La nueva política se hace en Twitter. Para muchos representantes, ya es más importante dedicar tiempo a las redes sociales que al hemiciclo, porque cada vez hay más gente pendiente del último meme que de los periódicos. Es a través de servicios como Twitter que pueden llegar directamente a su electorado, presentar su punto de vista sin filtros de ningún tipo y con suerte, volverse “virales”. Es una estrategia que puede dar resultados, como demostró Donald Trump, que ganó la presidencia de los EEUU apoyándose mucho en su cuenta de Twitter con decenas de millones de seguidores, y no siempre siguiendo las reglas.
Y es que las reglas de Twitter no se han aplicado a Trump y a otros políticos como al resto de usuarios; y eso es algo que ha admitido su propio CEO, Jack Dorsey. Para Twitter, que alguien como Trump use su servicio es toda una bendición por la cantidad de usuarios que atraen; pero también ha sido un dolor de cabeza continuo. Los políticos, especialmente los más poderosos, han usado la plataforma como han querido y sin prestar atención a las reglas; especialmente a las que penalizan ciertos comportamientos como el discurso del odio.
Reglas para tuits de políticos en Twitter
Durante años, la excusa de Twitter ha sido que estos usuarios son demasiado importantes. Twitter tuvo muchos motivos para cerrar la cuenta de Trump, pero no lo hizo en aras del “interés general”; Dorsey en concreto afirmó que era necesario que la ciudadanía viese este comportamiento para tomar decisiones en las próximas elecciones. Pero muchos vieron esto como una excusa bastante pobre que intentaba ocultar la verdadera razón de mantener a Trump en su red: los usuarios y el dinero que atraía.
Finalmente, Twitter parece haber tenido suficiente, presentando una nueva política relacionada con personajes públicos como políticos. Como hasta ahora, los tuits de los políticos tendrán preferencia en el sentido de que no serán borrados pese a incumplir las reglas; pero a cambio, la estrategia de Twitter se centrará en ocultarlos lo máximo posible. Los tuits ofensivos serán marcados y no aparecerán por defecto; en vez de eso, se mostrará un mensaje que explicará que el tuit incumple las reglas. Si lo queremos ver, tendremos que pulsar en un botón. Es un paso adicional que hará que mucha gente no vea el tuit en cuestión. Además, el algoritmo de Twitter evitará mostrar el tuit en las búsquedas.
Medida anti-Trump
Esta medida sólo se aplicará a usuarios con más de 100.000 seguidores y que estén asociados con algún organismo gubernamental o sean candidatos a una posición de gobierno. Y en todo caso, si un tuit vulnera demasiadas reglas (por ejemplo, muestra amenazas violentas), Twitter podría borrarlo directamente.
Este es un primer paso para controlar a los políticos en Twitter, que llega justo a tiempo para el inicio de la campaña electoral estadounidense. Está por ver cómo afectará realmente a los políticos; de nada sirven estas novedades si no se aplican de manera imparcial. Pero pronosticamos una gran polémica cuando el presidente de los EEUU vea su primer tuit bloqueado de esta manera.