Hoy en día, no es necesario gastarse mucho dinero para tener un buen teléfono. Las opciones en España son diversas y podemos encontrar grandísimos móviles por precios justos. Fue Motorola precisamente la que inició esa tendencia del bueno, bonito y barato con el Moto G original. Ahora, aunque el mercado está copado de alternativas, la firma de Lenovo sigue usando este mantra con sus dispositivos y eses es el caso del Moto G50.

Este teléfono, al igual que su hermano el Motorola G30quiere romper la creencia de que los teléfonos de menor precio no son recomendables. En este caso, además de basarse en la famosa fiabilidad que destilan los otros dispositivos de Motorola, el G50 lo hace añadiendo pequeños destellos que mejoran realmente la experiencia.

Así por ejemplo, tenemos una trasera de cristal, que recuerda a teléfonos más caros de la competencia. Pero ¿qué hay del resto? ¿Es realmente este Moto G50 recomendable a su precio de 249 euros?

Diseño

El diseño nos ha gustado. Manuel Fernández Omicrono

El Moto G50 es un teléfono que quiere entrar por los ojos. Nuestra unidad tiene un brillante azul, casi eléctrico aderezado por un chasis de cristal que además hace reflejos según cómo le incida la luz. Guarda cierto parecido con su hermano, el Moto G30, pero en esta ocasión con un énfasis mucho más claro hacia el diseño.

Como sucedía con el G30, aquí Motorola sigue apostando por un diseño conocido para conquistar al usuario. Eso sí, en esta ocasión su peso lo lastra un poco ya que roza los 200 gramos, pero se compensa con una curvatura trasera que lo hace muy agradable de agarrar. Incluso el lector de huellas en la parte trasera queda natural con el resto del cuerpo del teléfono, y donde integra la famosa 'M' de la marca.

La construcción es buena. Manuel Fernández Omicrono

El módulo de cámara que reúne los 3 sensores del teléfono está acabado también en cristal y le da un toque premium al G50. Sin embargo, es en la parte frontal cuando nos damos rápidamente cuenta de que este es un teléfono de gama de acceso, y lo delatan sus marcos superior e inferior. La 'barbilla' es notoria, -aunque no es nada que no hayamos visto con anterioridad-, lo mismo ocurre con el 'notch' tipo gota que integra la cámara delantera.

La construcción se ha visto beneficiada con esta inclinación al diseño; los botones (incluyendo el de Google Assistant) son sólidos, y el marco se siente resistente. No notamos acabados extraños y en general el Moto G50 nos devuelve una sensación de fiabilidad. Si a esto le sumamos el cristal y el mimo por la estética, nos queda una visión general muy atractiva del teléfono.

Se agradecen estos detalles en un terminal así, ya que no siempre pasa. Por ejemplo, contrasta con lo que sucede con el Samsung Galaxy A72, uno de los últimos teléfonos móviles de la firma coreana. Sus acabados son algo menos premium y su construcción, siendo éste casi el doble de caro que el Moto G50. La compañía coreana liderada en España por Seung Joo Shin, pierde frente a un modelo menor.

Pantalla

La pantalla servirá, que es lo importante. Manuel Fernández Omicrono

En cuanto a la pantalla, el Moto G50 equipa un panel de 6,5 pulgadas con tecnología LCD y resolución HD+, es decir, 1.600 x 720. Nada fuera de lo común pero este panel está aderezado con una tasa de refresco de 90 Hz, que nos dará una sensación de mayor fluidez a la hora de movernos por el sistema. 

La pantalla es suficiente para el uso diario. A nivel de brillo el G50 se queda algo por debajo, y con incidencia de luz directa, tendremos algunas dificultades para ver lo que hacemos. La definición también se ve algo mermada, ya que en tamaños superiores a 6 pulgadas, siempre es recomendable montar una resolución Full HD.

No es nada dramático; notaremos algunos dientes de sierra en algunos textos, pero la calibración de los colores ayuda a que la experiencia no sea mala. Para el uso diario, el consumo de contenido en YouTube ocasional y para lectura en redes sociales, la pantalla del Moto G50 cumple. Los 90 Hz son sin duda su mejor baza y afortunadamente, podremos configurar dicha tasa de refresco para que se adapte a aquello que se muestra en la pantalla para que la batería no se vea excesivamente afectada.

Rendimiento

Salvo en juegos exigentes, no habrá problemas de rendimiento. Manuel Fernández Omicrono

Si revisamos el hardware del Moto G50, veremos que hay detalles a tener en cuenta muy importantes. El más importante, la elección del procesador: un Qualcomm Snapdragon 480, un chip perteneciente a la gama de entrada de la empresa americana. Este es un procesador de 8 núcleos a 1,8 GHz fabricado a 8 nanómetros, y le acompaña la GPU Adreno 619.

Respecto a las memorias, el G50 equipa una variante única de 4 GB de memoria RAM LPDDR4X y 128 GB de memoria interna. El SO es Android en su versión 11 con una pequeña personalización de Moto.

No tiene MediaTek. Manuel Fernández Omicrono

Qualcomm suele dividir sus procesadores para Android en 4 grandes bloques. La gama 800 queda para los teléfonos de gama alta, la 700 para la gama media premium, la 600 para los modelos de gama media y la gama 400, para los de entrada. Por supuesto dentro de estos mismos bloques hay procesadores mejores y peores, y dentro de los Snapdragon 400, el 480 es uno de los más potentes.

En el rendimiento de un teléfono influyen varios factores adicionales, como la propia optimización del sistema operativo o el uso que se le de al dispositivo. Por ejemplo, en este caso dónde más sufre el Moto G50 es en los videojuegos pesados, que tendrán algunos tirones y bajadas de frames. Motorola tiene muy buena mano del lado del software en parte por su antigua alianza con Google, y el sistema se mueve tremendamente bien , sin problemas de rendimiento en tareas del día a día.

