Análisis Razer Kraken Tournament Edition: el impacto del sonido espacial en tus juegos
Los Razer Kraken Tournament Edition son unos auriculares gaming que lo apuestan todo por mejorar tus juegos, pero ¿lo consiguen?
17 febrero, 2019 20:44Noticias relacionadas
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El sector gaming ha pegado un estirón en los últimos años, convirtiéndose en la gran alegría del sector de los ordenadores personales. Los productos gaming están consiguiendo, prácticamente por si solos, levantar un mercado seriamente dañado por la crisis.
Frente a todas estas nuevas marcas que acaban de levantar el vuelo, la apuesta de Razer siempre fue la misma, centrarse en los jugadores. Claro, que eso nos lleva a la pregunta, ¿cómo puede Razer diferenciarse del resto del mercado, ahora que todo es “gaming”?
Los auriculares Kraken Tournament Edition son tal vez el producto Razer por antonomasia: con estilo, tecnologías propias y un diseño pensado para los que realmente se tiran horas jugando. Estamos ante unos auriculares gaming, acompañados por un controlador de audio por USB; un conjunto con el que Razer quiere demostrar que sigue mereciendo la pena buscar el logotipo de la serpiente de las tres cabezas. ¿Lo consigue?
Características técnicas de los Razer Kraken Tournament Edition
- Controladores (drivers) – De 50 mm con imanes de neodimio.
- Frecuencia de respuesta – 12 Hz a 28 kHz.
- Impedancia – 32 ohmios a 1 kHz.
- Sensibilidad a 1 kHz – 109
- Potencia de entrada – 30 mW máximo.
- Conexión – jack de 3,5 mm y USB con el controlador USB incorporado.
- Longitud del cable – 1,3 m.
- Controles en el cable
- Volumen.
- Micrófono encendido/apagado.
- Peso – 322 gramos.
- Controlador Audio
- Conexión – USB
- Salida – jack de 3,5 mm combinado de audio y micrófono.
- Control de volumen
- Control de apagado y encendido de micrófono.
- Mezclador de micrófono y sonido.
- Control de bajos.
- Sonido espacial THX.
- Micrófono
- Frecuencia de respuesta – de 100 Hz a 10 kHz.
- Impedancia – 32 ohmios a 1 kHz.
- Relación señal/ruido – mayor de 60 decibelios.
- Sensibilidad a 1 kHz – -45 +- 3 decibelios.
- Colores
- Verde y negro
- Negro
- Precio – 99,99 €
Un diseño funcional pero atractivo
Lo primero que me llamó la atención cuando cogí los Kraken que Razer nos había enviado, fue el color. Este verde chillón es algo más que una decisión estética atrevida, es la firma de Razer; sí, los Kraken también están disponibles en negro (y otros colores en ediciones especiales), pero ¿porqué querrías elegir otra cosa que no sea el verde?
Es este color lo que realmente hace que estos auriculares resalten. Literalmente todo aquel que me ha visto con los auriculares puestos me ha preguntado por ellos; claro, que una vez que lo cogen se dan cuenta de que en realidad no se trata de un diseño “loco”. Personalmente, creo que esto es lo mejor; hay demasiado diseños “gaming” en los que da la impresión de que el responsable ha estornudado mientras diseñaba.
Pero lo más importante es que este diseño simple tiene una razón de ser: la comodidad. Desde que me levanto hasta que me acuesto, yo me paso todo el día con los auriculares puestos; y la comodidad de estos Kraken me ha sorprendido. Son ligeros, por lo que puedes tirarte horas y horas sin molestias..
Cómodo para jugar todo el día, pero con carencias
Las almohadillas son muy generosas, lo suficiente como para que toda la oreja quepa dentro del auricular; gracias a esto, el aislamiento es decente, aunque no excepcional. El suficiente para no escuchar el murmullo de los ventiladores de tu ordenador. Tampoco tienen tecnología de cancelación de ruido, pero por el precio tampoco lo esperaba.
Lo que sí me esperaba es algún grado de rotación en los auriculares. La única manera de ajustarlos es levantar o subir la diadema, mientras que el auricular está fijo; no podemos rotarlo para adaptarlo mejor a nuestra cabeza. Es una carencia que puede parecer pequeña, pero que puede suponer la diferencia entre un ajuste cómodo o acabar con nuestras sesiones de juego con molestias.
La diadema está recubierta por un material mullido y transpirable; y el sistema de ajuste es suave, por lo que llevar los auriculares tal y como lo prefieras es muy fácil. Estos detalles continúan por el cable, protegido por un trenzado de tela. Como era de esperar, en el cable tenemos un control de volumen, además de un botón para apagar el micrófono incorporado.
