Crear prótesis con impresión 3D no es sencillo; influyen en su creación la anatomía del paciente que recibirá dicha prótesis, los materiales con los que se imprimirá, etcétera. Al final del día es el paciente al que le repercute esta tardanza debido a la discapacidad que sufre.
Pero, ¿y si pudiéramos crear prótesis con impresión 3D en poco tiempo? Esto es lo que han conseguido los ingenieros de la Universidad de Warwick en Reino Unido en colaboración con otras compañías: crear una prótesis a medida en tiempo récord Además, no hablamos de una prótesis cualquiera; hablamos de una mano biónica con sensores musculares.
Estos sensores permitirán al paciente controlar un pulgar articulado, de tal forma que simule lo máximo posible el comportamiento de una mano humana. Lo más impresionante del logro es que estas prótesis a medida se pueden realizar en tan solo 10 horas.
Una mano biónica con sensores musculares impresa en 3D: un trabajo de solo 10 horas
Estos ingenieros y diseñadores de la WGM han logrado crear este dispositivo en tan solo 10 horas, con circuitos eléctricos integrados capaces de controlar sensores internos. Además, esta mano biónica puede ser impresa a medida de la anatomía de la persona que la reciba.
Esta iniciativa forma parte del proyecto IMPACT. Dicho logro se consiguió con una inversión de casi un millón de libras por parte de Innovate UK. El objetivo de esta iniciativa es desarrollar una tecnología de impresión en 3D capaz imprimir productos de plástico con circuitos eléctricos integrados. Dichos ingenieros han sido capaces de demostrar que esto es posible con la mano IMPACT.
La mano ha nacido bajo la inspiración de otra mano similar desarrollada por Ben Ryan de Ambionic. Años atrás Ben Ryan creó una mano para su hijo debido a que poco después de su nacimiento tuvieron que amputarle el antebrazo. El equipo detrás de IMPACT ha sido el responsable de plasmar este diseño en la mano biónica y llevarlo más allá.
Concretamente, la mano IMPACT integra circuitería eléctrica cuyo cometido es unir sensores musculares que controlarán el movimiento con un motor y una batería integradas dentro de la mano. Las pruebas de los ingenieros también determinaron cómo la mano soportaría la flexión y presión debido al uso cotidiano.
El proceso de creación de la mano biónica implica la colocación de rastros de tinta conductora dentro de la estructura del polímero, cosa que antes no era posible. La colocación de este rastro de tinta conductora significa que las piezas están completamente protegidas directamente desde la base de la máquina, ofreciendo así enormes beneficios de productividad.
Esta iniciativa, además, ha desarrollado una página web para que las personas puedan comunicarse con los fabricantes y así desarrollar una mano impresa en 3D a medida. 10 horas después la mano estará fabricada. Para fabricar esta mano solo se necesitan las medidas del brazo y seleccionar el color. Además del color y de las medidas se implementará la circuitería eléctrica necesaria para que los sensores musculares funcionen.
Origen | Universidad de Warwick
Via | Venture Beat