El jueves las autoridades niponas activaron las alertas de evacuación para la población ante el disparo de un misil desconocido de Corea del Norte. Hoy su líder Kim Jong-un presentaba este nuevo tipo de misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido, el más avanzado de este país, que terminó cayendo en el mar de Japón, pero que sería capaz de alcanzar a Estados Unidos y el resto del mundo.
Bautizado como Hwasongpho-18, esta nueva arma se anuncia como el misil más eficiente de Corea del Norte y muy difícil de detectar en comparación con los otros proyectiles de largo alcance que Pyongyang ya tenía en su arsenal y que ha ido presentado en años anteriores.
Entre sus avances se afirma que no necesita un largo proceso de carga de propelente para ser lanzado, un impedimento que ralentiza al resto de estos proyectiles de combustible líquido, tiempo que el enemigo puede aprovechar en su favor.
Nuevo misil
Su nombre da continuidad a la nomenclatura utilizada por el país coreano en sus anteriores modelos presentados desde 2017, Hwasongpho-14, 15 y 17. Igual que pasaba con estos misiles balísticos, Pyongyang afirma que puede alcanzar a EEUU y el resto del planeta, excepto América del Sur, con su nuevo Hwasongpho-18.
Para su predecesor, el Hwasongpho-17, los analistas apuntaban a un alcance de 15.000 km. En el caso de la versión 18, en su demostración de fuerza ha recorrido unos 1.000 kilómetros antes de caer en aguas del mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), el 17 recorrió 150 kilómetros en su prueba de 2022.
Dentro de los misiles intercontinentales, existen los que son capaces de acarrear múltiples vehículos de reentrada con otras tantas ojivas y cabezas nucleares. El gran tamaño del Hwasongpho-17 ya apunta a que esta carga era posible, un poder de ataque que se mantendría en el nuevo modelo.
Además, estas armas cuentan con varias etapas, en la primera se usa un cohete o propulsor para el lanzamiento del misil y la segunda es la fase de descenso. Esta última es la más compleja de todas, pues es donde entran en juego los llamados vehículos de reentrada que deben de proteger la ojiva y dirigirse al objetivo.
En solo seis años Corea del Norte ha desarrollado y probado un ICBM de combustible sólido desde que probó su primer misil equivalente de combustible líquido, gigantes como China han necesitado casi dos décadas para hacer esta evolución. El propio Kim, ha dicho que este arma "mejorará la capacidad de contraataque nuclear del país".
Lanzamiento de prueba
El líder norcoreano ha presenciado el lanzamiento en compañía de su hija, su mujer, su hermana, miembros del Presidium del Comité Central del partido único y algunas principales figuras del programa militar nacional, según la información aportada por la agencia estatal KCNA y sus fotos.
"El objetivo del lanzamiento de prueba ha sido confirmar el rendimiento de los motores de combustible sólido de alta propulsión para misiles con varias fases y la fiabilidad de la separación de las mismas y de varios sistemas de control funcional", se explica en KCNA.
La agencia ha indicado que en ese vuelo de prueba, el ejército norcoreano estableció una trayectoria balística estándar para la primera fase del misil y una vertical para las dos siguientes. Esto provocó que Hwasong-18 trazara una parábola inicial, para después remontara el vuelo en perpendicular.
Los radares de Japón calcularon por este tipo de lanzamiento y que la trayectoria indicaba un impacto cerca de la isla septentrional de Hokkaido, obligando a las autoridades a evacuar a la población, por mínimo que fuera el riesgo. No obstante, después desapareció de los radares y cayó en algún punto indeterminado del mar de Japón.