Con la tensión por las nubes entre Rusia y Occidente en plena Asamblea de la ONU por la guerra de Ucrania, al otro lado del océano Pacífico, Yuri Borisov, nombrado este año director general de la agencia espacial rusa Roscosmos, ha dicho que es muy probable que Rusia siga participando hasta 2028 en la Estación Espacial Internacional (ISS). Esto supone extender el acuerdo con Estados Unidos para compartir vuelos y colaborar con países de Europa.
Borisov fue el mismo que anunció de forma rotunda en julio que Roscosmos se retiraría de la ISS después de 2024. El fin último es crear su propia estación espacial rusa, pero la NASA advertía entonces que el acuerdo intergubernamental entre ambas potencias exige comunicar la intención formalmente, algo que Rusia no parece haber hecho y ahora se replantea su primera decisión.
A través de Reuters y la agencia de noticias rusa RIA, Rusia ha afirmado que está dispuesta a extender ese acuerdo por el que comparten los lanzamientos para llevar material y astronautas entre la Tierra y la ISS más allá de 2024. Una colaboración que lleva décadas en funcionamiento junto a otras potencias, pero cuyo final se va acercando.
Colaboración en pie
En todo momento, Borisov ha dejado claro estos meses que una fecha u otra de finalización del acuerdo, no afectará a las tareas de cooperación actuales, que tanto Rusia como EEUU seguirán trabajando juntas en la ISS pese al conflicto de Ucrania. También pese a que la agencia rusa bromeara con abandonar al astronauta americano Mark Vande Hei en la ISS; regresó más tarde en una nave Soyuz sin problemas.
La NASA ha usado durante años las lanzaderas rusas para mandar a sus astronautas a la ISS, pero con la llegada de SpaceX, esta dependencia se ha rebajado, permitiéndoles despegar desde suelo estadounidense y con tecnología propia. El 3 de octubre, la NASA y SpaceX transportan a la Estación Espacial Internacional a la tripulación Crew-5, compuesta por cuatro astronautas de Estados Unidos, Japón y Rusia.
Por su parte, Borisov ha pedido reforzar la innovación espacial de su agencia, poniendo de relieve el deterioro que presenta el organismo con graves acusaciones de corrupción. Ya sea en 2024 o cuatro años más tarde, la guerra de Ucrania no es la responsable del final de la colaboración espacial. Antes de que empezara la guerra la NASA estableció el 2030 como fecha límite para terminar todos los proyectos de investigación pendientes en la ISS, para después estrellar la estación en el océano Pacífico.
Estaciones propias
Poco a poco, las diferentes agencias espaciales han ido marcando distancias y planteando proyectos en solitario con la intención final de construir sus propias estaciones en órbita. China ya ha empezado a construir la suya Tiangong, con el lanzamiento de los primeros módulos.
Rusia por su parte comenzó a construir el primer módulo en 2021 y espera tenerlo listo para 2025. Un segundo módulo está previsto para 2028, fecha en la que terminarían su relación con la ISS y la NASA.
Estados Unidos mira más lejos, hasta la Luna donde está trabajando para colocar una estación orbital, Gateway. Este plan forma parte de las diferentes misiones Artemis, que en los próximos días tienen planeado un importante lanzamiento de prueba. Artemis I lleva varias semanas de retraso por fugas de combustible que ya se han arreglado y podría volver a intentar salir al espacio el 27 de septiembre.