Tras unas agónicas 6 horas de retraso, el esperadísimo lanzamiento del prototipo Starship SN8 no se ha realizado. A tan solo un segundo de comenzar la cuenta atrás, el lanzamiento de la nave ha sido cancelado por el ordenador de a bordo, debido a un fallo en los motores Raptor de la Starship.
Lo cierto es que ya el propio Elon Musk nos había advertido de todo esto semanas antes. El magnate ha sido el primero en afirmar en entrevistas que solo había un 33% de probabilidades de que la misión tuviera éxito. SpaceX se ha quedado literalmente a las puertas de siquiera conseguir intentarlo.
El vuelo se programó en un inicio para las 15:00 hora peninsular española y se llevaría a cabo en Boca Chica, Texas. Posteriormente se retrasó dos horas, y por fin después de más de 5 horas de retraso, el lanzamiento se confirmó, aunque no ha llegado a producirse.
La Starship no ha despegado
No estamos hablando de una prueba rutinaria, sino su misión más ambiciosa. La Starship necesitaba alcanzar una altura de 12.5 kilómetros y realizar maniobras de planeo para posteriormente aterrizar de una forma similar a cómo hemos visto en otros cohetes de SpaceX como los Falcon.
Según el propio Musk, la poca probabilidad de éxito se debía a multitud de factores. Para empezar, la maniobra que pretendía realizar la Starship era de por sí muy complicada y además tenía que aguantarla; las probabilidades de que estallara eran muy altas.
Desgraciadamente, la Starship ni siquiera ha alzado el vuelo.
Esta no es la primera prueba de vuelo que la Starship ha realizado; en agosto pudimos ver cómo alcanzó una altura de 150 metros. El vuelo actual buscará llegar a una altura 100 veces mayor. Y decimos buscará, porque al no haber habido ningún tipo de desastre, SpaceX podrá realizar otro intento de despegue mañana mismo.
La misión se ha visto caracterizada por multitud de problemas. De hecho, tanto ha sido así que durante varias horas no hemos podido ni ver el directo en YouTube de SpaceX por errores en las plataformas; los internautas han dependido de canales alternativos para seguir el minuto a minuto del lanzamiento.
El prototipo probado ha sido el SN8, y para que entendamos la delicadeza de la misión, hemos de recordar que el primer vuelo lo realizó el prototipo SN6 únicamente conformado por el cuerpo. En esta ocasión el prototipo está más desarrollado y próximo a su finalización. El objetivo de la prueba es comprobar si la nave es capaz de resistir la subida a la atmósfera y los problemas que genera el accionamiento de los motores en el cuerpo.
Musk tiene preparados varios prototipos para realizar más pruebas, en parte para no depender de uno solo que puede resultar gravemente dañado. Además, así el proceso de lograr que la Starship vuele se acelera considerablemente.
Algunas de las mejoras que podremos ver en acción en este vuelo de la Starship (cuando se produzca) serán el uso de nuevos motores así como la integración de un nuevo control de vuelo. El cuerpo está hecho principalmente en acero inoxidable refrigerado con metano líquido, ya que de por sí este acero sería incapaz de soportar las temperaturas que se generan en las maniobras de entrada y salida de la Tierra.
Desgraciadamente para Elon SpaceX tendrá que esperar un poco más para hacer historia.