Hablando del micrófono, tengo que decir que me encanta la manera en la que permanece oculto dentro del auricular izquierdo cuando no lo estamos usando. Sale fácilmente sólo con tirar de la cabeza del micrófono, y se mete igual de fácil.
El controlador de audio USB, el as en la manga
Por si solos, los auriculares Kraken son muy convincentes. Pero en este artículo estamos hablando de los Kraken Tournament Edition, y la gran diferencia radica en el accesorio que viene en la caja: un controlador de audio USB.
En otras palabras, se trata de una tarjeta de sonido externa, que se conecta por USB a nuestro ordenador. Eso no significa que estés obligado a usarla, claro; los auriculares tienen una conexión jack de 3,5 mm clásica para usarla con cualquier dispositivo. Desde tu móvil hasta tu consola, no tendrás problemas en disfrutarlos. Pero si realmente quieres sacarles todo el partido, necesitas usar este dispositivo; es donde Razer ha guardado la “magia”.
Una vez que conectamos el dispositivo, podemos conectar los auriculares a su salida jack en vez de a la del ordenador. Inmediatamente notaremos un sonido mejorado, sobre todo si hasta ahora usábamos la tarjeta de sonido integrada en la placa base; sin embargo, la diferencia no será tan grande si ya tienes una tarjeta de sonido dedicada (e incluso puede ser inferior). Además de conectar el dispositivo, es recomendable instalar la última versión de Synapse, la herramienta de configuración de dispositivos de Razer.
Todos los controles que necesitas en un sitio
Una vez instalado todo, podemos acceder a las funciones adicionales de este controlador con los botones integrados; como por ejemplo, el volumen. De hecho, lo recomendable es dejar el volumen del sistema al 100% y cambiarlo con estos botones. También tenemos otro botón para apagar el micrófono.
Lo interesante está en los laterales. En el izquierdo, podemos cambiar los bajos, haciendo que el sonido tenga más impacto; esto depende mucho de los gustos, claro. Por defecto, puede que el sonido potencie demasiado los bajos, por lo que aconsejamos ir cambiándolo hasta que lleguemos al equilibrio justo.
Por contra, en el lado derecho tenemos un control para equilibrar el sonido del micrófono y el del juego; de esta forma podemos bajar el sonido del micrófono si nos molesta mientras jugamos. Por último, tenemos la auténtica estrella: el botón para activar el sonido espacial THX.
Sonido espacial de THX (sí, esa THX)
Sí, estamos hablando de la misma THX de las películas, esa cuyo logotipo viene siempre acompañado de un efecto de sonido que pone a prueba nuestros altavoces y auriculares. THX fue comprada en 2016 por Razer, incluyendo su propiedad intelectual; este controlador de sonido es uno de los resultados de este acuerdo.
El botón activa lo que Razer llama “sonido espacial”, que crea un efecto con el que el sonido parece estar rodeándonos; como si estuviésemos en una sala de cine, apropiadamente si hablamos de THX. Este sistema funciona sin importar si la salida es sólo estéreo; ya que son los algoritmos y el hardware del controlador los que se encargan de modificar el sonido para conseguir ese efecto.
El efecto es similar al del sonido envolvente de unos altavoces 5.1, pero diferente; sobre todo porque se basa más en analizar la posición del sonido para reproducirlo de tal manera que realmente parezca que viene de ahí. Tiene un gran potencial, pero no se adapta igual de bien a todas las situaciones. Por eso, a continuación quiero repasar algunas de las peculiaridades del sonido de los Kraken, activando y desactivando esta tecnología.
Sonido en videojuegos: con los jugadores en mente
Que los Kraken están pensados para jugar es algo que hemos dejado más que claro. Pero por si quedaba alguna duda, sólo tenemos que probarlos en su terreno: los videojuegos. Se nota muy bien que ha sido la prioridad para Razer; porque tanto los auriculares como el controlador de audio están pensados para sacar partido al sonido de nuestros juegos.
Por defecto, en el sonido de los Kraken los bajos son los protagonistas. Esto ayuda a potenciar el impacto en los juegos, especialmente en los efectos de sonido. Cada disparo es un golpe, cada explosión es todo un evento; y lo mejor es que la música no sufre por ello, sobre todo si son ritmos duros y potentes. En otras palabras, jugar a Doom con estos auriculares es toda una experiencia.
Las buenas noticias es que no hay muchos sacrificios para alcanzar este nivel. Por ejemplo, uno de los miedos que tenía era que las voces se podían perder entre tanto bajo exagerado; pero por defecto no es así, y siempre puedes ajustar los bajos un poco usando el controlador.
Sonido espacial THX, ¿realmente funciona?
Esta experiencia es aún más impresionante cuando activamos el sonido espacial de THX. El efecto le viene al dedillo a los juegos de acción y de carreras, aunque también funciona bien en otros géneros. En shooters, podemos escuchar cómo las balas pasan a nuestro lado, cómo el murmullo de los tanques se aproxima, y cómo una explosión ha estado a punto de acabar con nosotros.
