Este 1 de julio se ha puesto a la venta en España el Vivo X80 Pro, el nuevo flagship de la compañía, un smartphone de gama alta que pretende coronarse como el mejor móvil Android de 2022. Su sistema de cámaras diseñado en colaboración con ZEISS, el lector de huellas ultrasónico, así como pantalla y potencia, le abren el camino hacia ese título tan deseado.
El X80 Pro se pone a la venta por un precio de 1.199 euros con solo una configuración de memoria y solo en color negro cósmico. Va dirigido a todo aquel que quiera disfrutar de la fotografía y sacarle el máximo partido a todas sus herramientas, cámaras y modos de imagen.
Vivo mostró todo su potencial en Berlín a mediados de junio y, tras unas semanas conviviendo con él las 24 horas, en EL ESPAÑOL-Omicrono podemos sentarnos a hablaros de todo lo que guarda en sus 219 gramos. Empezamos por la joya del Vivo X80 Pro, sus cámaras.
Apartado fotográfico
No es habitual empezar hablando de las cámaras en un análisis, pero este caso lo merece. Vivo ha decidido romper con fuerza en el mercado más premium y para conseguirlo ha apostado sus mejores cartas a la fotografía. Su nuevo teléfono se presta a pasarse el día haciendo fotos y jugando con cada una de las herramientas de su aplicación.
El X80 Pro un sistema de cuatro cámaras traseras que consta de una cámara ultra-sensible de 50 megapíxeles con sensor GNV, para optimizar la reflectividad y reducir el ruido lumínico, y estabilización de imagen óptica (OIS). Le sigue una cámara gran angular de 48 megapíxeles, una cámara de retrato con la estabilización Gimbal de 12 MP, pensada para mejorar la estabilidad en vídeos y fotografías, y una lente periscópica de 8 megapíxeles y estabilización de imagen óptica (OIS). Además, por delante tiene una cámara de 32 megapíxeles.
La combinación elegida promete, sobre todo por el uso del chip fotográfico vivo V1+ cargado de inteligencia artificial para reconocer cada escena. El buen resultado se debe también a su asociación con ZEISS, que lleva años estudiando nuevas tecnologías y modos para sorprender a aficionados y profesionales de la fotografía con Vivo.
Tanto en escenas con buena luz como en momentos de oscuridad, las imágenes son ricas en detalle, nitidez y respetan los colores y las luces sin sucumbir al ruido o los destellos. Para hacerse una idea de toda la tecnología que hay detrás de la calidad fotográfica del X80 Pro, los destellos se mantienen a raya ante fuentes de luz fuertes gracias al T-Coating, que también se incluía en el Vivo X60 Pro Plus.
Una de las principales novedades que trae el X80 Pro es el Modo ZEISS. Los creadores de este conjunto de cámaras diferencian entre dos tipos de usuarios: los que quieren una instantánea rápida que poder subir a las redes sociales sin muchos retoques y los que aspiran a algo más natural que recuerde al resultado de un cámara fotográfica. Este último es el Modo Zeiss, que encuentra aliados y detractores, para unos es un alivio descansar de los colores saturados de la mayoría de móviles, para otros se queda apagado, pero la diferencia se percibe al instante.
Por la noche, donde más se luce el teléfono, encontramos una amplio abanico de opciones con las que jugar para capturar las estrellas, las luces de la ciudad o realizar retratos de película. El Modo Noche consigue suavizar las luces del conjunto, aunque no se nota una diferencia drástica con las tomas realizadas sin ese efecto. Con la ayuda de un trípode el X80 Pro se presta a interpretar el papel de cámara fotográfica y toma imágenes de larga exposición o de la luna llena. Una buena excusa para salir de excursión con el teléfono y hacer fotos de noche.
