Las opciones de teléfonos de gama alta y a su vez en un tamaño contenido no son realmente mayoría en España ni en ningún lugar del mundo. Las pantallas grandes mandan, lo que nos conducen a smartphone cada vez más agigantados que no en todas las ocasiones son realmente mejores.
Pero también existe una corriente que apuesta justo por lo contrario. Hace poco más de un año Apple presentó el iPhone SE 2020 como un concepto de teléfono compacto con lo último de sus chips y una estética clásica. Le siguió el iPhone 12 Mini que, a pesar de no haber sido un superventas, sí cautivó el bolsillo de unos cuantos y dio paso a que otras, como Asus con su ZenFone 8 (699 euros) se lanzara a la piscina.
Un tamaño 'mini' -porque hace unos años habría sido un teléfono gigante- que no viene reñido lo mejor que nos podemos encontrar en el mundo del hardware. No renunciar a nada salvo a una pantalla muy grande es lo que intenta Asus con su nueva criatura. Aunque, a veces, el tamaño importa por otras cosas.
Menos de 6 pulgadas
Si lo comparamos con el tamaño medio de los teléfonos móviles de hoy en día, es uno de los teléfonos Android más pequeños. Pero en la mano cae bien, no se siente realmente minúsculo y las 5,9 pulgadas en un formato tan recortado nos hace soñar con aquellos tiempos sin los llamados 'tabletófonos'. En los que no era incompatible vestir un pantalón ajustado y llevar el teléfono encima.
Realmente cuesta reacostumbrarse a tener un teléfono así y la curva de aprendizaje sería menos empinada si no estuviera construido con un material que se resbala con demasiada facilidad, al tiempo que atrae como un imán las huellas. Algo que se soluciona con una funda, así que tampoco acarreará muchos más inconvenientes.
Regresando a la pantalla, las 5,9 pulgadas viene representado por un panel AMOLED con 120 Hz de tasa de refresco. La experiencia de usuario es realmente satisfactoria. La resolución FullHD le sienta como un guante al Asus ZenFone 8 que proporciona lo que esperaríamos de un teléfono de su gama.
También tiene una faceta minimalista si le damos la vuelta y descubrimos nada más que un par de cámaras -de las que luego hablaremos- acompañadas por un flash LED. Todo dentro del mismo módulo que no sobresale apenas de la parte trasera del chasis.
Mención especial tienen un par de detalles que parecían haberse dejado atrás. El primero es la disponibilidad de un puerto minijack de 3,5 milímetros en el canto superior gracias al cual podemos conectar cualquier tipo de auriculares. Y el segundo es una luz de notificaciones LED que Asus ha puesto en el canto inferior. Gracias a este último podremos saber si tenemos algún mensaje pendiente sin desbloquear la pantalla.
Corazón de gama alta
Como apuntamos antes, a pesar de que la fragancia del Asus ZenFone 8 viene en frasco pequeño, es intensa y duradera. En su interior encontramos el mejor procesador que se puede encontrar actualmente en el mercado Android: un Qualcomm Snapdragon 888 de 8 núcleos fabricado en tecnología de 5 nm y chip 5G integrado.
Acompañando al corazón de la máquina, Asus ha decidido poner diferentes opciones de memoria RAM. De esta forma, el comprador puede elegir entre 6, 8 y 16 GB LPDDR5 como una de las más rápidas que un smartphone puede equipar. Lo mismo ocurre con el almacenamiento, con un esquema de 128 y otro de 256 GB UFS 3.1. La unidad que Asus nos ha prestado cuenta con 16 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento.
Si sobre el papel ya podemos intuir que estamos delante de un peso pesado (aunque en báscula sólo da 169 gramos), en el plano del día a día se confirma. Este ZenFone 8 es de lo mejor en cuanto a rendimiento que ha pasado últimamente por nuestras manos. Se nota que Qualcomm ha hecho los deberes con su procesador insignia para estos primeros meses del 2021 y tanto la RAM como el almacenamiento hacen el resto.