Sin embargo, es importante recalcar que no veo que este efecto te ayude a mejorar tus reflejos; en el sentido de que no te va a ayudar a saber de dónde viene el disparo de tu enemigo, por ejemplo. Tampoco creo que pueda suponer una ventaja táctica en juegos competitivos. Es un efecto más artístico, por decirlo de alguna manera; centrado en mejorar la experiencia y en atraparte completamente en el juego.
Por contra, en juegos más tranquilos, o en los que no tengamos ese impacto sonoro, los Kraken no consiguen dejar marca. Digamos que tus partidas de Civilization no se van a volver más emocionantes sólo por usar estos auriculares; aunque tampoco serán una mala experiencia, por supuesto.
Sonido en películas: THX al rescate
En un principio, sólo iba a hablar del rendimiento de los Kraken en videojuegos; no esperaba nada especial en otras tareas. Pero entonces me fijé en el logotipo de THX del controlador de audio. Con ese logo tan especial, tan asociado con la historia del cine, la experiencia a la hora de ver películas tiene que ser buena, ¿verdad?
Sí y no. Por defecto, los Kraken no tienen un sonido apropiado para disfrutar de vídeos; la preferencia por los bajos hace que se pierdan algunos detalles y todas las películas acaban sonando de manera muy parecida. La salvación está en el sonido espacial THX, que consigue una experiencia “de cine” usando unos auriculares.
Al activarla, esta función añade reverberación adicional, dando la sensación de que estamos en una sala de cine; el efecto es incluso más marcado que con los videojuegos. Realmente da una sensación parecida a la de estar rodeado de altavoces; ojo, parecida, que no la misma, pero aún así lo considero un buen logro.
Lo llamativo es que no importa la procedencia del sonido. La diferencia en el sonido de servicios de streaming como Netflix es notable; incluso me sorprendieron mientras estaba viendo un vídeo de Youtube, en el que parecía que un coche estaba circulando a mi espalda. Claro, que tiene sus límites; y las películas con un diseño sonoro más tranquilo y los vídeos simples no se volverán más atractivos de repente.
Sonido en música: el talón de Aquiles de los Kraken
Si con el cine los Kraken me sorprendieron gratamente, con la música pasó todo lo contrario; es aquí donde realmente sale a relucir el sacrificio que Razer ha tenido que tomar para conseguir un sonido con tanto impacto en videojuegos y cine.
Voy a ser lo más directo posible: no me gusta nada usar los Kraken para escuchar música. La preferencia por los bajos hace que se pierdan muchos detalles en el rango medio; no así los agudos, que nunca desaparecen del todo. El resultado es un sonido demasiado turbio, con el que cuesta apreciar tus temas favoritos.
Es algo que me llama mucho la atención, porque pensaba que estos auriculares se adaptarían bien a música electrónica; pero los resultados no cambiaron sin importar el género.
No importa dónde uses los auriculares, el resultado no cambia. Por supuesto, puedes jugar con un ecualizador para potenciar las partes que quieras; y reducir los bajos con el controlador de audio. Pero nunca conseguí el sonido adecuado. En esta circunstancias, activar el sonido espacial THX es prácticamente masoquismo; amplifica estos problemas hasta el punto de que podrías estar escuchando una obra y sería lo mismo.
Razer Kraken Tournament Edition: de jugadores para jugadores
Antes he dicho que los Kraken son el producto Razer por antonomasia, y no fue casualidad. Realmente creo que este es el producto que mejor representa a la marca; un producto pensado primero para los jugadores, para sus necesidades y sus preferencias.
Es a todas luces evidente que Razer se ha centrado en ofrecer la mejor experiencia posible en videojuegos. Y en ese sentido, sólo tengo elogios; es refrescante ver una apuesta tan clara y segura, y lo mejor es que los resultados están a la altura. Estos auriculares son capaces de mejorar el sonido de tus juegos de una manera que pocos consiguen.
Tus películas también pueden mejorar, gracias a la tecnología de THX integrada en el controlador de sonido. Es tal vez la parte que más me sorprendió, gracias al efecto de “sala de cine” que ha conseguido sólo con unos auriculares. Sin embargo, esta pomposidad en el sonido no funciona tan bien cuando escuchamos música; es ahí siento que unos auriculares diferentes con un precio semejante podrían ganar, aunque quiero aclarar que estos no son malos ni mucho menos.
Los Razer Kraken Tournament Edition son una alternativa muy recomendable, especialmente para jugadores que quieran una nueva dimensión en sus partidas. Dependiendo de tus gustos, puede que ofrezcan un sonido demasiado grave para otras tareas, pero al menos en lo que se proponen, estos auriculares no tienen pega.