La estabilización es otra de las patas fuertes, con sistemas ópticos y electrónicos en casi todos los sensores para mantener estable la imagen en múltiples escenas. Algo que también se nota en la grabación de vídeo con múltiples modos como el cinematográfico, aunque aquí el desenfoque de las siluetas se pierde más de lo debido. De la cámara frontal no decimos mucho, porque en comparación es de lo más normal, sin ser mala.
Diseño y pantalla premium
El X80 Pro deja claro a simple vista que aspira a ser uno de los móviles más importantes del año. Sus acabados y materiales se sienten robustos en un diseño elegante, muy similar a la linea delgada de Samsung. El borde es de solo 9,1 milímetros, pero la pantalla es un panel curvo de 6,78 pulgadas que cubre la totalidad del frontal, salvo por la cámara incrustada en el centro del borde superior.
En la parte trasera, las cámaras se integran en una placha con efecto espejo y una carcasa negra y rugosa con reflejos. El conjunto no convence a todo el mundo, pero consigue un aire potente que todos identifican como el de un smartphone de calidad. Entre las pocas pegas que le podemos poner a su diseño es su peso de 219 gramos y lo resbaladizo que es, aunque se puede solventar con la funda de plastico negra que, por desgracia, no protege mucho los bordes.
En cuanto a la pantalla en la que vemos todas las fotografías que toma este terminal, vivo ha elegido un panel imponente en tamaño y calidad. Hablamos de un componente de 6,78 pulgadas y una resolución QHD+ (3200 x 1440 px). Usa tecnología AMOLED y corre a 120 Hz de tasa de refresco, que el terminal adapta de forma autónoma desde 1 Hz gracias a la tecnología LTPO. A su lado, la tasa de muestreo táctil es de 300 Hz, para navegar y jugar con toda la soltura que puedan nuestras manos.
Otro aspecto digno de aplauso de esta pantalla es su brillo. Llega a los 1000 nits, pero puede escalar hasta los 1500 en caso de necesidad. En plena calle con el sol de frente, el Vivo X80 Pro sigue viéndose perfectamente. También tiene soporte de color de 10 bits, es decir, que puede mostrar hasta 1000 millones de colores diferentes y es compatible con HDR10+.
Todo buenas cualidades, aunque en los bordes curvos se perciben tonos verdes al inclinarlo que dejan un sabor agridulce. No deja de ser una buena pantalla, pero dentro de lo esperado para la categoría de este teléfono es un elemento que no destaca tanto como otros detalles del X80 Pro, como por ejemplo el sensor ultrasónico que esconde bajo sus píxeles.
No nos olvidamos del sonido del teléfono. Es bueno, muy claro tanto en graves como en agudos con sus altavoces estéreo, que alcanzan un volumen decente. Por supuesto, a este nivel de precio no se incluye jack para conectar auriculares de cable, pero la conectividad por bluetooth 5.2 y WiFi 6 es suficiente.
El lector más completo
Bajo la pantalla se oculta el sensor ultrasónico de huellas dactilares 3D más grande de la industria, con una superficie de 20x30 mm. El área de lectura es 11,1 veces más grande que los sensores ópticos de huellas tradicionales que suele haber en la pantalla. Es el más grande, pero también es ultrarápido y fino, con solo 0,2 mm de grosor.
Utiliza ondas ultrasónicas en lugar de luz para reconocer al usuario en solo 0,2 segundos. Estas ondas generan un mapa 3D más preciso de cada detalle de la huella dactilar, hasta los poros de la piel. Es rápido reconociendo huellas, con solo rozar la superficie con la yema se ha desbloqueado. Puede reconocer incluso dos huellas al mismo tiempo para impulsar la seguridad de determinadas aplicaciones, como la del banco o el correo electrónico.
Otra cualidad destacada es la configuración: añadir una de las huellas es cuestión de uno o dos segundos, a diferencia de otros móviles que hay que colocar el dedo más de 10 veces en diferentes posiciones. Aquí, con una vez basta para registrar el patrón dactilar.
