China experimenta con balas hipersónicas que vuelan a 4.000 m/s: "Hacen cráteres en el cuerpo"
Un equipo de científicos chinos ha probado contra animales un arma que dispara balas a 11 veces la velocidad del sonido.
1 septiembre, 2022 02:51La ingente cantidad de recursos económicos y científicos que China dedica a sus programas militares dan como resultado armamento tan avanzado que países como España ni como Estados Unidos tienen. Una de sus mayores especialidades recientes es el terreno hipersónico —que va a más de 5 veces la velocidad del sonido— con desarrollos de misiles y, ahora, también balas.
El desarrollo de cualquier dispositivo que viaje en el terreno hipersónico requiere de unas especificaciones muy concretas. Principalmente relacionadas con el material del que está hecho, que debe resistir el enorme rozamiento atmosférico más allá de los 5.000 kilómetros por hora ytemperaturas que, en ocasiones, superan los miles de grados.
El objetivo de los científicos chinos con esta nueva arma es la de estudiar los efectos del impacto contra una persona de una bala de pequeño tamaño viajando a velocidades hipersónicas y después de recorrer kilómetros hasta llegar a su objetivo.
Cráter
El encargado del desarrollo es un equipo de investigadores de un centro médico del ejército chino en Chongqing. El experimento consistió en el disparo de balas de acero de 5 milímetros a alta velocidad contra cerdos machos jóvenes sedados. El fin era el de comprender los efectos del impacto de las armas hipersónicas simulando un cuerpo humano.
El disparo de las balas se produjo a una velocidad de 4.000 metros por segundo, unas 11 veces la velocidad del sonido. El objetivo concreto, según recoge South China Morning Post, era el muslo del animal donde los investigadores encontraron que la munición dejaba grandes heridas en forma de cráter.
Otra de las particularidades que surgieron a raíz del experimento es que la bala parecía no penetrar realmente en el cuerpo del cerdo, como sí ocurre con las balas tradicionales. También se dieron cuenta de que los disparos no mataban inmediatamente a los cerdos.
Esto último es debido a que realmente lo que producía las graves heridas no era la bala en sí, sino las ondas de choque que se generan cuando un cuerpo —por pequeño que sea— viaja tan rápido.
"Se puede ver un daño extenso en muchos órganos en el momento de la lesión, que incluye principalmente fracturas de huesos y sangrado en el intestino, la vejiga, los pulmones y el cerebro", según comentó el equipo de Wang Jianmin, director del estudio y científico del Departamento de Evaluación de Bioefectos de Armas en el centro médico de experimentación.
Según los datos aportados por la autopsia, la bala sí era capaz de penetrar en el cuerpo cuando se lanzaba a una velocidad de entre 1.000 y 3.000 metros por segundo. A 4.000 m/s, en cambio, deja la enorme herida anteriormente descrita.
La bala fundida
A las velocidades supersónicas con las que sale una bala tradicional —unas 3 veces la del sonido— consigue penetrar en la piel porque llega entera hasta el objetivo. La gran diferencia con la hipersónica es que esta última prácticamente alcanza el estado líquido debido a la gran temperatura generada por el rozamiento. En el momento del impacto, la bala y la carne se convierten en líquido y gas.
"La bala parece estar en llamas cuando entra en contacto con la piel del animal, lo que sugiere que la bola de acero soporta una gran fuerza cuando golpea", comenta el investigador. "La bola se derrite y se rompe a altas temperaturas".
El grupo de investigadores mencionaron que van a continuar realizando más experimentos con animales, enfocándose en la cabeza, el pecho, el abdomen y otras partes del cuerpo con estructuras más complejas. Del mismo modo, reconocen que podrían emplear figuras que simulen animales pero se escudan en la necesidad de "comprender las características letales de los proyectiles en los objetivos biológicos".