Éxito parcial de SpaceX en el despegue de la Starship: atrapa el cohete Super Heavy, pero pierde la nave espacial en vuelo
Desde la Stabase en Texas (Estados Unidos), la compañía espacial de Elon Musk se ha enfrentado al séptimo despegue de la Starship.
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Después de encadenar unos cuantos retrasos por diversos problemas y tras el lanzamiento satisfactorio del New Glenn de Jeff Bezos, el séptimo vuelo del cohete Falcon Heavy y la nave Starship ha estado inmerso en luces y sombras. El conjunto ha despegado a eso de las 23:37 hora de España desde las instalaciones de Boca Chica (Texas, EEUU), ejecutando en los primeros minutos el plan de vuelo previsto y publicado previamente por SpaceX.
Sin embargo, poco después del regreso del propulsor, la telemetría de la nave espacial desapareció y, finalmente, comunicaron su pérdida mientras se encontraba en vuelo. "La nave espacial sufrió un desmontaje rápido e imprevisto durante el ascenso", ha comunicado SpaceX. "Los equipos seguirán revisando los datos de la prueba de vuelo de hoy para comprender mejor la causa".
"Con una prueba como esta, el éxito viene de lo que aprendemos", han asegurado a través de la red social X. "Y el vuelo de hoy nos ayudará a mejorar la fiabilidad de Starship".
— Elon Musk (@elonmusk) January 16, 2025
Este tipo de escenarios, aunque remotos en posibilidades, se tienen en cuenta a la hora de programar el plan de vuelo con el fin de disminuir al máximo el riesgo a personas. Asimismo, las naves espaciales disponen de sistemas especialmente dedicados a tomar el control en caso de que haya problemas críticos como parece que ha ocurrido, pudiendo incluso explotar a gran altura y sobre lugares inhabitados.
Más allá de la pérdida, uno de los puntos más importantes de esta misión ha sido la recuperación del cohete por parte del Mechazilla. Esta torre gigante actúa como plataforma de lanzamiento y también como método de recuperación para el propulsor. La compañía fundada y liderada por Elon Musk consiguió realizar la maniobra de regreso al Mechazilla por primera vez en el quinto vuelo, éxito que acaba de repetir en el séptimo.
Entre esas mejoras se encontraba la reducción del tamaño de los flaps delanteros y su desplazamiento hacia la punta del vehículo, alejados del escudo térmico. Con este cambio tenían planeado "reducir significativamente su exposición al calor de reentrada al mismo tiempo que se simplifican los mecanismos subyacentes y las baldosas protectoras".
Además de repetir ese hito tecnológico en la fase de recuperación del cohete, el séptimo vuelo de prueba también ha sido fundamental para la nave espacial Starship. SpaceX ha incorporado una serie de "mejoras significativas" a la plataforma y tenía previsto realizar el despliegue de una serie de cargas útiles que simulan 10 satélites de la nueva generación de Starlink. Con la "pérdida" de la aeronave, se desconoce, en el momento de escribir esto, si esta maniobra se realizó.
El terreno de la gestión térmica ha sido —y todavía es— una de las principales preocupaciones de los ingenieros de SpaceX, que han ido probando nuevas fórmulas a lo largo de los últimos lanzamientos. "El escudo térmico de la Starship también utilizará las baldosas de última generación e incluye una capa de respaldo para protegerlo de las baldosas dañadas", tal y como explicaron desde la compañía antes del despegue.
El apartado de los propulsores ha recibido igualmente una importante actualización aumentando hasta un 25% el volumen del propergol, mejorando el revestimiento de vacío de las líneas de alimentación, han integrado un nuevo sistema de alimentación de combustible para los motores Raptor de vacío y un módulo de aviónica mejorado.
Starship’s flight trajectory for today’s test pic.twitter.com/YKPyn0yQBg
— SpaceX (@SpaceX) January 16, 2025
Otro de los puntos más comentados en los últimos días ha sido el completo rediseño de los sistemas de comunicaciones y navegación de la nave espacial. De esta forma, la Starship que ha protagonizado este séptimo lanzamiento ha sido la primera en incorporar conectividad con Starlink, la constelación satelital de Musk para proporcionar internet, cuyo objetivo era la transmisión de vídeo en alta calidad en tiempo real y de una importante cantidad de telemetría; algo que les será útil a los ingenieros para investigar lo sucedido.
Por otro lado, el cohete Super Heavy ha utilizado, por primera vez en su historia, hardware ya probado en vuelo. Se trata de un motor Raptor del cohete lanzado y recuperado en el quinto vuelo de la Starship que ha funcionado de la forma esperada.
"Las actualizaciones de hardware en la torre de lanzamiento y captura aumentará la fiabilidad de la captura del cohete, incluidas las protecciones para los sensores en las barras de la torre que se dañaron en el lanzamiento y provocaron que el cohete se desviara hacia altamar".
Lo próximo: recuperar Starship
Una parte importante de todos los trabajos realizados por los ingenieros para este séptimo vuelo ha estado encaminado en la futura recuperación de la Starship. "En la parte superior de la nave espacial, se han eliminado una cantidad significativa de baldosas [térmicas] para probar áreas vulnerables en todo el vehículo", aseguraban antes del lanzamiento.
En su lugar, han incorporado baldosas metálicas, incluso un tipo con un sistema de enfriamiento activo, con el fin de "probar materiales alternativos para proteger la nave espacial durante la reentrada" atmosférica.
En los costados del vehículo han instalado versiones no estructurales de los accesorios de recuperación de la nave para probar su rendimiento térmico. Se trata del paso previo a la integración de esos mismos elementos, ya con carácter estructural, para poder recuperar la Starship empleando igualmente el sistema de la torre Mechazilla.
El perfil de reentrada de la nave estaba diseñado igualmente para "estresar intencionalmente los límites estructurales de los flaps mientras se encuentran en el punto de máxima presión dinámica de entrada". Según la cronología de la misión, la pérdida de la Starship ha ocurrido mucho antes de que esta maniobra estuviera programada.