Por último, el sensor también sirve de acceso rápido a diferentes aplicaciones. Aquellas que más uses como una red social o WhatsApp se pueden establecer en la pantalla de bloqueo y, cuando se quiere desbloquear el teléfono para abrirla, se puede hacer simplemente colocando la huella sobre el icono. Así no hace falta abrir, buscar y pulsar la app, una curiosidad que resulta muy útil.
Potencia y rendimiento
El apartado dedicado al rendimiento, junto con la pantalla, está dentro de lo esperado para un teléfono de este precio. Es fuerte, pero no destaca frente a lo que ofrece la competencia. Como no podía ser de otra forma, Vivo ha elegido al procesador para gamas premium del año, el Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1, el más potente. Se complementa con una memoria RAM de 12 GB, con tecnología LPDDR5, y una memoria interna UFS 3.1 de 256 GB, algo justo ya que no permite ampliación al no tener espacio para una tarjeta microSD.
El resultado es una experiencia fluida para cualquier tarea, desde las más simples hasta las más complejas. En alguna ocasión ha sufrido un bloqueo, pero se ha solucionado rápido y podría responsabilizarse antes al software y las aplicaciones en uso que al hardware. En este sentido, pocas quejas, pero tampoco sorpresas con Android 12 y la capa OriginOS Ocean, que funciona de forma cómoda e intuitiva.
Ahora bien, frente a la potencia está el calor que desprende el equipo. El móvil se calienta cuando se usa con intensidad, viendo vídeos o tomando fotos, por ejemplo. El fabricante ha incluido refrigeración líquida por vapor de gran tamaño para combatir el calor y no tener que reducir la potencia. Aún así, se nota como el calor crece en los laterales que no están cubiertos por la funda. Lo mismo ocurre cuando se carga el terminal.
Carga rápida e inalámbrica
Los 4.700 mAh de la batería sonarían rotundos en cualquier otro móvil, pero con la carga de trabajo que le da el X80 Pro se pueden quedar un poco ahogados. Si no se cuida el uso de la pantalla con la frecuencia de 120 Hz y el brillo, así como el uso de las cámaras o con videojuegos, el teléfono puede quedarse sin batería al final del día.
Aún así, este no es un drama muy preocupante, como apoyo tiene un cargador de 80W que consigue llevar la carga de 0 a 100% en algo más de media hora, cerca de 40 minutos. Y, si se está dispuesto a gastar algo más de dinero, podemos juntar este Vivo con su cargador inalámbrico.
Hablamos de un atril donde colocar el teléfono en vertical o tumbado y seguir usándolo mientras se carga a 50W. Vivo asegura que el ventilador para evitar sobrecalentamientos es silencioso, pero se nota bastante, aunque cuenta con un Modo Silencioso para poner por la noche y que no suba de 26 dB. El cargador inalámbrico cuesta 75 euros, pero sirve también para cargar otros dispositivos compatibles con la carga sin cables.
¿Me lo compro?
Llegamos al final de este análisis, ahora que ya conocemos mejor al nuevo rey de Vivo, es más fácil hacerse una idea de la guerra que puede dar al resto de la competencia. Es un teléfono extraordinario, digno de estar en el top 10 de este año. Por 1.199 euros se puede llevar una cámara fotográfica de gran nivel en el bolsillo, llena de funciones a explotar en cada momento.
No podemos olvidarnos del sensor ultrasónico de huellas que desafía al resto de marcas, superando a todas en rapidez y funcionalidad. Tampoco quedan en mal lugar el rendimiento, la pantalla y la autonomía, aunque esta última hay que cogerla con cautela.
Es, por lo tanto, un móvil bastante equilibrado para todos los desafíos y metas de vértigo que se ha propuesto Vivo. Compite directamente con gigantes como el Samsung Galaxy S22 o el Xiaomi 12 Pro dentro del mercado Android. Y, claro, contra los iPhone 13, pero sobre todo con la próxima generación que está por llegar, porque aún queda mucho 2022 para dar con un modelo como ganador.