Como buen amante de la tecnología, mi casa está repleta de ella. Mi equipo tecnológico está pensado prácticamente al milímetro, y por ejemplo, tengo dos escritorios con dos ordenadores de sobremesa y sus respectivos accesorios. Por ello, levo bastante tiempo sin usar un portátil, al menos de forma activa, estando atado a mis dos setup. Pero ¿y si cogiera un Ultra book de alta gama y lo usara para prescindir de mis ordenadores? Es lo que he intentado con el Huawei MateBook 16.
Pese a que la compañía se ha vuelto tristemente famosa por el conocidísimo veto de los Estados Unidos que les impide comerciar con empresas tecnológicas estadounidenses, lo cierto es que Huawei sigue desarrollando dispositivos ajenos a la telefonía, y uno de sus productos mejor acabados son los Huawei MateBook. Y este modelo busca ser una de las puntas de lanza en la gama de Ultra books de la firma china.
Durante varios días, este ordenador portátil ha sido mi único acompañante tanto en el entretenimiento como en el ámbito laboral. He dejado a un lado mi ordenador de trabajo y mi ordenador gaming, ambos PCs de sobremesa, para abrazar la portabilidad que ofrece Huawei con su MateBook 16 y así despegarme de la silla. Por ende, la tarea de suplir las necesidades de alguien que está pegado todo el día a un ordenador es sin duda titánica.
Equilibrado y elegante
Aunque me declaro amante del diseño minimalista y fino de los MacBook de Apple, me he saturado muchísimo de él debido a que prácticamente todos los fabricantes rivales han sobreexplotado la fórmula. Y soy un usuario que le da mucha importancia al diseño ya que en él se ven reflejados aspectos como la ligereza, la calidad de construcción, y demás. Y aquí Huawei ha tomado la mejor vía posible con su MateBook 16.
Es cierto que el MateBook 16 comparte ciertos elementos con los MacBook de Apple, pero este disfruta de su propia personalidad y sabe mantenerte enganchado para que lo uses más y más. Y es que este portátil tiene mucho de lo que presumir; su diseño es minimalista pero sin ser aburrido y además es atractivo. Me ha pasado más de una vez el estar usando el portátil con gente alrededor y que ellos pregunten por el dispositivo debido a la estética premium que desprende.
Y es que esa es la gran clave del MateBook 16: grita premium por todos sus poros. La pantalla tiene unos bordes lo suficientemente reducidos como para llamar la atención, y su construcción provoca que todo aquel que lo use unos pocos segundos se sienta increíblemente a gusto. De hecho, me recuerda poderosamente al Honor MagicBook Pro en este sentido.
Huawei ha hecho un trabajo excelente en el aspecto físico del MateBook 16; se siente increíblemente robusto y hasta el tacto deja claro que el trabajo de ingeniería con el cuerpo del portátil está muy por encima de la media. Usar este ordenador y sentir sus materiales de construcción y sus acabados sin duda es todo un gusto.
La única pega del apartado físico del Huawei MateBook 16 es que sus dimensiones y su peso no agradarán a aquellos que estén acostumbrados a la ligereza extrema. Pesa 1,9 kilos y tiene unas dimensiones de 351 x 254,9 x 17,8 milímetros y aunque no se hace engorroso, sí que es lo suficientemente grande y pesado como para que se note en el día a día.
Ingenioso y atrevido
Si tuviera que decir las cosas que odio de los ordenadores portátiles que intentan imitar la fórmula MacBook, la más importante sería que los fabricantes también copian sus peores desventajas. Desde hace años, Apple ha optado por ofrecer una conectividad más bien pobre en sus ordenadores portátiles, y esto se ha trasladado a los ordenadores Windows. Huawei no solo se ha encargado de arreglar estos problemas, sino de ofrecer mejoras que ayudan al conjunto de la experiencia.
Por ejemplo, yo soy una persona que usa muchísimo los puertos de su ordenador, ya que conecto muchos accesorios (mi móvil, mi cámara e incluso a veces un teclado). Huawei ofrece la variedad de puertos necesaria; dos puertos USB-C, con DisplayPort y para carga del portátil, otros dos USB 3.2 Gen 1, un HDMI de tamaño completo y un puerto jack de 3,5 milímetros. Además, integra un lector de huellas en el botón de encendido, lo que hace que incluso el proceso de encender, desbloquear y usar el portátil sea algo rápido.
Otro de los grandes aciertos del MateBook 16 es su cámara escondida en el teclado, algo que llevan incorporando en algunas generaciones de sus portátiles. La cámara queda oculta debajo de una tecla central del teclado y mediante una pulsación, podemos sacar la cámara de su interior si la necesitamos. Una cámara, por cierto, Full HD.
Se evita tener una cámara frontal en la pantalla, haciendo que los bordes sean más reducidos y sobre todo evita que, en caso de que se secuestre la cámara, se vea cualquier cosa ya que estará oculta en el teclado. Se acabó ponerle una tira de celo a la cámara para taparla. La única ausencia, eso sí, es la ranura de tarjetas micro SD.
