Si quedaba alguna duda sobre la nueva carrera espacial que se está viviendo, aquí hay otra prueba: en 24 horas, dos empresas privadas han realizado pruebas clave de cara a sus futuros lanzamientos. New Glenn, el cohete de Blue Origin, última así los preparativos para su gran debut. A la vez, Starship, el cohete más grande de la historia ha realizado una prueba de carga para su quinto y espectacular vuelo.
Blue Origin recorre este camino por primera vez preparando su vehículo para el primer lanzamiento. Por su parte, SpaceX sigue con los preparativos para volar por quinta vez su cohete más imponente y a la espera de la licencia que le permita enfrentarse en breve a su reto más complejo.
No es la primera vez que ambas compañías compiten por la atención. Tras seguirse en directo la histórica caminata espacial privada de SpaceX con Polaris Dawn el pasado 12 de septiembre, Blue Origin publicaba un tráiler cinematográfico sobre su viaje de turismo espacial. Ambas empresas, fundadas por magnates tecnológicos, Elon Musk y Jeff Bezos, compiten tanto en el turismo espacial como en servir de transporte a agencias como la NASA, aunque SpaceX tiene más experiencia acumulada.
New Glenn
La prueba de New Glenn ha durado 15 segundos y supone "la primera vez que operamos el vehículo con un sistema integrado", explican en el comunicado. El objetivo es validar las interacciones entre los subsistemas de la segunda etapa, sus dos motores BE-3U y los sistemas de control en tierra. Como acostumbra desde hace años SpaceX, Blue Origin ha compartido un vídeo de la prueba.
Con ella se ponen en marcha el sistema de control de presurización del tanque, que utiliza helio para presurizar los tanques de hidrógeno líquido y oxígeno líquido durante el vuelo; el sistema de control del vector de empuje, que carga los motores y dirige el cohete; y las secuencias de arranque y apagado de los motores BE-3U, los cuales pueden reiniciarse hasta tres veces durante una misión.
El cohete New Glenn tiene una altura de más de 98 metros. Compuesto por una segunda etapa de 26,8 metros de altura y un diámetro de 7 metros. La primera etapa por siete motores BE-4, el motor de combustión por etapas rico en oxígeno y alimentado con gas natural licuado (GNL) más potente que jamás haya volado. Además del BE-4 y el BE-3U, Blue Origin fabrica motores BE-7 para nuestros módulos de aterrizaje lunar Blue Moon y el motor BE-3PM de New Shepard.
Programado en un principio para octubre, el lanzamiento se ha trasladado a noviembre después de la renuncia de la NASA a integrar sus satélites en el primer viaje de New Glenn como prometieron. A pesar de los cambios de último momento, el cohete de Blue Origin despegará o lo intentará.
Blue Origin centrará todos sus esfuerzos en lanzar un prototipo de su vehículo Blue Ring, para poner a prueba detalles técnicos tanto de este como del propio cohete. Este será, por otro lado, el primero de tres vuelos de prueba que ayudarán al New Glenn a ser elegible como transporte para llevar cargas útiles para la Fuerza Espacial de los Estados Unidos.
Starship de SpaceX
Por su parte, la compañía fundada por Elon Musk sigue trabajando en su gigantesco cohete a la espera de recibir la aprobación de la FAA con quién mantiene una lucha abierta en este momento. En vez de hacer un encendido estático como New Glenn, ahora han llevado a cabo una prueba líquida que consiste en cargar los tanques de la nave y asegurarse que no hay fugas. La compañía, incluso ya prepara el cohete para su sexto intento, el ritmo es frenético.
Aunque podría despegar y llevar a cabo el mismo plan de vuelo que en la prueba anterior, la empresa requiere de una nueva licencia para intentar su reto más complicado, recuperar el propulsor Super Heavy de 70 metros de altura de una pieza con la torre de lanzamiento después de separarse de la nave Starship. Maniobrando con sus motores se acercará a la torre Mechazilla para que esta lo agarre con sus brazos mecánicos en pleno vuelo. De producirse, esta hazaña se podrá ver en directo en el mes de octubre.