
F-35 lanzando una bomba nuclear
EEUU ya produce su nueva bomba nuclear: 7 veces más potente que su predecesora y compatible con aviones y cazas
La próxima entrada de nuevos cazas y bombarderos en la Fuerza Aérea y la amenaza creciente ha motivado una modernización de las bombas clase B61.
Más información: Las Naciones Unidas alertan: hay 9.605 armas nucleares en el mundo, con China como la potencia atómica que más crece
El final de la Guerra Fría marcó un punto de inflexión en la estrategia de disuasión nuclear de Estados Unidos, relajando en los años y décadas posteriores los presupuestos dedicados al desarrollo y mantenimiento del armamento radiactivo acumulado, algo de lo que España carece. Sin embargo, el Departamento de Defensa del país norteamericano ha perpetuado la bomba B61 como una de sus principales bazas en este terreno, dando como resultado la creación de variantes cada vez más modernizadas.
El anuncio oficial sobre la modernización de la bomba nuclear se realizó en octubre de 2023 y, hace sólo unos días, el secretario de Energía estadounidense, Chris Wright, publicó en sus redes sociales el comienzo de la producción a nivel industrial. Se trata, en concreto, de la versión B61-13 que se fabrica dentro del famoso Complejo de Seguridad Nacional Y-12 en el Laboratorio de Oak Ridge (Tennessee), una de las instalaciones creadas al calor del proyecto Manhattan en los años 40 del siglo pasado.
El desarrollo del nuevo modelo de la B-61 está motivado por la nueva balanza de fuerzas que se lleva cocinando desde 2022, cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania. "El anuncio de hoy refleja un entorno de seguridad cambiante y las crecientes amenazas de posibles adversarios", dijo en 2023 John Plumb, por entonces subsecretario de Defensa para política espacial.

MIlitares estadounidenses trabajando en una bomba B61
La amenaza sobre una guerra nuclear lleva sobrevolando Europa desde prácticamente el comienzo de la invasión rusa a Ucrania. En diferentes intervenciones, Vladímir Putin ha anunciado que, una escalada de apoyos internacionales a Zelenski, iba a tener una respuesta firme con armamento radiactivo.
Si bien desde el Kremlin no han llegado a este término, desde la Unión Europea se encuentran preparando planes de contingencia para la ciudadanía que abarcan las primeras 72 horas después de un ataque a gran escala. Esta ventana temporal coincide, en gran medida, con el periodo de máxima radiación emitida por parte de una bomba nuclear. Además, según las últimas informaciones, Rusia y Ucrania han llegado a un acuerdo de alto el fuego para el frente del mar Negro.
Nueva bomba nuclear
"La B61-13 representa un paso razonable para gestionar los desafíos de un entorno de seguridad altamente dinámico", afirmó Plumb. Uno de los puntos más importantes de la estrategia de disuasión estratégica de Estados Unidos es el mantenimiento del número de cabezas nucleares, algo que seguirán con esta nueva arma.
"Si bien nos brinda mayor flexibilidad, la producción de la B61-13 no aumentará el número total de armas en nuestro arsenal nuclear", aclaró. En estos momentos, Rusia cuenta con el mayor número de cabezas nucleares registradas, aunque realmente se desconoce cuántas de ellas se mantienen completamente operativas.

Bomba B61
Uno de los motivos que ha llevado al Departamento de Energía y al de Defensa a impulsar esta nueva versión es hacerla compatible con las plataformas aéreas modernas. De esta forma, la B61-13 "podría ser lanzada desde aviones más modernos, fortaleciendo la disuasión de los adversarios y la seguridad de los aliados y socios", apunta el Pentágono en un comunicado.
También aseguran que proporcionará al "Presidente [en EEUU, la máxima autoridad de las Fuerzas Armadas] opciones adicionales contra ciertos objetivos militares más difíciles y de área extensa". Pocos meses después del anuncio oficial de la nueva bomba, el caza F-35 fue certificado para poder integrar este tipo de arma.
Asimismo, la B61-13 será también compatible con el bombardero B-21 Raider que se encuentra en pleno desarrollo por parte de Northrop Grumman y, muy probablemente, también lo sea con el caza de sexta generación F-47 recién presentado por Trump. Y reemplazará a una parte de las B61-7, de las que tomará aspectos clave como el rendimiento.
Desde el Departamento de Defensa también indicaron que la nueva versión aprovechará las capacidades de la producción actuales y establecidas, al tiempo que incluirá las características modernas de seguridad y precisión.

Bomba nuclear B61
En cuanto a especificaciones, tal y como han comunicado desde el Pentágono, el nuevo modelo 13 contará con unas muy similares en cuanto a rendimiento respecto a la versión 7. Según la Federación de Científicos Estadounidenses, esta última es capaz de realizar una explosión de 360 kilotones, aproximadamente 7 veces más que la B61-12. Una potencia suficiente como para arrasar ciudades enteras
"Aunque los funcionarios gubernamentales insisten en que el plan de las B61-13 no está impulsado por nuevos desarrollos en países adversarios ni por un nuevo requisito de objetivos militares, aumentar la precisión de una bomba de alto rendimiento obviamente tiene implicaciones en la selección de objetivos", señalan desde la misma Federación.
"Detonar el arma más cerca del objetivo aumentará la probabilidad de que sea destruido". También afirman que una infraestructura muy resistente podría hipotéticamente ser destruida con una unidad de B61-13 en lugar de dos B61-12.
"Estados Unidos tiene la responsabilidad de seguir evaluando y desplegando las capacidades que necesitamos para disuadir con credibilidad y, de ser necesario, responder ataques estratégicos, y dar seguridad a nuestros aliados", recalcó Wright.
B-21 Raider
El próximo bombardero de Estados Unidos, el B-21 Raider, será la espina dorsal de la proyección nuclear del país gobernado por Trump. Se trata de una de las aeronaves más avanzadas del mundo y combina capacidad de transporte de armamento con las propiedades furtivas que le confieren ser invisible a los radares.
Está desarrollado con la última generación de tecnología furtiva, con capacidades de conexión avanzadas y una arquitectura de sistemas abiertos que le permitirá incorporar nuevas funciones y características con el paso de los años. "El B-21 está optimizado para el entorno de amenazas de alto nivel", según indican desde Northrop Grumman.

El B-21 Raider Omicrono
La aeronave se vio en vuelo por primera vez en septiembre de 2024 y, por el momento, se desconoce cuándo entrará en servicio. El propósito de EEUU con esta aeronave es ir sustituyendo paulatinamente la flota de bombarderos desarrollados al calor de la Guerra Fría, cuyo coste operativo es muy abultado y algunas unidades se encuentran ya cerca del final de su vida útil.
Como suele ser habitual, las especificaciones se mantienen bajo el más absoluto de los secretos y tan sólo se conocerán parte de ellas una vez entre en servicio. Sin embargo, sí se sabe que EEUU planea que la aeronave pueda volar sin tripulación a bordo en el futuro.