La apertura de aplicaciones es instantánea al igual que todas las transiciones. Los 120 Hz ayudan a esa sensación de que todo va más fluido, pero es que en el ZenFone va todo muy fluido. Y más allá de las aplicaciones típicas de mensajería, redes sociales o mapas, el Asus puede con absolutamente todo. Desde los juegos más básicos hasta los más complejos en 3D.
Claro que ese hardware no sería nada sin un software a la altura. Asus no se ha complicado la vida con su capa ZenUI 8 y opta por una versión muy poco adulterada de Android. No encontramos las ya clásicas, recargadas y barrocas capas de personalización que tan solo ralentizan la experiencia de usuario al tiempo que meten con calzador aplicaciones que el usuario no va a abrir nunca.
ZenUI 8 es una capa amigable, con algunos extras interesantes para el día a día y realmente ligera. Algo que se nota que su procesador no tiene que lidiar nada más que con lo justo. Esto se traduce en mayor espacio de almacenamiento para que el usuario lo pueda emplear a discreción y en que es una apuesta segura para el largo plazo.
'Solo' tres cámaras
En el apartado fotográfico encontramos una cámara Sony IMX686 de 64 megapíxeles con una apertura 1.8 y un rendimiento realmente bueno. La aplicación de la cámara es muy sencilla, aunque navegando entre sus menús podemos encontrar las mismas opciones que en otras interfaces más recargadas.
En cuanto al rendimiento puro, decir que en condiciones lumínicas favorables los resultados son muy buenos consiguiendo una buena cantidad de detalles incluso sin recurrir al modo de 64 megapíxeles (por defecto dispara a 16). Esta lente será también la que mejores instantáneas proporcione cuando la luz escasea. La calidad, como era lo esperado, baja, pero sigue obteniendo buenos resultados si disparamos con el Modo Noche activado.
Realmente la fotografía no es el punto más fuerte del Asus ZenFone 8 que completa su carta con una segunda lente gran angular -también de Sony- con una resolución de 12 megapíxeles. Esta última será perfecta para hacer fotos cuando el campo de visión de la anterior lente se quede demasiado cerrado, pero para obtener buenos resultados debe de ser con buena luz.
Y nada más en la trasera. El teléfono de Asus se olvida de otros clásicos protagonistas de la fotografía móvil actual como puede ser una lente macho u otra de profundidad. Realmente no se necesitan y, como hemos indicado en más ocasiones en OMICRONO, es mejor poner 'solo' dos lentes y que sean de calidad que añadir otras por rellenar la tabla de especificaciones. O que se lo pregunten al iPhone 12.
En cuanto a la cámara delantera, los 12 megapíxeles anunciados proporcionan buenas instantáneas con buena luz, como era de esperar. Este apartado añade también algunos extras como la fotografía modo retrato -a golpe de software- que no deja de ser algo más anecdótico y un modo noche que intenta exprimir la cámara en condiciones con poca luminosidad.
¿Me lo compro?
Antes de entrar en la pregunta final, cabe señalar que la batería del Asus ZenFone 8 es de 4.000 mAh. Teniendo en cuenta que tiene que alimentar a uno de los procesadores más potentes del mercado, llegar al final del día con un uso más o menos intensivo de llamadas, mensajería, juego puntual y música en streaming es prácticamente imposible. La carga rápida tampoco es de las mejores del mercado y se queda en 30W, que para un teléfono de esta categoría la consideramos algo pobre. Sobre todo si la comparamos con los 65W que otras marcas ya equipan. Pese a todo, y teniendo esto en cuenta, es una gran opción si no queremos un teléfono de grandes dimensiones.
Considerar comprar un Asus ZenFone 8 es tan solo para los verdaderos fans de los teléfonos pequeños. Aquellos que ya están acostumbrados a vivir en la poco poblada zona de las pantallas menores de 6 pulgadas. En este caso se llevan a un auténtico 'matagigantes' con lo mejor del mercado en hardware, muy bueno en software, cámaras en la media y una autonomía y carga rápida algo limitada respecto a otras opciones.
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