"¿Qué me compro, una Roomba o una Dyson?". Muchos se siguen planteando este dilema en España, con las dos marcas de referencia de los robots aspiradores y las aspiradoras ciclónicas como sinónimo de los dos tipos de productos en su conjunto. Y lo siguen siendo muchos años después de que sus primeros modelos irrumpieran en el mercado, por más que la competencia sea cada vez más numerosa y agresiva. En ese sentido iRobot, fabricante de Roomba y propiedad de Amazon, lo tiene casi más difícil que el emporio de Sir James Dyson: rivales como Xiaomi, Roborock o la propia compañía británica están apostando por llevar estos dispositivos robóticos un paso más allá.
Por eso, cada movimiento de los responsables de la Roomba original debe analizarse con lupa, para comprobar si está a la altura de lo que exigen sus competidores. Eso es lo que hemos hecho en EL ESPAÑOL-Omicrono con la Roomba Combo J9+, su producto de más alta gama, que incluye el robot aspirador y friegasuelos más potente junto con una base de autovaciado que, además, rellena el depósito de agua de forma automática. Algunos verán en su elevado precio, 1.399 euros, un obstáculo insalvable, aunque actualmente puede adquirirse por 999 euros gracias a una oferta por tiempo limitado en Amazon.
Lo más novedoso de la última apuesta de iRobot, al menos a primera vista, es el propio diseño de la estación de carga y vaciado, con una parte superior imitación madera que permite usarla como una suerte de mesita auxiliar. Su otro gran detalle diferenciador es su exclusivo brazo de elevación de la mopa, que la retrae hasta la parte superior del robot cuando detecta una alfombra o moqueta. Son los dos elementos más destacados de un dispositivo dos en uno que, como veremos a continuación, en algunos detalles no cumple con las expectativas.
Diseño y funciones
Como nos tiene acostumbrados, la compañía estadounidense ha apostado por un estilo elegante en el diseño tanto del robot como de la estación de vaciado. El primero, con diferentes tonos de negro y plateado, es circular, tiene un diámetro de 32,5 cm y un único botón en la parte superior, que sirve para iniciar, pausar o reanudar una sesión de limpieza. Todos los demás controles dependen de la app para iOS y Android, que analizaremos más adelante.
Por su parte, la estación de vaciado es más grande de lo habitual (40,5 x 41 x 31 cm) y, en su interior, además de la bolsa en la que se recoge la suciedad, guarda el depósito de agua y dos estantes en la puerta de acceso, muy cómodos para guardar los recambios. El exterior destaca por su revestimiento acanalado y la zona superior que, aunque es de plástico, imita la madera. La habría usado como mesita auxiliar, pero la exigencia de no tener obstáculos en el entorno para que el robot pueda salir y volver sin problemas sólo me dejaba una opción con enchufe cerca: el recibidor de la casa.
Estos primeros pasos son más importantes de lo que parece. Hay que pensar con detenimiento dónde situar la base, ya que cualquier movimiento posterior requerirá una nueva fase de mapeado. Asimismo, hay que asegurarse de que el robot está completamente cargado antes de iniciar ese proceso, y en mi caso tuve que repetirlo por estar incompleto. El robot tardó en total más de una hora, bastante más que otros similares en recorrer toda la casa y reconocer correctamente cada una de las habitaciones.
En la parte inferior de la unidad J9+ se observa la disposición habitual de los últimos productos de iRobot: un doble rodillo de goma de 17 cm montado en el centro y un cepillo giratorio en el lado derecho, diseñado para 'empujar' el polvo y la suciedad al canal de succión. Como ocurre con todos los robots aspiradores redondos, no consigue llegar a las esquinas de las habitaciones, algo que otros fabricantes como los 'padres' de Thermomix o la propia Dyson están intentado solucionar con diseños en forma de D.
El elemento exclusivo del diseño de iRobot es su mopa intercambiable que, en lugar de instalarse en la parte inferior, se aplica con un velcro en un brazo de elevación situado en la zona superior. El robot es capaz de detectar si está sobre suelo duro o sobre alfombras, momento en el que levanta el brazo y recoge la mopa para evitar mojarlas. Todo un acierto que funcionó a la perfección en cada pasada.
Cuando la mopa está sucia, basta con retirarla y limpiarla bajo el grifo o en la lavadora. Este ingenioso sistema permite olvidarse de los depósitos de agua sucia de otros dispositivos similares y de la necesidad de limpiar la base de carga con regularidad. A cambio, hay que estar pendiente de limpiar y cambiar este accesorio, que se une a las bolsas de la estación de vaciado como elemento fungible que implicará un gasto periódico.
Otra de las grandes diferencias con respecto a sus competidores tiene que ver con el sistema de navegación. Como es habitual en los productos de iRobot, no cuenta con LiDAR, lo que limita su percepción del entorno a una cámara frontal y a sensores de proximidad, de ahí que Roomba siga teniendo un gran parachoques en la parte frontal. Este método reconoce obstáculos (aunque no siempre) e implica que el robot tarde más tiempo tanto en el mapeado inicial como en la limpieza posterior.
Puesta en marcha
Lo primero, según indican las instrucciones del dispositivo, es instalar la base, rellenar su depósito de agua y situar la aspiradora en la zona de carga. La app de iRobot, una vez conectada al wifi de la casa, será la compañera imprescindible a lo largo del proceso de configuración y el método con el que podremos usar todas las funciones de la Roomba Combo J9+. Como decíamos, hasta que no se complete la carga de la batería al 100%, no es recomendable empezar la fase inicial de mapeado.
