos. La diferencia de rendimiento es mucho más notable respecto a los 16 GB, que ya debería ser lo mínimo que deberías montar. Por otra parte, el salto entre 16 y 32 GB es inapreciable; pero de cara al futuro, puede que merezca la pena invertir en 32 GB.

Por lo tanto, ¿deberías gastar más dinero en una memoria más rápida? Las conclusiones son que, si tienes que elegir, es mejor comprar una mayor cantidad de memoria que una más rápida. Si tienes el presupuesto, dar el salto a una memoria más rápida dará buenos resultados en algunos juegos, pero la diferencia no es tanta como la que podrías tener comprándote una gráfica mejor, por ejemplo.