Dyson, una de las firmas más importantes en el comercio de los electrodomésticos, ha abandonado la idea del coche eléctrico. La empresa ha desechado la idea y se centrará, según las declaraciones de James Dyson, en otras tecnologías fundamentales como robótica, aprendizaje automático e inteligencia artificial.
El empresario británico así lo ha anunciado en un correo electrónico mandado a todo su personal. Omicrono ha tenido acceso a una copia de dicho mail. El motivo principal que ha llevado al empresario británico a tomar esta decisión ha sido la viabilidad comercial. En palabras de Dyson, aunque la firma se ha esforzado mucho "durante el proceso de desarrollo", no pueden ver "una manera de hacerlo comercialmente viable".
Uno de los principales problemas que ha tenido la empresa a la hora de desarrollar su coche eléctrico ha sido el mercado; el sector del automóvil ha cambiado mucho desde que Dyson comenzara con este proyecto y este no se adapta a la idea que originalmente se tenía de la marca.
Dyson abandona su coche eléctrico por no ser rentable
Omicrono ha tenido acceso al correo electrónico que James Dyson ha enviado a toda su plantilla. Es importante recalcar que Dyson no ha dado carpetazo a todo el proceso que ha involucrado este proyecto; la misma compañía afirma que la gama de tecnologías que se incorporarían a dicho coche serán usadas en otros productos futuros de Dyson.
James Dyson asegura en su correo que su equipo de automoción "ha desarrollado un vehículo fantástico; han sido ingeniosos en su enfoque y se han mantenido fieles a nuestra filosofía". Dyson se lamenta en la misiva, asegurando que lamentablemente "no vemos la manera de hacerlo comercialmente viable", mencionando también el hecho de que Dyson ha intentado encontrar un comprador para el proyecto y no les ha sido posible.
El correo quiere lanzar un mensaje tranquilizador y es tajante, asegurando que "no se trata de un fallo de producto ni del equipo". Dyson alaba los logros de su equipo y pone el foco en la recolocación de los más de 500 trabajadores (concretamente, 523) que estaban involucrados en el proyecto de forma exclusiva. La gran mayoría de estos trabajadores, conformados por científicos e ingenieros serán recolocados dentro de otros proyecto internos de Dyson.
En cuanto al dinero invertido en este proyecto, Dyson explica que los 2750 millones de euros que han aportado al proyecto del coche eléctrico se reutilizarán en tecnología del hogar. Por ejemplo, Dyson había estado desarrollando sistemas de filtrado de aire muy avanzados que en un inicio iban destinados al vehículo; con la cancelación del proyecto dichos sistemas irán dedicados a sus purificadores.
Finalmente, el empresario británico deja claro en su correo los nuevos objetivos de la firma tras esta cancelación. El mismo Dayson lo explica así en su correo: "nos concentraremos en la formidable tarea de fabricar baterías de estado sólido y otras tecnologías fundamentales que hemos identificado: las tecnologías de detección, los sistemas de visión, la robótica, el aprendizaje automático y la Inteligencia Artificial nos ofrecen oportunidades significativas que debemos aprovechar".
El que Dyson estuviera haciendo un coche eléctrico no era ningún secreto; Omicrono pudo recabar muchos datos acerca del proyecto en la visita a la sede de Dyson en Singapur. No ha sido hasta ahora que Dyson ha anunciado que, finalmente, su coche eléctrico no verá la luz. Queda la incógnita sobre qué ocurrirá con las plantas de producción que Dyson tenía planeado construir en Singapur; no hay datos acerca de qué ocurrirá con estas instalaciones que, por cierto, ya se habían empezado a fabricar.