En mi caso, y sin tener una casa muy grande, necesitó dos sesiones antes de identificar bien cada estancia, incluidas las zonas con alfombras. Después pude editar la distribución de forma fácil e intuitiva desde la app, con lo que la unidad ya estaba lista para hacer su primera limpieza.
Después de 15 días con ella, mis primeras impresiones se confirmaron. El problema de la J9+ no tiene que ver con la fuerza de succión, que parece más que suficiente, sino con su navegación por cámara y sus erráticos patrones. Es todo un misterio por qué la aspiradora pasa varias veces por el mismo sitio, algo que implica además unos tiempos de limpieza superiores a los de los dispositivos de la competencia.
[He probado la 'roomba' más potente de Roborock y no necesito nada más para tener mi casa limpia]
También es algo frustrante que a estas alturas un robot de este tipo vaya chocándose contra todo y contra todos, incluida mi gata, acostumbrada a la prudencia de la Roborock S8, que se detiene cada vez que la detecta con su LiDAR. Aunque el J9+ frena algo delante de las paredes previamente mapeadas y reconoce la mayoría de obstáculos, eso no evita que aparezcan pequeños arañazos en su parachoques.
En cualquier caso, el tiempo que tarda en limpiar no es un problema para la batería, que parece soportar sin problema más de una hora de aspiración y fregado. Fijándome en la app, donde se puede consultar en todo momento la batería restante y el nivel de agua en el depósito, nunca lo he visto bajar del 50%.
En cuanto al fregado, y en esto comparte limitaciones con la mayoría de sus rivales, no se puede considerar como tal. El J9+, al igual que buena parte de los robots híbridos, es trapeador, es decir, que en vez de fregar se limita a pasar una mopa húmeda. Es un proceso de limpieza superficial, ya que incluso con el máximo nivel de humedad y con la función Smart Scrub activada (que ejerce presión y realiza una doble pasada), no puede con las manchas incrustadas, tanto en suelo laminado como de baldosa.
La estación de vaciado ahorra el siempre molesto proceso de vaciar el depósito de suciedad y las bolsas tienen una gran capacidad (según iRobot hasta 60 días). Pero, como sucede habitualmente con los robots aspiradores, hay que vigilar con cierta frecuencia los rodillos, ruedas y cepillos inferiores, ya que los pelos, hilos y pelusas tienden a acumularse y pueden impedir un buen funcionamiento del dispositivo.
Por otra parte, es interesante el sistema de autorrellenado del agua, que te permite olvidarte completamente de esta tarea, ya que te avisa cuando el nivel es bajo. Y sí, quizá la mopa no sea la mejor solución de limpieza, pero al menos no tienes que vaciar los depósitos de agua sucia acumulados durante semanas.
Una app muy completa
Desde la app de iRobot, intuitiva y muy sencilla de usar, se pueden programar fácilmente las rutinas de limpieza (por habitaciones o completas) o incluso acceder a las funciones de activación por voz a través de Alexa, Siri o el asistente de Google. También puedes activar la opción de que limpie sólo cuando te vayas de casa o cuando llegues, para que ni siquiera tengas que molestarte en pensar cuándo la tienes que poner a trabajar.
Como los últimos productos de iRobot, el J9+ cuenta con la función Dirt Detective, que tarda varias pasadas en activarse por completo. Así, el robot 'aprende' dónde están las partes más sucias de la casa o las que llevas más tiempo sin limpiar, y te lo recuerda la próxima vez que la pongas en marcha. Si le haces caso, primero se dirigirá a esos lugares, donde utiliza una potencia de succión superior y ajusta los movimientos de fregado automáticamente. Es un elemento interesante que en mis pruebas funcionó razonablemente bien.
La única pega que se puede poner a iRobot en cuanto a software tiene que ver con la gestión de los mapas. Sus opciones son más básicas que las que ofrece Roborock, con la que se pueden añadir muebles y hasta crear mapas en 3D de la casa. Otras aplicaciones permiten identificar mejor los obstáculos y los bordes de las habitaciones son más definidos. Eso sí, el nivel de personalización es notable y permite, por ejemplo, señalar zonas de acceso restringido.
¿Me la compro?
La cosa está que arde en el sector de las aspiradoras, con cada vez más modelos en el mercado y una lucha feroz por innovar y captar a nuevos clientes. En el caso de iRobot y su Roomba Combo J9+, este nuevo modelo de alta gama tiene varios alicientes, como la base que vacía la suciedad y rellena el agua o el paño de fregado integrado en la parte superior que oculta automáticamente cuando detecta una alfombra o moqueta.
Es un método diferente al habitual que, en vez de limpiar la mopa en la estación o incluir depósitos de agua sucia, resuelve el problema con mopas de quita y pon que se pueden lavar a mano o en la lavadora. La cuestión es si estos añadidos son suficientes como para justificar un precio de salida de 1.399 euros, aunque ahora se pueda encontrar en oferta en Amazon por 999 euros.
Hay elementos que no terminan de convencerme, como el tiempo que necesita para mapear o limpiar, o el sistema de navegación por cámara, pero en cualquier caso son detalles menores. Sin tener eso en cuenta, la Roomba Combo J9+ ofrece excelentes resultados de limpieza y puede ser una buena opción de compra.
También te puede interesar:
- Así es Ascender, la sorprendente 'roomba' que puede subir escaleras
- He probado la nueva 'roomba' de Xiaomi y no necesito nada más: aspira y friega por 199 euros
- He probado el robot del ecosistema Xiaomi que barre, friega y se limpia solo: esto es el futuro
- Así es la 'roomba' china que friega y se vacía sola: más barata que la original pero tiene un gran fallo