Al mismo tiempo que Nothing presentó su nuevo smartphone barato, el Phone (2a), la compañía aprovechó para ampliar el catálogo de su marca CMF y presentó sus auriculares inalámbricos más baratos, los CMF Buds. Este nuevo dispositivo de audio es un nuevo giro en la compañía buscando llevar al límite esa relación entre calidad y precio. Comparten —e incluso mejoran— en algunas características a los CMF Buds Pro lanzados hace unos meses, rebajando además su precio, quedando en los 31,50 euros en España.
Los CMF Buds se basan en los principales puntos fuertes que hacían tan especiales a los Buds Pro. Unos auriculares de diseño cuidado, cómodos en la oreja, que se escuchan muy bien y con cierta cancelación de ruido para permitir al usuario abstraerse del entorno.
Durante las últimas semanas en EL ESPAÑOL - Omicrono los hemos estado usando para comprobar de primera mano si son tan buenos como parecen, si merecen la pena comprarlos y si hay algún punto a mejorar que a primera vista no se ve.
Un diseño diferencial
El diseño sigue siendo un irrenunciable de Nothing, y aquí lo vuelve a demostrar. En un mercado en el que estamos cada vez más acostumbrados a réplicas de los AirPods Pro de Apple, se agradece el esfuerzo de la startup cofundada por Carl Pei y David Sanmartín por salirse del carril ofreciendo un producto con un diseño diferencial.
Ya lo hicieron con los diferentes modelos de Ear en Nothing y su apuesta por el lenguaje de diseño transparente; mientras que en la familia CMF son los colores, las líneas y la terminación lo que da carácter al dispositivo. Algo realmente complicado si tenemos en cuenta que estamos frente a unos auriculares de 30 euros, el margen para la innovación es mínimo.
El estuche (IP54) en la mano son ligeros, pero al mismo tiempo robustos y de buena calidad. Se notan bien construidos y dan ganas de juguetear con ellos por su tacto agradable y confortable. Como detalle, cuentan en la esquina superior izquierda con una pequeña rueda con dos aperturas en la que se puede colocar una cuerda y llevar cómodamente en la muñeca.
Pero donde son realmente cómodos los Buds es en la oreja. Se ajustan muy bien al conducto auditivo y los podremos llevar durante horas sin sentir molestia alguna, ya que pesan 4,57 gramos y nos llegamos a olvidar que los llevamos puestos. En el exterior de la patilla podremos gestionar la música con una serie de toques y gestos, que se pueden personalizar a través de la aplicación Nothing X.
Sonido excelente y mejorado
Una de las mejoras evidentes frente a los Buds Pro, y la clave por la que los Buds son una mejor opción frente al modelo Pro es por su driver de mayor tamaño. Hace que la música suene mejor y nos permite sumergirnos con más potencia y detalle en las diferentes piezas musicales. Ahora tenemos un diafragma de 12,4 mm fabricado en un material de biofibra altamente elástico que le permite ajustarse a todas las frecuencias con un alto detalle y unas bobinas mejores para mantener durabilidad y alto rendimiento.
Por otro lado, los Buds también incorporan la nueva la tecnología Ultra Bass de segunda generación, que permite establecer cinco niveles de bajos desde la aplicación, para mejorar en tiempo real la señal de la música y adaptarla mejor al gusto del usuario. Del mismo modo, mejora y corrige las pistas con la tecnología de alta definición de audio de Dirac, una reputada marca que permite ir un paso más allá en el sistema de ecualización.
Con respecto a la cancelación de ruido, es aquí donde los Buds pierden frente a los Buds Pro. Llegan hasta los 42 decibelios y no tendremos un bloqueo total del sonido exterior. Es suficiente para quitar algunos ruidos molestos de fondo y constantes, pero ni mucho menos tendremos una experiencia cercana a modelos de gama alta en este sentido. Cumple, pero no debería ser el factor diferencial de compra.
También claudican frente a los Buds Pro en el sistema de micrófonos, cuentan con 4 micrófonos frente a 6 del modelo anterior. Aún así, la experiencia en llamadas con el sistema de reducción de viento y la detección de la voz hace que haya sido muy positiva hablar con ellos para llamar y videollamar.
Un detalle que sí es clave para decidir los Buds frente a los Buds Pro es la posibilidad de conectarlo a dos dispositivos a la vez. Independientemente si se trata de Android, iOS, MacOS o Windows. De hecho, cabe destacar que además de Bluetooth 5.3, incorpora Google Fast Pair y Swift Pair de Microsoft; así como otras funciones inteligentes como la posibilidad de convocar al asistente de voz, encontrar los auriculares desde la aplicación, un modo juego con los smartphone de Nothing o la detección en la oreja, que pausa o reproduce la música.
¿Me los compro?
Si los CMF Buds Pro eran una compra maestra, los CMF Buds son una compra aún más recomendable. Mejoran la relación de calidad y precio frente al modelo anterior en sonido y en conectividad. Quedan algo por debajo en cancelación de ruido — pero muy parejos en la práctica—, y en autonomía. A esto hay que sumarle que los Buds son más baratos, con lo que por poco más de 30 euros tendremos una gran opción para escuchar música sin invertir demasiado.
Al buen rendimiento de sonido y su excelente relación entre calidad y precio hay que sumarle el diseño. Los CMF Buds son cómodos de usar, resistentes en el día a día y diferentes a lo que se pueden encontrar en el mercado en este rango de precio. Una distinción que sirve para destacarlos sobre los demás y realizar su compra.
En suma, los CMF Buds son los auriculares buenos, bonitos y baratos a recomendar. Nothing sigue apostando fuertemente por optimizar la relación entre calidad y precio, con el añadido de tener un diseño diferencial, un producto único en el que se nota el mimo y el cuidado que se echa de menos en el sector de la tecnología de consumo.