El módulo de aterrizaje Peregrino 1 se enfrenta a momentos muy delicados en su viaje rumbo a la Luna. Todos los indicadores y datos recibidos por el grupo de control en tierra firme aseguraban una buena marcha de la misión en sus primeros compases, pero un fallo ocurrido en la orientación de sus paneles solares ha estado a punto de arruinarla. Finalmente, y tras la participación de los ingenieros justo antes de perder la conexión, han conseguido girarlo justo esos paneles para que las baterías se recarguen y la sonda continúe enviando datos de telemetría.
Tras ese periodo en la sombra en el que no se han recibido datos, la sede de la Red de Espacio Profundo (DSN) que tiene la NASA en Madrid ha establecido con éxito la comunicación con la sonda. "La maniobra improvisada del equipo logró reorientar el panel de Peregrino hacia el Sol", ha comunicado Astrobotic. "Ahora se están cargando las baterías".
En un segundo comunicado, Astrobotic indicó que el equipo encargado de la operación de Peregrino cree que la "causa probable de la orientación inestable respecto al Sol proviene de una anomalía en la propulsión". Si se demuestra certera, explican, esta condición "amenaza la capacidad de la nave espacial para aterrizar suavemente en la Luna".
La Junta de Anomalías de la Misión de la compañía se encuentra estudiando los datos que reciben y está evaluando el estado de lo que creen que es la raíz de la anomalía: "una falla dentro del sistema de propulsión". Tal y como anunciaron en el anterior comunicado, un problema en los motores puede suponer que la sonda no sea capaz de alunizar de forma correcta —a una velocidad e inclinación adecuadas— en la superficie lunar. Por lo que todavía no está clara la viabilidad de la misión.
"Desafortunadamente, parece que el fallo en el sistema de propulsión está causando una pérdida crítica de propelente", han asegurado en el cuarto comunicado de la tarde. "El equipo está trabajando en intentar estabilizar esa pérdida, pero dada la situación, tenemos que priorizar toda la ciencia y los datos que podamos capturar". También indican que "estamos actualmente evaluando que perfiles de misión podrían ser factibles en este momento".
El sistema de propulsión de Peregrino cuenta con 5 motores principales y 12 motores con sistema de control y actitud impulsados por un bipropulsor hipergólico alimentado a presión. No requieren encendido porque el combustible —un derivado de la hidracina— y el oxidante —óxido nítrico— se queman al contacto.
Un par de tanques de cada componente, cuatro en total, están espaciados uniformemente alrededor de la nave con un quinto tanque para el helio presurizado. Los motores principales de Peregrine, ubicados dentro del cono de la nave, se utilizan para todas las maniobras importantes, según explica Astobotic en la documentación técnica. Por lo que es posible que uno o varios de ellos sean los responsables del fallo.
Máxima tensión
"Después de separarse con éxito del cohete Vulcan de United Launch Alliance (ULA), Peregrine comenzó a recibir telemetría a través de la Red de Espacio Profundo de la NASA", según indicaron desde Astrobotic Technology, la compañía que ha fabricado la sonda y que está encargada de su operación durante el trayecto, en un primer comunicado.
También explicaron que los sistemas de aviónica construidos dentro de la propia compañía han funcionado de forma correcta. "Incluida la unidad principal de mando y manejo de datos, así como los controladores térmicos, de propulsión y de potencia"; todos ellos se han "encendido y rendido como se esperaban".
Después de una activación exitosa de los sistemas de propulsión de la propia Peregrine, la sonda entró en un "estado completamente operativo". Que hacía indicar que todo funcionaba según lo planeado y lo esperado por los ingenieros de Astobotic.
"Desafortunadamente, se produjo una anomalía que impidió que Astrobotic lograra una orientación estable hacia el punto solar", afirmaron. Esto ocurre cuando los paneles solares que proporcionan energía a la propia sonda no consiguen orientarse correctamente hacia el astro rey. Una maniobra crítica pues los sistemas a bordo funcionan gracias a las células fotovoltaicas que todas las naves espaciales integran en unos grandes brazos que se despliegan una vez en el espacio.
"Lo primero que vamos a hacer es rotar la nave espacial para asegurarnos de que apunte al Sol, y luego vamos a cargar las baterías y asegurarnos de que todo esté correcto", según explicó John Thornton, director ejecutivo de Astrobotic, en una rueda de prensa el pasado 5 de enero. Una maniobra que el personal encargado de la operación no ha podido completar con éxito por el momento.