La Microsoft Surface ya de por sí es útil, pero este accesorio es capaz de “convertirla” en una Surface Studio Mini, el ordenador de sobremesa de Microsoft para profesionales, que se ha popularizado por su diseño y prestaciones (y, sobre todo, por su dial). Se trata de una base a la que además podemos conectar USB, el pen (mediante una base magnética) e incluso tener la tablet cargada.
Si tienes una Surface, probablemente quieras también una Surface Studio, pero es poco probable que puedas permitírtelo (la más barata tiene un precio de 3000 euros). La Kensington SD7000, este dock, permite tener una Surface Studio Mini en casa.
El dock Kensington SD7000 proporciona la flexibilidad de una Surface Studio a una simple Surface Pro
Básicamente, este accesorio convierte una tablet-ordenador en un ordenador de sobremesa, con las ventajas que conlleva, como podemos tener un ángulo de escritura mucho mejor, y las desventajas de la poca movilidad (aún así, parece bastante portable). El dock tiene un mecanismo de bisagras, por lo que prácticamente podemos colocar la Surface como queramos: como una pantalla, como una tablet, o en definitiva de cualquier modo.
Convierte tu Surface Pro en una Surface Studio Mini
La base presentada en el Microsoft Inspire celebrado en Las Vegas, aparte del puerto de carga, incluye un USB Type C, dos USB 3.0, un mini-jack un Ethernet, un HDMI y un DisplayPort. Es decir, que podemos usar el dock para al mismo tiempo alimentar dos monitores a resolución 4K (uno mediante HDMI y otro mediante DisplayPort).
Además, y como vemos en el vídeo, la base de carga viene incluida con un cable de seguridad. Es decir, que podemos dejarla en alguna mesa de una cafetería e irnos al baño. Cuando volvamos, sabremos que nuestra Surface Studio Mini casera seguirá ahí, pues nadie podrá llevársela.
Es simplemente ideal para aquellos que trabajen en un sitio fijo con la Surface, pero que no puedan tener un ordenador de sobremesa. De hecho, extraer o meter la tablet en el dock es ridículamente sencillo, por lo que podemos dejar el dock en la oficina y seguir usando la tablet en casa sin ningún problema.
Es muy divertido y útil, pero su precio no tanto. Cuesta literalmente el mismo precio por el que podemos comenzar a encontrar odenadores de características decentes: 299 dólares, lo que se podría quedar en unos 349 euros en España, probablemente. Eso sí, comparado con lo que cuesta un Surface Studio de verdad… no es prácticamente nada.