El coronavirus ha hecho que estemos llamados a quedarnos en casa. Una reclusión que ha disparado el aumento de la conexión a internet hasta ponerla contra las cuerdas. Tan importante es que las telecos sean capaces de sostener la infraestructura como de que el usuario sea capaz de saber qué está pasando en su casa.
El WiFi de pronto se ha convertido en el epicentro de todo lo que sucede en el hogar. El teletrabajo, las conversaciones a través de videollamadas con amigos, el ocio, todo pasa por lo estable que sea nuestra conexión a internet.
De lo que sucede en el exterior son responsables las compañías de telecomunicaciones pero, ¿cómo podemos saber que nuestra conexión funciona como debería y no tenemos a ningún vecino en ella aprovechándose de nuestra red inalámbrica?
Qué pasa en mi WiFi
El primer indicio de que está pasando algo es que la red vaya más lenta de lo normal, especialmente a ciertas horas. Es cierto que vivimos unos días complicados, donde la conexión a internet puede resultar inestable, aún así podemos tener la sospecha de tener un invitado en casa tirando de nuestra conexión sin que nosotros lo sepamos.
Aunque existen ciertos patrones y trucos caseros para que nuestras sospechas aumenten, como son una rutina de horas o que la luz del WiFi del router siga parpadeando cuando tenemos todos los dispositivos desconectados, existen aplicaciones que dejan ver qué sucede en casa. Desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) recomiendan Fing como una de las más populares, aunque existen routers inteligentes que son capaces de identificar a través de su app quiénes están conectados a ellos.
Si nuestra clave del router es poco segura o una de las que vienen por defecto en el aparato es posible que nuestra conexión inalámbrica pueda ser superada. “Estas claves por defecto suelen ser bastante inseguras ya que se calculan a partir de algoritmos vulnerables o existen diccionarios de ellas que permiten calcularlas fácilmente. Por ello, si aún tenemos la clave por defecto de nuestro router, o utilizamos una clave poco segura, es recomendable cambiarla cuanto antes”, explica el organismo.
Cómo solucionarlo
En el caso de haber detectado que algún vecino se nos ha colado en nuestra conexión lo primero es levantar nuevas barreras. Y es que el WiFi de casa no es únicamente lo que permite que todos nuestros dispositivos se conecten a internet, sino que a través de él podrían acceder a información personal, algo tremendamente peligroso pues estaremos expuestos en nuestro propio hogar. Desde la CNMC hacen cuatro recomendaciones principales: establecer una contraseña segura, filtrar las conexiones por direcciones MAC, asignar direcciones IP manualmente y hacer invisible nuestro WiFi.
· Una contraseña fuerte. Es importante no tener la contraseña que viene por defecto en el router, gracias a programas maliciosos que trabajan en base a algoritmos bastará con aplicarlos para dar con la clave de su equipo. “Es muy importante cambiar la contraseña por defecto del WiFi y escoger una que, a ser posible, sea larga y combine letras (mayúsculas y minúsculas) con números y símbolos”. Sobre el cifrado, se recomienda que sea de tipo WPA o WPA2, ya que las contraseñas WEP son “muy fáciles de descubrir”.
· Filtre quién se conecta. La dirección MAC es como la firma del dispositivo inalámbrico, y el router puede identificarla. “Podemos configurarlo para que sólo permita que se conecten ciertos aparatos con unas MAC concretas”. Esta firma puede saltarse, sin embargo, es un elemento disuasorio contra quien quiera entrar en su red ya que le obligará a tomarse una molestia adicional.
· Asigne las direcciones a mano. Aún así, si quiere poner las cosas todavía más difíciles, bastará con configurar quién quiere que se conecte a su WiFi. Por defecto no hace falta configurar nada en un dispositivo, sin embargo se puede desactivar esta asignación automática para obligar a la configuración individual de los datos marcados en el router.
· Su WiFi desaparece. Cuando una persona va a conectarse a una red WiFi, lo normal es que abra el listado de conexiones disponibles, elige la que más le conviene, introduce la contraseña y se conecta, pero ¿y si esa conexión no aparece?. Para evitar que el router informe a los demás dispositivos se puede configurar el router para que, si queremos conectarnos a él haya que introducir antes el nombre exacto.
Aunque estas recomendaciones vienen bien estos días para poner orden en nuestra conexión del hogar, siempre hemos de ser conscientes de que en la red nunca estamos 100% protegidos y que se han de tomar las medidas de seguridad oportunas.