En estos tiempos tiene más importancia que nunca estar seguros de que nuestro hogar es un lugar limpio, descontaminado y libre de sustancias tóxicas o nocivas para nosotros o para cualquier miembro de la familia. Sin embargo, ¿sabías que existe un tipo de pintura que es capaz de sanear el ambiente por sí misma? Es la pintura fotocatalítica.

Sí, pintura capaz de eliminar la contaminación, los malos olores y acabar con otras sustancias tóxicas. La pintura fotocatalítica, como su propio nombre indica, se basa en el proceso de fotocatálisis: una reacción química de oxidación entre varios compuestos que permite que sustancias y partículas contaminantes se conviertan en otras sustancias más simples e inocuas. Podríamos verlo como proceso similar a la fotosíntesis de las plantas cuando transforman el dióxido de carbono en oxígeno.

En el caso de la pintura fotocatalítica, este proceso se inicia cuando la luz incide sobre la superficie que está pintada y lo bueno es que hoy en día podemos encontrar en el mercado este tipo de pinturas para aplicarlas en cualquier parte, tanto en el exterior como en el interior de los hogares.

Imagina un purificador de aire, funcionando las 24 horas del día, sin mantenimiento y sin necesidad de conectarlo a la corriente.

Pintura fotocatalítica: ventajas

El uso de este tipo de pinturas tiene resultados tan interesantes como la eliminación de los principales contaminantes del aire o los malos olores que se producen en casa. Con su reacción, es capaz de mejorar la calidad del aire del hogar reduciendo, eliminando y purificando el ambiente.

Y si además de contener los elementos que la hacen fotocatalítica, también se incluye cal en su composición, estas pinturas pueden inhibir las bacterias, ácaros y los virus, así como evitar la aparición de hongos en superficies. Además puede ser lavable por si se producen roces o algún percance sobre esas superficies. 

Como su uso es muy polivalente, puede ser interesante tanto en habitaciones de casa, como en fachadas, zonas de acceso común, así como en centros educativos, hospitales e incluso en los últimos tiempos se ha contemplado como una opción más para combatir la contaminación de las ciudades. 

El tráfico de las ciudades provoca que esos entornos estén más cargados de sustancias nocivas y en algunas urbes se aprovecha las propiedades de los materiales fotocatalíticos para pintar incluso hasta las carreteras o las aceras.

Al tratarse de un desarrollo químico basado en tecnología avanzada, y debido a los componentes que se deben añadir para conseguir esta propiedad, estas pinturas son ligeramente más caras que otras pinturas tradicionales, a cambio de unos beneficios a medio y largo plazo para nosotros y los nuestros.

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