El buen ritmo de trabajo en el que está inmersa la familia de submarinos S-80 de Navantia permite ya pensar en su proyección internacional y en la participación en diversos programas para su exportación. Hace tan solo unas semanas se anunció que la compañía pública de España iba a presentarse en un concurso en la India y ahora es Polonia la que recibirá la candidatura del sumergible fabricado en Cartagena.
Según han indicado fuentes de Navantia a EL ESPAÑOL - Omicrono, la intención de la empresa es participar en el programa polaco que se encuentra actualmente en una fase muy inicial del concurso. Varsovia plantea adquirir un total de 3 submarinos bajo su programa Orka, que busca un equipo diésel-eléctrico en el que podría encajar el candidato español.
Los primeros detalles sobre el programa Orka aparecieron hace ahora 8 años y junto con la intención de tener listas las dos primeras unidades en 2022 y la tercera en 2030. Unos planes que quedaron anulados cuando en 2018 se pausó la adquisición con la intención de reanudarla 4 años después. En ese tiempo también se habló de la posibilidad de adquirir submarinos de segunda mano a Suecia, pero finalmente desecharon la idea en favor a unidades nuevas.
Candidato español
El programa del submarino S-80 para la Armada española comenzó a gestarse a principios de los años 90 con todo el proceso de estudios de viabilidad y definición del proyecto. Fue en 2004 cuando el Ministerio de Defensa ejecutó finalmente la orden de construcción de un total de 4 submarinos, siendo el primero de ellos el Isaac Peral.
Tras un periodo de retrasos y desafíos técnicos tan importantes como un sobrepeso que obligó a alargar la eslora del sumergible, en mayo de 2021 se puso a flote y comenzó un periodo de pruebas en el que todavía sigue inmerso. El S-80 es un submarino convencional —no nuclear— con una amplia autonomía de inmersión y amplia capacidad ataque y sensórica a bordo.
Tiene una eslora de 81 metros por 7,3 de diámetro del casco y alcanza las 2.965 toneladas de desplazamiento en inmersión. Tiene capacidad para 32 tripulantes más 8 espacios extra para embarcar personal adicional que podrán recorrer los más de 15.000 kilómetros de autonomía.
En cuanto a los requisitos de armamento, cuando en 2015 Polonia se encontraba en mitad del proceso de diseño y requerimientos tenía la intención de integrar el misil de crucero Tomahawk en sus próximos submarinos. Una intención que quedó aparcada al paralizarse el programa, pero que podría rescatarse ahora otra vez. El S-80 español está diseñado para ser compatible con este sistema de misiles, según Servimedia, e incluso recibió el beneplácito estadounidense para comprarlos. La idea finalmente se desechó.
De entre la larga lista de tecnología, sensores y armamento a bordo de la familia S-80, un equipamiento que descata es el sistema de combate desarrollado por Navantia en colaboración con la compañía estadounidense Lockheed Martin. Esta función permite la comunicación con otros submarinos convencionales de la UE y la OTAN para lanzar misiles tácticos de ataque a tierra.
La versión española cuenta con 6 tubos lanzatorpedos con munición DM2A4 para responder a amenazas submarinas y de superficie. El alcance de este torpedo supera los 50 kilómetros a una velocidad de 93 km/h y cuenta con un sistema de guiado por fibra óptica y un sonar a bordo.
Este modelo particular del sumergible también dispone de la versión submarina del misil Harpoon 3 —denominada Sub-Harpoon— fabricado por Boeing y con todo lo necesario para el lanzamiento y gestión del ataque a la superficie. Completan la lista misiles Tomahawk, la capacitación para el minado y el despliegue de todo tipo de contramedidas acústicas, antitorpedo y antisonar.