España ha sido testigo en muchas ocasiones de los riesgos de la guerra informática, que en algunos casos puede tener consecuencias graves más allá del ciberespacio, en el mundo físico. Esto se ha vuelto a ver reflejado en el Líbano, donde se ha producido un ataque que ha hecho explotar los 'buscas' de miembros del grupo armado Hezbolá, causando cientos de heridos.
Miembros del grupo Hezbolá, incluyendo médicos y combatientes, y personas que estaban cerca de ellos han resultado heridas en varias localizaciones del país después de que sus 'buscas' explotaran de forma súbita, relata Reuters. Este tipo de dispositivos han sido ampliamente usados en la era previa a los smartphones para encontrar a personas y comunicarse de la manera más rápida posible.
Los buscas, 'beepers' o 'pagers' son unos pequeños dispositivos tremendamente sencillos, con una diminuta pantalla y escasos botones. Los primeros modelos se remontan a mediados del siglo pasado y sirven para mandar notificaciones o mensajes de texto, muy parecidos a los ya vetustos SMS. Este sistema de mensajería ha restringido sus usos en la actualidad, pero sigue siendo útil para ciertas tareas que no requieran el uso de un smartphone, sobre todo en hospitales y en empresas de seguridad.
Un envío reciente
Los buscas son, al menos en teoría, más difíciles de hackear que los teléfonos móviles, ya que no están conectados a internet y es más complicado localizarlos y acceder a su red de comunicaciones.
De momento todo son hipótesis, pero fuentes de Inteligencia afirman que Israel colocó explosivos en los 'busca' de Hezbolá hechos en Taiwán. Todo apunta a que lo sucedido este martes se debe a un nuevo lote de buscas entregado a los mandos de Hezbolá hace 5 meses, que podrían haber sido manipulados para estallar al recibir un mensaje concreto. "Algunas personas sintieron que los buscas se estaban calentando y los tiraron antes de que explotaran".
El sobrecalentamiento de una batería de litio puede llevar a su explosión. Sin embargo, los buscas tienen baterías diminutas, que por sí solas no deberían ser capaces de causar graves heridas, amputaciones y muertes. Cada vez más voces apuntan a que los servicios secretos de Israel descubrieron que Hezbolá iba a comprar una nueva partida de buscas encriptados, los intervino en fábrica y les colocó explosivos para detonarlos todos a la vez.
Al Jazeera señala que los dispositivos estaban cargados con hasta 20 gramos de material explosivo. En esta línea, Sky News Arabia sostiene también que el Mossad colocó PETN, un material explosivo, en las baterías y los detonó aumentando su temperatura.
El New York Times, citando a fuentes anónimas, afirma que Israel colocó los explosivos en un lote de dispositivos buscapersonas fabricados en Taiwán y vendidos a Hezbolá. Estas informaciones apuntan que el grupo armado encargó a la empresa taiwanesa Gold Apollo unos 5.000 aparatos, a los que Israel habría implantado explosivos junto a la batería con un mecanismo para poderlos detonar de forma remota.
Por su parte, el Gobierno taiwanés manifestó este miércoles que la empresa Gold Apollo no ha efectuado exportaciones de dispositivos buscapersonas al Líbano en los últimos años y ha señalado como responsable de producirlos a una empresa aficanda en Hungría llamada 'BAC'. En concreto, por las fotos de los restos de los dispositivos que han circulado en redes sociales, el modelo sería el AP924, un buscapersonas ruggerizado (muy resistente a golpes, agua, polvo, temperaturas...) con batería suficiente para 85 días y capaz de recibir mensajes de texto de hasta 100 caracteres.
Según el diario neoyorquino, los altos cargos de Hezbolá llevan años utilizando estos dispositivos, algo que se generalizó en la escala de mando tras los atentados del 7 de octubre. Fue entonces cuando el líder del grupo advirtió a sus miembros de que los servicios de inteligencia israelíes habían penetrado en la red de telefonía móvil y era más fácil que intervinieran sus comunicaciones. Eso provocó que la organización al completo se pasara al nuevo sistema de dispositivos inalámbricos de localización, aprovechados ahora para desestabilizar una vez más su infraestructura.
¿Qué son los buscas?
Los buscas nacieron en Estados Unidos, y se concibieron como un sistema para que los miembros de cuerpos policiales fueran fácilmente localizables. En los años 50 se comenzó a popularizar como lo que fueron: dispositivos buscapersonas, gracias al pionero de las telecomunicaciones canadiense Alfred J. Gross.
En sus primeras iteraciones, los buscas simplemente mandaban una notificación al dispositivo del usuario, obligando a que éste llamara a un teléfono. Era una forma extremadamente primitiva del 'llama-cuelga' de toda la vida, y una versión muy rudimentaria del sistema de notificaciones que actualmente tenemos en iOS y en Android. Funcionaban con señales de radio para enlazar un centro de control de llamadas con un destinatario y hacer que este recibiera el mensaje.
De las notificaciones se pasó a mensajes de texto básicos, que usualmente consistían en una frase compuesta por apenas unas pocas palabras. De nuevo, era reducir la forma del SMS actual a un mínimo básico, compuesto por un pequeño dispositivo y una pantalla. Fueron tan populares que se han convertido en un icono de la cultura pop gracias a sus constantes apariciones en series y películas en los años 80 y 90.
Pero si existían las llamadas ¿por qué eran necesarios los buscapersonas? Lo cierto es que los primeros móviles analógicos podían llamar, pero en ningún caso podían mandar o recibir mensajes de texto. Había buscapersonas que solo podían recibir mensajes numéricos, y otros que podían recibir mensajes con letras; incluso hubo algunos que podían recibir y enviar correos electrónicos.
Se conocían como 'beepers' debido a que cuando el usuario recibía la notificación, un pequeño altavoz reproducía un pitido. En España, sin ir más lejos, también tuvieron un auge importante, especialmente entre los profesionales que necesitaban estar localizables en todo momento. Cuando los teléfonos móviles comenzaron a poder recibir y enviar mensajes SMS y estos se popularizaron, el buscapersonas acabó por dejar de usarse.
¿Por qué se siguen usando?
Evidentemente, el uso que estos 'buscas' tienen en la actualidad es ínfimo, no solo comparándolo con su época dorada sino comparándolo con el uso del propio smartphone. Sin embargo, existen empresas y entidades que siguen valiéndose de ellos debido precisamente a que son dispositivos analógicos en ocasiones más seguros que los móviles.
Para muestra, un botón. Según recoge la BBC, en los años 2017 y 2018 se detalló que cerca del 80% de los hospitales de Reino Unido seguían usando buscas entre sus profesionales. Eso sí, versiones actualizadas equipadas con un mejor sistema de comunicación e incluso en ocasiones con aplicaciones incorporadas. En algunos hospitales y residencias españolas también siguen usando estos 'buscas' modernos.
Los motivos son varios. Para empezar, se consideran más fiables. Como usan transmisores más potentes, estos son capaces de enviar señales a distancias mayores, ya que no dependen de redes móviles. Además, en zonas de conflicto o de desastre natural, lo normal es que las redes de este tipo acaben destruidas, incomunicando a sus ciudadanos. El busca es la mejor opción para mantener la comunicación.
Esto está directamente relacionado con la seguridad. Por eso se siguen utilizando en hospitales, empresas de seguridad y otro tipo de compañías para evitar filtraciones de información. A esto hay que sumarle su batería de larga duración: funcionan con baterías reemplazables bastante más duraderas que las de los móviles. Por supuesto, también hay que contar que son gadgets mucho más conómicos que los smartphones.