Usar este portátil es una delicia
Mi reticencia a usar un ordenador portátil siempre aparece cuando yo me tengo que adaptar al PC, y no el ordenador a mí. Me ha pasado más de una vez con encontrarme con algún problema relativamente serio que me haga más difícil mi trabajo en estos ordenadores, y dejarlos para volver a sentarme en mi silla a disfrutar de mis PCs de sobremesa. El MateBook 16 ha conseguido justo lo contrario.
Para empezar, la pantalla. Un panel de 16 pulgadas en formato 3:2 y con una relación pantalla-cuerpo del 90%. Su resolución es de 2520 x 1680 y tiene un brillo máximo de 300 nits. No tiene una alta tasa de refresco (de hecho se queda en los 60 Hz) pero en contraposición tiene unos ángulos de visión muy buenos y una gran profundidad y gama de colores.
Una pantalla que me ha conseguido satisfacer tanto para consumir multimedia como para editarlo, ya que suelo pasar por programas como Adobe Photoshop o Lightroom para gestionar mis fotografías y vídeos. Perfectamente calibrada, con un gran brillo y con una buenísima definición. No he echado de menos mis monitores de escritorio VA, ni para trabajar ni para ver series o vídeos.
Lo mismo ocurre con la potencia. Huawei ha optado, en este caso, por abrazar por completo a AMD con procesadores Ryzen 5000 para portátiles en el lado de la CPU y con gráficas Radeon en el de la GPU. En nuestro caso estábamos usando el modelo con el AMD Ryzen 7 5800H, una CPU de 8 núcleos con 16 hilos que no me ha dado ni un solo problema incluso en cargas amplias de trabajo y una gráfica que ha sabido mantener el tipo a la hora de, por ejemplo, editar RAWs complejos de cámaras de alta gama. Incluso he podido jugar a algún juego medianamente exigente sin muchas complicaciones.
En el apartado del audio el MateBook también me ha sorprendido. Dos altavoces laterales que tienen una gran potencia y que desprenden un audio con muchísima pegada. Cuando he querido más matices en mis canciones he tenido que recurrir a auriculares, pero para salir del paso para ver series o películas sin ellos, serán más que suficientes.
En cuanto al sistema operativo, evidentemente, este Huawei MateBook 16 usa Windows 10, con actualización a Windows 11 con todas las bondades (y desventajas) que ello conlleva. Eso sí, Huawei como siempre integra sus propios añadidos de software que se pueden gestionar desde Huawei PC Manager.
Una aplicación desde la cual se puede ver información sobre el hardware, realizar tareas de optimización y usar tecnologías como Huawei Share con otros teléfonos Huawei para transferir archivos y controlar tu smartphone desde el PC. Además, su app no es intrusiva y tiene herramientas muy interesantes en un solo espacio.
La batería es otro punto en el que Huawei ha hecho las cosas bien, dotando a este ordenador de 84 Wh de potencia de autonomía y que servirán para altas cargas de trabajo ofimático y de consumo multimedia como series, vídeos o películas. Pocas veces he tenido que pasar por el cargador, pero al ser este de 135W, he podido tener la batería suficientemente cargada como para no tener que preocuparme demasiado por estar enganchado a la corriente.
Sin embargo, los aspectos más importantes para mí en un portátil son su teclado y su trackpad. El panel táctil con el que usaremos el Huawei MateBook 16 es generoso y aunque no tiene un tacto tan suave como el de otros portátiles, al ser tan grande se hace muy fácil de usar.
Por otra parte, el teclado sigue llevando el buen hacer de Huawei. Destaca por tener una escritura increíblemente suave; las teclas son de perfil bajo y el recorrido no es especialmente largo, y el final del mismo apenas tiene resistencia, por lo que no escucharemos el clásico click que otros teclados de portátiles suelen arrojar. Escribir se hace ágil, suave y se vuelve todo un gusto, dejando claro que este teclado se hizo para pasar largos períodos de escritura sin que se te cansen los dedos. Además, está retroiluminado.
El mejor portátil todoterreno
El Huawei MateBook 16 opta por una estrategia que otros fabricantes están abandonando: ofrecer un perfecto equilibrio que permita a los usuarios poder exprimir su ordenador sin que este les deje tirados. Que destaquen en los puntos necesarios pero sin dejar de lado los aspectos usualmente más olvidados de un portátil, en vez de centrarse en una o dos características únicas. Y ese es, sin duda alguna, el punto más positivo de este ordenador portátil.
Este dispositivo no solo suplirá con creces las necesidades de prácticamente los usuarios, sino los que quieran un portátil que aguante todo lo que le echen y un poquito más. Se convierte así en una opción ideal para los que precisen robustez y buenas prestaciones en la era del teletrabajo en la que es obligatorio tener un portátil en la mochila por si acaso.
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