"Viviremos un momento histórico". Esa ha sido la frase más repetida durante la conferencia de prensa online organizada por la Agencia Espacial Europea (ESA) que hoy se ha podido seguir desde España. El objetivo era revelar los últimos detalles en torno a DART, la misión conjunta con la NASA que pondrá a prueba por primera vez la posibilidad de deflectar asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra.
El impacto de la nave, previsto para el 27 de septiembre a las 1.14 h. de la madrugada, hora peninsular española, es sólo un primer paso, ya que el objetivo último es comprobar en qué medida afecta a la trayectoria del asteroide y, de paso, estudiarlo a fondo. Se trata de Dimorphos, satélite orbital de Didymos, que mide unos 800 metros de diámetro, equivalente al de la Gran Pirámide de Egipto.
DART, siglas que corresponden a Double Asteroid Redirection Test (Prueba de Redireccionamiento de Doble Asteroide, en español), es el nombre de la misión pero también de la nave que impactará a gran velocidad contra el asteroide sin destruirlo. No estará sola. Y es que la conferencia de la ESA se celebró también para presentar en sociedad a LICIACube, un minúsculo microsatélite italiano que, equipado con dos cámaras ópticas, transmitirá en tiempo real las imágenes de la colisión.
Un testigo privilegiado
Simone Pirrotta, responsable de proyecto de LICIACube (Light Italian Cubesat for Imaging of Asteroids), señaló que el mayor desafío radica "en el hecho de que DART se aproximará a Dimorphos a una velocidad relativa muy alta para desviarlo [más de 24.000 km/h]. Nosotros tendremos que alcanzar esa velocidad pero no podemos ir demasiado cerca, porque el satélite acabaría afectado por el impacto".
El pasado domingo, LICIACube se 'despegó' de DART para empezar a maniobrar por su cuenta. Además de ser nuestros ojos y los de los científicos en el espacio, se encargará de obtener la mayor información posible tras el impacto y será clave para el análisis geológico y morfológico, además de los colores, la composición, la forma y la estructura del asteroide.
Según reveló en la misma conferencia de prensa Nancy Chabot, responsable de coordinación de la misión, "la nave no podrá distinguir un asteroide de otro hasta última hora y tendrá que hacerlo de manera autónoma". Para ello utilizará imágenes de la cámara situada a bordo y las que le proporcione LICIACube. Luego encenderá los motores para asegurarse de que se mantiene en la trayectoria de interceptación de Dimorphos. "Estos algoritmos de navegación autónoma han sido uno de los principales desafíos de la misión", señaló visiblemente orgullosa.
Juntos, DART y LICIACube analizarán por primera vez y con gran detalle las propiedades físicas de un asteroide binario cercano a la Tierra, aunque no está en riesgo de colisión con nuestro planeta. Esta misión, además de probar la capacidad de deflectar posibles amenazas en un futuro, permitirá investigar la naturaleza de estos asteroides y tener pistas sobre su formación y evolución.
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De eso se encargará en profundidad HERA, la misión que ESA lanzará en 2024. Esta nueva nave, actualmente en construcción, realizará un estrecho seguimiento enviando datos sobre la masa y composición del asteroide. También medirá el cráter que DART ocasione en Dimorphos para ayudar a convertir este experimento a gran escala en un método de defensa planetaria de impacto cinético plenamente controlado y repetible.
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