Todo se mueve como debería. Manuel Fernández Omicrono

Además, nos congratula ver que en esta ocasión se ha optado por un procesador de Qualcomm, ya que lo habitual en estas gamas es elegir MediaTek debido a sus costes. Nos ahorramos algunos problemas de compatibilidad y estabilidad, y el fabricante lo tiene algo más fácil para lanzar actualizaciones más frecuentemente.

En definitiva, el Moto G50 no tiene un mal rendimiento. Un usuario más avanzado puede que necesite ir a alguna opción con más potencia, pero para tareas del día a día o para redes sociales y para consumo multimedia, el Moto G50 no fallará.

Funciona bien. Manuel Fernández Omicrono

El software es otra de las grandes ventajas del Moto G50. Nos encontramos con un Android 11 extremadamente limpio, sin apenas aplicaciones basura y con todos los servicios de Google preinstalados. Además, Motorola tiene opciones dedicadas a la personalización del sistema y añadidos como el centro de gestos de Moto. Con dichos gestos, podremos entre otras cosas encender la linterna agitando el móvil dos veces o abrir la linterna girando la muñeca con el teléfono dos veces.

Mención especial al audio, uno de los puntos que se suele recortar en pos de reducir costes de producción. La calidad no es su fuerte pero desde luego suena alto y claro, perfecto para enterarse de llamadas o notificaciones.

Buena batería

Motorola G50. Manuel Fernández Omicrono

Motorola tiene una tradición muy beneficiosa para sus teléfonos: incluir grandes baterías. Recordemos que estos móviles están pensados para largas jornadas de consumo de contenido y redes sociales. Y por ende, el amperaje debe aguantar el trote. 5.000 mAh de batería que además no repercuten negativamente en el tamaño del Moto G50, aunque sí aumentan ligeramente su peso.

Cuenta con carga rápida bastante lenta de 10W. Sí, tendremos una carga muy lenta, si la comparamos con rivales como Oppo o Realme. En contrapartida, nos llevamos una batería escandalosamente buena, con dos días de uso continuado si no se le da un uso exigente al G50 y con una media de 7 horas de pantalla.

Cámaras

En esta ocasión nos encontramos con 3 sensores de cámara, aunque realmente el usuario podrá aprovechar solo uno: el principal de 48 megapíxeles F/1.7. El segundo sensor es uno dedicado a la profundidad para el modo retrato de 2 megapíxeles y el último es el clásico macro, en este caso de 5 megapíxeles. Sí, no tenemos un gran angular, algo bastante extraño.

La cámara frontal es de 13 megapíxeles. Con el Moto G50 ocurre algo muy similar a lo que pasaba con el G30; las fotografías no son muy malas siempre y cuando las condiciones de luz sean favorables, y la cámara frontal a veces es mejor que la trasera. Sin embargo, la cámara principal no está exenta de fallos.

Las cámaras tienen algunos problemas. Manuel Fernández Omicrono

Las imágenes tienen un efecto acuarela, y si hacemos zoom veremos que falta bastante definición. Esto no impide que podamos sacar algunas fotos que sirvan, por ejemplo, para redes sociales. Pero no podremos exigirle mucho más a esta cámara, que está claramente limitada. No es ni mucho menos una cámara para sacar fotos elaboradas o que necesiten de mucha calidad.

La cámara frontal, de hecho, funciona mejor en algunas situaciones a la trasera. Mejora un poco la definición y aunque perdemos algo de rango dinámico por el camino, en algunas ocasiones captura más y mejor información. Recordemos que además los 48 megapíxeles no nos aseguran nada; como mucho, nos dará un extra de definición pero no son una garantía de sacar mejores tomas.

El sensor de profundidad solo sirve para el modo retrato, el cual es bastante artificial y el sensor macro tiene el problema de siempre: la bajísima resolución del propio sensor hace que muy pocas fotos sacadas con este puedan ser usables.

¿Me lo compro?

Hay que saber mirar más allá. Manuel Fernández Omicrono

El Moto G50 es un teléfono de gama media-baja que intenta dar el salto hacia un peldaño superior. Quien quiera optar a este teléfono debe mirar más allá de la tabla de especificaciones y no dejarse llevar por los datos en frío. Este G50 tiene problemas evidentes, siendo el más obvio el de la cámara, pero en general devuelve una buena experiencia. 

Este teléfono tiene un enfoque que ya hemos visto antes por parte de Motorola: la fiabilidad, más importante que nunca si hablamos de un móvil de bajas propiedades. Y en este apartado, como siempre, la firma de Lenovo siempre acierta. Salvo si eres un apasionado de la fotografía.

Motorola G50. Manuel Fernández Omicrono

Y es este Moto G50 es un toque de atención a Samsung por un motivo muy simple. La mayor flaqueza de los teléfonos de Samsung es justo el punto fuerte de Motorola: la fiabilidad. Samsung por su parte basa sus teléfonos en su posición de mercado, ofreciendo teléfonos competentes a los más jóvenes, sacrificando por el camino algunas características vitales para ajustar el precio

Pero el fuerte del G50 y del resto de dispositivos de Motorola es precisamente ese. El poder equilibrar la balanza para ofrecer algo que se sienta bien sin sentir que estamos dejándonos hardware por el camino. En este sentido, el G50 es un ejemplo a seguir en el nuevo panorama de la gama media, copado por marcas como Xiaomi.

Puede que se quede algo lejos de alternativas venidas desde China y ya establecidas en España. Pero aquellos que quieran encontrarse a esa Motorola que ofrece fiabilidad a un buen precio, no se verán defraudados con el Moto G50.

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